Jorge Romero, dice y se desdice
¬ José Antonio López Sosa lunes 7, Jul 2014Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Indignado se ha mostrado el jefe delegacional en Benito Juárez con la justicia brasileña, después de la detención de sus ex funcionarios ha argumentado que no les permiten hacer llamadas, que no han podido hablar con ellos, en fin, una condena pública y tajante hacia un sistema de justicia que ni él mismo conoce.
Cualquier individuo tiene la opción de viajar o no a otro país en el entendido que las reglas son distintas, pueden gustarnos o no pero al final del día, el entrar a otra nación nos remite a las leyes aplicables, en este caso, las brasileñas.
Cuando se conoció públicamente la detención de Sergio Eguren, director general de Desarrollo Delegacional y Rafael Medina, coordinador de Gabinete y Proyectos Especiales, el propio Romero Herrera anunció que esperaría a conocer la situación jurídica de sus empleados para tomar una decisión, sin embargo, un día después públicamente los separó bajo el pretexto de no permanecer con esas áreas acéfalas, en plena violación de lo que estipula la Ley Federal del Trabajo.
Aquí estamos frente a dos escenarios, el primero que por las presiones del propio Partido Acción Nacional y en vísperas del año electoral 2015, hayan orillado a Jorge Romero a remover a estos individuos casi de inmediato; el segundo es que, conociendo la legislación laboral vigente los haya removido para que a su regreso (sea en un mes o en siete años), ellos puedan demandar laboralmente a la delegación por despido injustificado, luego entonces obtengan una millonaria suma ante una demanda que a todas luces ganarían, incluso si fuesen declarados culpables en Brasil y tuvieran que pasar años en prisión, pues la remoción se dio antes de cualquier resolución judicial.
El pretexto de la acefalia delegacional es por demás burdo, ¿no hay directores de área que puedan encargarse de ambos despachos?, ¿cómo tiene organizados sus recursos humanos Jorge Romero Herrera?, resulta inverosímil que no pueda cubrir esos dos mandos medios con gente de la propia delegación de forma temporal.
Ahora más que nunca, este grupo panista, el único restante con poder en la ciudad de México buscará a toda costa conservar la delegación en el año 2015, de cambiar a otro partido seguramente vendrán las investigaciones con relación a este tipo de decisiones incoherentes y a todas luces, lesivas para la propia estructura delegacional tomadas por Jorge Romero Herrera.
Finalmente, si no le gusta al señor Romero Herrera la justicia brasileña, que le recomiende a sus amigos subordinados no visitar bajo ninguna circunstancia Brasil, menos aún si pretenden cometer delitos amparándose en un fuero inexistente (no podemos obviar que los detenidos se identificaron como diputados, cosa que no son).
El poder tiene límites, cuando te enfrentas con uno más poderoso y el fuero del panismo no llegó hasta América del Sur como quizás Sergio Eguren y Rafael Medina creyeron.
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