¿Se atreverá el PRI?
Ramón Zurita Sahagún martes 15, Jul 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El año próximo se celebrará el primer proceso electoral con la reforma de equidad de género, mediante la que los partidos políticos deberán presentar 150 mujeres y 150 hombres como sus candidatos al Congreso de la Unión. Será un gran reto para algunos de los organismos políticos que han actuado de manera misógina en ocasiones pasadas, restando oportunidades a las mujeres para que participen como candidatas.
La reforma se limita al Congreso, aunque en esta ocasión se desarrollarán también comicios estatales, para la renovación de nueve gubernaturas, un importante número de alcaldías y de posiciones en los congresos locales.
En estas candidaturas no necesariamente tiene que darse la equidad de género, repartiendo las nominaciones en partes iguales para hombres y mujeres.
Sin embargo, se presenta una buena oportunidad para que los partidos prediquen con el ejemplo y amplíen su radio de operaciones hasta todas las postulaciones.
El primero que debería operar de esta manera, predicando con el ejemplo, es el Partido Revolucionario Institucional, ya que la propuesta para hacer el reparto de candidaturas al Congreso partió de uno de sus militantes, el presidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, en este punto donde surge la pregunta ¿se atreverá el PRI a llevarlos a todos los cargos de elección popular?
Y es que es una extraordinaria oportunidad para la dirigencia priísta mostrar que siendo ellos los promotores de dicha propuesta, convertida en reforma, debe ser establecida a favor de la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
Siendo el priísmo el partido con mayor número de militantes en el país y siendo además el partido gobernante en la administración pública federal y en la mayor parte de los gobiernos estatales, se convierte en una oportunidad de oro, para dejar en claro que no hay distinción de sexos y que tanto hombres como mujeres gozan de los mismos derechos y obligaciones.
En diversas ocasiones, los priístas san sido acusados de no dar las mismas oportunidades a las mujeres que las que conceden a los hombres y eso se aprecia en que los priístas no se han atrevido a postular a una mujer a la Presidencia de la República, como sí lo han hecho otros partidos menores, incluso uno (PAN) que gobernaba en ese momento.
Tampoco han sido generosos con las candidaturas a los gobiernos estatales, donde Griselda Álvarez (Colima), Beatriz Paredes (Tlaxcala) e Ivonne Ortega (Yucatán), han sido sus tres gobernadoras electas en las urnas y Dulce María Sauri Riancho (Yucatán), fue designada como interina.
Cuatro han sido las mujeres que han desfilado por la presidencia nacional del Partido Revolucionario Institucional: María de los Ángeles Moreno, Dulce María Sauri Riancho, Beatriz Paredes Rangel y Cristina Díaz Salazar, aunque esta última por unos cuantos días.
También, los priístas fueron los primeros en nominar a las mujeres al Senado de la República y fueron dos de ellas, las primeras en asumir dichas funciones, una por Campeche y otra por Sonora.
María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia fueron esas dos féminas que asumieron tal condición hace 50 años, al ser parte de la legislatura que acompañó al presidente Gustavo Díaz Ordaz.
En sus tiempos de partido único, fueron los impulsores de la participación de las mujeres en el Poder Judicial, llevando a ocupar esos cargos a diversas mujeres como Victoria Adato, Irma Cué y algunas otras que desfilaron por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando había que pertenecer al PRI para formar parte de este distinguido cuerpo de justicia.
Claro que en la mayor parte de esos casos, hablamos de un Partido Revolucionario Institucional arrollador, sin competencia, donde ganaba todo tipo de elecciones.
Ahora, las cosas son distintas, se presenta una real competencia en todos los procesos electorales del país, con ciudadanos más participativos, candidatos mejor preparados y partidos más competitivos.
Quedaron atrás los candidatos que surgían del afecto presidencial y que en su gran mayoría desconocían la entidad que querían gobernar, pero que por alguna causa fortuita había nacido o vivido en alguna época en esas tierras.
Hoy, los candidatos deben ser personajes conocidos, con prestigio y arraigo en esas entidades y garantizar a su partido que cuentan con un proyecto y posibilidades reales de ganar.
Las oportunidades para unos y otros contendientes son iguales, aunque de acuerdo a los actuales gobernantes en cada una de los estados que habrán de renovar su Ejecutivo el año próximo las cifras favorecen a los priístas con seis estados gobernados (Campeche, Colima, Michoacán, Querétaro, Nuevo León y San Luis Potosí) por dos del PAN (Baja California Sur y Sonora) y uno del PRD (Guerrero).
El mes de anticipación que tendrá el proceso electoral, al ser adelantado para junio (antes era en julio), hará que las postulaciones entren al mismo ritmo, por lo que habrá que estar atentos para saber si el PRI predica con el ejemplo y lleva a las principales alcaldías y a las nueve candidaturas gubernamentales la máxima de equidad de género, repartiendo por igual entre hombres y mujeres las candidaturas al 50 por ciento.
BENITO JUÁREZ
La delegación Benito Juárez es el último bastión que le queda al PAN en la ciudad de México, luego de que en los comicios pasados perdió el otro, Miguel Hidalgo. Siendo esta zona donde habita principalmente la clase media-media y media-alta, los panistas habían actuado con prudencia para mantener su gobierno.
Sin embargo, los escándalos recientes donde se vinculan misoginia, racismo y discriminación por parte de algunos de sus funcionarios, pueden llevar al desastre electoral en el siguiente proceso comicial.