En sus 20 años, el TLC sólo benefició a los ricos: Ildefonso Guajardo
Roberto Vizcaíno miércoles 25, Jun 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- No se crearon las condiciones de una competencia equitativa que evitara la concentración de mercados
- El resultado fue que los pequeños y medianos empresarios tuvieran costos de hasta 40 por ciento más altos
- El director de finanzas de CFE, Francisco Javier Santoyo, afirmó que se requiere más competencia en el sector
Al señalar que a 20 años de su instauración el TLC no ha generado en México tasas de crecimiento ni de productividad suficientes, el secretario de Economía Ildefonso Guajardo indicó que esta apertura comercial no acompañada por los gobiernos de la República con una Ley de Competencia Económica que tuviera la capacidad de controlar la concentración de mercados.
El resultado fue que a lo largo de estos últimos 20 años, dijo, el Tratado de Libre Comercio con EU y Canadá generó en nuestro país un efecto contrario y los medianos y pequeños empresarios nacionales han tenido que pagar un elevado costo en insumos estratégicos.
Tan sólo en telecomunicaciones estos costos suponen tarifas entre 35 y 40 por ciento más altas que lo que sus competidores pagan en otras naciones, indicó.
“Lo mismo sucede en el sector financiero, donde grandes empresas tienen acceso a mercados internacionales con tasas de interés que compiten globalmente, mientras que las pequeñas y medianas empresas han estado excluidas del sector; actualmente más de 85 por ciento de la pequeña y microempresa no tiene acceso a este sector”, agregó.
Guajardo, quien ayer participó en la Reunión de la Red Parlamentaria Global de la OCDE, dijo que la firma del TLC obligaba a crear mecanismos de competencia económica justa.
“Si voy a pedir al sector productivo nacional que compita globalmente, debí garantizar en territorio nacional condiciones de competencia justa”, insitió.
Hoy, a 20 años de la entrada en vigor del TLC, y con 10 tratados internacionales firmados por México con 45 países, que dan acceso a un mercado de más de mil millones de consumidores, precisó, “hemos transformado el rostro de la geografía económica nacional”.
Pero reconoció que esto ocurre en medio de sectores ganadores y otros que se tienen que ajustar al cambio.
“Tenemos que ver los claroscuros de esa integración y sé que es parte de la discusión en este grupo de parlamentarios que hoy se reúnen”, admitió.
Si hoy México comercia siete veces más que hace 20 años, es porque la estructura de exportaciones es muy distinta a la de entonces, cuando el 65 por ciento de las ventas al exterior eran hidrocarburos, energía y minerales y sólo 35 por ciento eran manufacturas, comentó.
“Hoy son muy distintas: México exporta 85 por ciento manufacturas y 15 por ciento minerales e insumos energéticos, y somos los principales exportadores de frutas y hortalizas al mercado de América del Norte, y nuestras manufacturas representan el 60 por ciento de las exportaciones manufactureras de América Latina”.
Reconoció que a dos décadas de esa apertura comercial, nuestro país tiene tareas pendientes fundamentales, pues el sur-sureste del país no se ha beneficiado de esta práctica mercantil ni de la integración a la globalidad.
De ahí y otros retos surgen precisamente, dijo, las reformas transformadoras: la financiera que busca mejorar las tasas de préstamo y acceso al crédito para micro, pequeñas y medianas empresas; la de telecomunicaciones que pretende una conexión a la banda ancha con altos beneficios para la competencia y competitividad a las micros, pequeñas y medianas empresas.
La energética, dijo, tiene la responsabilidad de integrarse en la competencia global y “la posibilidad de tener gas shale en territorio nacional a precios por debajo de los 4 dólares el millón de BTU, hacen de la integración de América del Norte una de las ventajas competitivas más importantes en el desarrollo de la manufactura del futuro”.
Se calcula que la fuerza de trabajo se incrementará 31 por ciento hasta el año 2050, mientras que en China y Corea decrecerá en alrededor de 30 por ciento, en el mismo lapso.
En fin, dijo, “el pilar de la energía, el pilar de la fuerza de trabajo laboral con una reforma educativa y el de la innovación, serán los elementos que creen la competencia del futuro en el sector manufacturero”.
El objetivo de todas las reformas es permitir que las micro, pequeñas y medianas empresas tengan el “campo parejo para competir y les sea más fácil incorporarse
Y agregó:.
“Si hay un agente económico destinatario de estas reformas es la capacidad de levantar a ese grupo de empresas que representan más de 70 por ciento del empleo para que puedan integrarse a esquemas productivos donde su productividad sea igual que la de las grandes…
“El objetivo de las reformas es cerrar la brecha para darles igualad de posibilidades de competir nacional y globalmente”.
Una crítica necesaria a los regímenes de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón que explica en buena medida lo que Enrique Peña Nieto está corrigiendo con las reformas.
DE MONOPOLIOS A EMPRESAS
El director de Finanzas de CFE, Francisco Javier Santoyo afirmó ayer ante diputados de las comisiones unidas de Presupuesto y Cuenta Pública y de Energía, que la reducción de tarifas será posible en la medida en que la Comisión Federal de Electricidad deje de ser un monopolio con servicios de baja calidad.
La proyección de las leyes secundarias de la reforma energética prevé que la multiplicidad de combustibles pueda ampliar la gama de proveedores con lo cual se estaría en condiciones de obtener los mejores precios en beneficio de los consumidores.
Esta apertura a la competitividad dinamizaría el crecimiento del país, dijo a los legisladores… ya que más fuentes de energía, con la participación del sector público y el privado, “daría condiciones de igualdad, eficiencia y productividad”
Por ello las leyes secundarias son necesarias para “que todos los participantes tengan claras las reglas del juego y puedan empezar a tomar las decisiones de inversión, de participación, de creación de las fuentes de trabajo, que nos lleven precisamente a esa constitución de un mercado eléctrico”, explicó.
Durante esta comparecencia, a la que también acudieron funcionarios de Pemex, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, diputado priísta Pedro Pablo Treviño, dijo que la reforma energética propiciará la creación de valor económico y aumentará los ingresos con sentido de equidad, responsabilidad social y ambiental.
Esta reforma transformará a Pemex y CFE de dependencias gubernamentales a auténticas empresas con régimen especial, autonomía presupuestaria, techo de endeudamiento y balance financiero, indicó el diputado.
Explicó que con la reforma energética se crea una unidad profesional especializada en la materia, con reglas claras para la actuación de los funcionarios y trabajadores los cuales serán contratados bajo un régimen especial que los someterá a severos controles anticorrupción en cuanto al manejo de bienes, obras y servicios.
En esta comparecencia participaron los diputados priístas Williams Ochoa, Antonio Francisco Astiazarán y Samuel Gurrión; los panistas Marcos Aguilar, Juan Francisco Cáceres y Diego Sinhué Rodríguez; los perredistas Luis Ángel Espinosa Cházaro, Fernando Cuéllar Reyes y María del Socorro Ceseñas; del Verde, Ricardo Astudillo, Laura Ximena Martel y David Pérez Tejada: del MC, Ricardo Mejía Berdeja, Víctor Manuel Jorrín y Juan Ignacio Samperio Montaño; de Nueva Alianza, María Sanjuana Cerda, Lucila Garfias y Dora Talamante y Ricardo Cantú del PT, quienes le pidieron explicaciones a Santoyo sobre los alcances que tendrá la reforma en cuanto a la exploración, explotación, contratación y modernización tanto de la CFE como de Pemex.