Nuevos partidos
Ramón Zurita Sahagún viernes 11, Jul 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cada vez que se acerca un proceso electoral de carácter federal, aparecen nuevos partidos políticos que desean participar como tales, presentando supuestamente, una nueva oferta electoral.
Son organismos políticos que si bien cumplen con los requisitos necesarios para obtener su registro, no aportan nada nuevo y tienen una vida efímera.
Algunos de ellos logran subsistir por más de una elección, pero otros simplemente se esfuman y sus dirigentes pasan al terreno del olvido.
Desde que se aprobó que los partidos políticos sean subvencionados por el gobierno, han sido grandes cantidades de dinero las derivadas a unos partidos políticos de corta vida que, además, no aportaron nada para la vida democrática del país.
Luego de un receso en que se decidió no dar registro a nuevos partidos, ni recibir siquiera las peticiones para ello en los comicios presidenciales de 2012, se acordó que para 2015 podrían hacerlo.
De esa forma, ya recibieron el registro para participar con candidatos propios tres nuevos partidos políticos que irán a las urnas, en busca de mantener vivo el registro.
Los nuevos partidos no podrán establecer alianzas ni coaliciones en esta su primera participación, por lo que habrán de validar en las urnas el supuesto apoyo ciudadano con que cuentan.
De los tres nuevos partidos políticos aprobados por el Instituto Nacional Electoral (de reciente creación), uno es de tendencia de izquierda (Movimiento de Regeneración Nacional), otro más de derecha (Frente Humanista) y el otro (Encuentro Social), supuestamente, de centro izquierda.
Con ellos en la papeleta electoral, los ciudadanos tendrán una variedad de partidos para elegir por cuál de ellos votar.
Del pasado proceso electoral (2012) sobrevivieron los siguientes partidos: Revolucionario Institucional, Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Verde Ecologista de México, del Trabajo, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza, a los que se suman los tres nuevos, para dar un total de 10 partidos en la contienda.
Los siete partidos representados en la Cámara de Diputados pueden establecer alianza, coaliciones o pueden ir unidos en torno a sus candidatos, los tres nuevos no.
Sin embargo, cada uno de los tres organismos políticos que tendrán la calidad de partidos desde el primero de agosto, ya contarán con recursos económicos públicos para sus movimientos, confían en reunir el suficiente número de votos para refrendar el registro.
Desde que se abrió la vida política a la democracia en México, una gran cantidad de partidos políticos han competido por la supremacía del poder, los más de ellos con escasas posibilidades de triunfo.
Con todo y ello, algunos subsistieron durante varios lustros y otros más, simplemente, desaparecieron a la más mínima exigencia.
Durante varios años, el firmamento de partidos políticos en México estuvo conformado por dos partidos reales, el PRI y el PAN y dos más que actuaban como satélites del primero, el PARM y el PPS.
Fue hasta la creación de la LOPPE en la administración presidencial de José López Portillo, cuando se dio paso a la conformación de otros organismos políticos, los que tuvieron acceso a la Cámara de Diputados desde 1979.
Algunos de estos nuevos partidos lograron sobrevivir más de dos elecciones, aunque al final unos se refundaron y otros pasaron a mejor vida.
Unos fueron tan etéreos que pocos los recuerdan, otros más se volvieron viejos y los electores dejaron de apoyarlos, la gran mayoría optó por hacer alianzas, hasta que los partidos con mayor representatividad se cansaron de traer esas rémoras.
Del pasado, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana perdió el registro, lo obtuvo de nuevo y finalmente desapareció en definitiva desde hace más de una década. El Popular Socialista tuvo una vigencia de cuarenta años, en los que la mayor parte del tiempo vivió de las alianzas con el PRI, hasta que decidió jugar el papel de verdadero partido independiente y desapareció.
La izquierda conformada en el Socialista Unificado de México, se trasladó al PMS y otorgó su registro para la creación del Partido de la Revolución Democrática.
El Partido Socialista de los Trabajadores decidió mudarse al Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional para perder su registro.
Convergencia decidió transformarse en Movimiento Ciudadano, luego de haber abandonado el agregado de Democrática y así subsiste.
Los sinarquistas del Demócrata Mexicano disfrutaron de algunos comicios, hasta que perdieron el registro, lo intentaron nuevamente en Alianza Social, pero corrieron la misma suerte.
El Partido Social Demócrata lo intentó en un par de ocasiones, sin recibir el respaldo ciudadano necesario para su permanencia.
Los del Partido Verde perdieron el registro y luego lo recuperaron para no soltarlo de nuevo.
Mexicano de los Trabajadores y el Revolucionario de los Trabajadores, se perdieron en el recuerdo.
El Partido Centro Democrático duró un suspiro, igual que el México Posible y el Socialdemócrata, el Liberal Mexicano y Fuerza Ciudadana, entre otros.
La Sociedad Nacionalista fue un partido efímero que se asumía como colosista, tratando de aprovechar la indignación ciudadana por el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, pero no obtuvo el respaldo popular que le garantizará su sobrevivencia, ya que solamente consiguió pasar un proceso electoral en que fue en alianza con toda la izquierda, pero al siguiente ya no pudo más.
Ahora habrá que ver la suerte que corren los tres nuevos partidos y si los electores les dan el respaldo necesario para rebasar los mínimos exigidos o si alguno de los restantes siete partidos se queda atorado en la difícil aduana del siguiente proceso electoral que tendrá lugar en junio del año próximo.
Los tres nuevos partidos políticos quedaron con procesos de investigación abiertos, dos oficiosos y uno de fiscalización, que pueden originar sanciones para ellos.
Tendrán que modificar sus documentos básicos a las nuevas leyes electorales, antes del 17 de septiembre, ya que de no hacerlo corren el riesgo de perder el registro.