Grandes focos rojos
¬ Juan Manuel Magaña martes 24, Jun 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Los datos económicos siguen dándose en una trayectoria sumamente preocupante.
El dato más fresco lo dio ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al señalar que la tasa de desocupación en todo el país fue de 5 por ciento en mayo, superior a la de 4.90 por ciento observada en abril pasado.
Al presentar los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), el organismo señaló que en las 32 principales ciudades del país, “donde el mercado de trabajo está mejor organizado”, la proporción de personas de 14 años y más que buscaron una ocupación laboral, sin conseguirlo, aumentó a 5.88 por ciento en mayo de 2014 desde una tasa de 5.34 por ciento registrada en el mismo mes del año pasado.
Por su parte el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) viene a confirmar un tanto el por qué de esta realidad.
Dice que el alza en las tasas impositivas para personas físicas y morales y la gama de nuevos impuestos que entraron en vigor con la reforma hacendaria de este año provocaron que 8 mil 691 patrones dejaran de estar registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social entre diciembre y febrero pasados.
Según dicho centro, con base en datos del IMSS, esta fue la caída más pronunciada de los últimos 14 años, si bien se explica que tradicionalmente en México el número de patrones disminuye de manera importante en dichos meses, debido a las modificaciones que el gobierno hace a la política tributaria, cuyos cambios anuales incrementan la complejidad en el cálculo y pago de los impuestos y son un incentivo para la informalidad.
No obstante, indicó que este año el número de patrones registrados disminuyó drásticamente por la reforma hacendaria, incluso comparando la cifra con la observada durante la crisis de 2009, que fue de 8 mil 175.
Para el CEESP, la evolución mensual del número de patrones es un indicador que refleja la evolución de la actividad económica, el efecto que sobre ella han tenido las crisis recientes y el impacto de distintos factores como los cambios tributarios.
Destacó que la conjunción entre el alza a los impuestos para personas físicas y morales y todos los nuevos gravámenes ha ocasionado que el consumo interno se haya debilitado.
Destacó que entre los elementos que más han contribuido a un entorno de bajo crecimiento económico sobresale la ausencia de un claro estado de derecho que defina las reglas del juego, así como la necesidad de que las instituciones encargadas de hacerlas cumplir tengan como objetivo el bienestar general.
La incertidumbre que esto propicia conlleva a un debilitamiento de la inversión.
A todo esto se agrega el reporte que sirvió de base a la discusión entre los integrantes de la junta de gobierno del Banco de México (BdeM) para reducir la tasa referencial de interés de 3.5 a 3 por ciento, que dice:
“Si bien los indicadores asociados a la demanda externa mostraron cierta mejoría en los primeros cuatro meses 2014, los relativos al consumo privado y a la inversión fija bruta todavía no exhiben una clara recuperación, lo cual condujo a que la actividad económica del país continuara mostrando un relativo estancamiento en el primer trimestre del año”.
Hay que recordar que apenas el jueves anterior, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, dijo que probablemente la institución modificará nuevamente el rango estimado de crecimiento para la economía de este año.
Lo duro son sus razones: “La desaceleración que percibimos en el primer trimestre fue más profunda de lo que anticipábamos”.
El mediocre desempeño del primer trimestre fue atribuido a un menor gasto de los consumidores, y porque Estados Unidos, el mayor comprador de las exportaciones mexicanas, se vio afectado por un severo clima. Tras ello, ya Banxico había reducido su proyección de crecimiento a un rango de 2.3 a 3.3% desde el 3 a 4% original.
Y ora vamos más para abajo.