Giselle llena de magia al Teatro de la Ciudad
* Especiales, Espectáculos miércoles 30, Jun 2010Asael Grande
El ballet de la Compañía Nacional de Danza llenó de magia al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris con la obra Giselle. Con la coreografía original de Jean Coralli y Jules Perrot, los asistentes a esta magna obra disfrutaron de la historia de Giselle, una joven que se enamora del aldeano Albrecht, un duque desenmascarado.
La obra recrea a través de un ballet romántico la época clásica, en la que unos nobles visitan la aldea y entre ellos conocen a una joven que está comprometida, sin imaginar que es con su prometido. Al verse en esta situación, Giselle, pierde la razón y muere. El aldeano que ama a Giselle la hace ver el engaño durante una fiesta a la que asiste la prometida de Albrecht. Giselle enloquece y muere por la decepción, convirtiéndose en una Wili, un espíritu de increíble belleza que hace bailar a los hombres hasta que mueren de cansancio.
Una tranquila noche aparecen las Willis ante la claridad de la luna, vestidas con trajes blancos y coronas de flores. Albrecht, quien no ha podido olvidar a Giselle, visita su tumba y se encuentra entre estos espíritus en espera de la muerte…
En el cementerio, Giselle, una Willi, espectros de mujeres antes de llegar al altar, quienes bailan con los hombres hasta que mueren, debe bailar con Albrecht, pero alterna su danza para evitar que él muera, con el amanecer las Willis se desvanecen, mostrando así un amor más fuerte que la muerte.
Ballet emblemático del romanticismo, en dos actos completamente diferentes explora las posibilidades acrobáticas e interpretativas de un cuerpo de baile y de su figura titular. El primer acto es de “paisanos” culminando con una escena de locura, mientras que el segundo acto, “blanco” se torna entre las tumbas del silencioso cementerio de la aldea, en la que aparecen con la claridad de la luna las Willis.
La presentación de esta obra en México culmina con la despedida de los primeros bailarines Sandra Bárcenas y Raúl Fernández, quienes han sido parte importante de la Compañía Nacional de Danza y han testigos y partícipes de esta historia de amor, locura y muerte.