Sin hambre México avanza
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 16, Jun 2014Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
El combate a la pobreza en su nivel más lacerante, de atención a las personas que no tienen ni para comer, es sin duda uno de los principales retos del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto y también el principal objetivo de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, sobre todo cuando indicadores económicos y de desarrollo social señalan que en 2010 los mexicanos que se encontraron en pobreza alimentaria superó los 21.2 millones, es decir 6.5 millones más que en 2006.
Tal vez por ello, con el reconocimiento de esta situación, al inicio de la presente administración se puso en marcha la Cruzada Nacional contra el Hambre bajo la coordinación de la Secretaría de Desarrollo Social cuya titular es Rosario Robles Berlanga y el cual tuvo su arranque formal el 21 de enero de 2013 en el municipio de Las Margaritas, en el Estado de Chiapas.
El objetivo es beneficiar a 7.4 millones de habitantes de 400 municipios, en una primera etapa, que se encuentran en condición de pobreza extrema y carencia alimentaria, con la idea principal de eliminar totalmente el hambre mediante la alimentación y nutrición de personas de escasos recursos y lograr la participación de las comunidades y beneficiarios del programa.
En la instrumentación de la cruzada participan 16 secretarías, al Instituto Nacional de las Mujeres, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, y por primera vez gobierno y sociedad trabajan de manera coordinada con un enfoque no asistencialista en el combate al hambre en México, lo que en principio ya es un avance en este tipo de acciones gubernamentales.
Y si de avances hablamos, entre los primeros resultados se observan los siguientes: Hoy más de 3 millones de mexicanos que se encontraban en situación de pobreza extrema comen mejor; 3 mil 202 comedores comunitarios atienden alrededor de 348 mil personas; Se avanza en el abatimiento de la desnutrición con la instalación de 5 mil 319 comedores escolares instalados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Escuelas de Tiempo Completo; Se han apoyado más de 6 mil proyectos de autoconsumo y huertos familiares atendidos por SAGARPA y SEMARNAT.
Diconsa, ha abierto 754 tiendas, con sus Unidades Móviles, atiende por primera vez a 4 mil 100 localidades del país; Liconsa lleva leche fortificada a las comunidades rurales de alta marginación. Ahora 1.45 millones de personas tienen acceso a leche fortificada; Se incorporó a más de 400 mil familias a Oportunidades; Más de 2 millones de personas se han afiliado al Programa Pensión para Adultos Mayores de 65 años; A través de la Secretaría de Salud, se otorgan suplementos alimenticios y se da seguimiento en peso y talla a 1.45 millones de niñas y niños menores de cinco años.
PASO SIN VER.- Han pasado casi 18 meses desde que el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto puso en marcha la Cruzada Nacional contra el Hambre, al principio sus posibles beneficiarios recibieron la noticia con un dejo de incredulidad porque hacía mucho tiempo que los tres niveles de gobierno se habían olvidado de su existencia y el último intento de atención a sus condiciones de marginación se les anunció en el marco del conocido levantamiento armado en Chiapas, con el ejército zapatista.
El levantamiento había sido una llamada de atención y advertencia a las autoridades de todos los niveles de gobierno para que entendieran que las comunidades indígenas, rurales o semiurbanas no podían seguir siendo tratados como el patito feo en los esquemas de atención gubernamental.
Las autoridades voltearon hacia esas regiones donde sus mismos pobladores reconocían estar “lejos de Diós y del mundo”, por lo que surgió un programa que se denominó “Programa Nacional de Atención a Regiones Prioritarias para el Combate a la Pobreza”, donde participaban ocho secretarías de estado, en coordinación con autoridades estatales y municipales, pero cuando se empezaban a dar los primeros resultados en esta interminable batalla contra la pobreza llegaron los llamados gobiernos del cambio, los de la supuesta transición política, quienes de los pobres muy poco se acordaron y éstos grupos de población nuevamente se ubicaron en el olvido y con ello las cifras de pobreza crecieron aún más en el país.
En otras palabras, con Vicente Fox y Felipe Calderón, el país registró cambios en el clima democrático y en la política, pero estos cambios no se vieron reflejados en las condiciones de vida de los mexicanos y eso se demuestra con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que indican que, entre los años 2006 y 2010, el número de personas pobres aumentó.
VA MI RESTO.- Fue precisamente en el Estado de Chiapas, en el municipio de Comitán, donde el ahora presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en su segundo día de campaña como candidato, el 31 de marzo de 2012, hizo un compromiso nacional con los que menos tienen y lo dijo así:
“Necesitamos revertir la pobreza y comprometí el día de ayer, así lo dije y aquí lo reafirmo, que al menos 15 millones de mexicanos que enfrentan pobreza pasen a mejor condición”. No es casual entonces que Peña Nieto haya visitado Chiapas en una de sus primeras acciones de gobierno, regresó a refrendar su compromiso de avanzar de manera integral en el combate a la pobreza en todo el país.
Y sí, al paso que avanza la Cruzada Nacional Contra el Hambre, es factible que ahora sí México empiece a ganar la batalla contra la pobreza extrema, contra la desnutrición infantil y si esto se logra también es de esperarse una mayor participación social en estas acciones. Los primeros resultados están a la vista, sin hambre México puede aspirar a un mejor futuro.