Querétaro
Ramón Zurita Sahagún lunes 16, Jun 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dentro de los nueve estados que elegirán a sus nuevos gobernantes en junio del año próximo, se destaca Querétaro, una entidad que presenta una competencia cerrada entre los dos partidos que la han gobernado.
El PRI fue el partido dominante hasta que en 1997, surgió el PAN como ganador, arrebatándole la posición, después de 67 años de administraciones tricolores.
Seis años después (2003) Acción Nacional repitió la dosis y se encumbró nuevamente al gobierno estatal, aunque en 2009, el Revolucionario Institucional recuperó la plaza.
Con detractores y seguidores cada uno de los dos partidos se apresta para competir en igual de condiciones el próximo año, por el gobierno que actualmente mantiene el priista José Eduardo Calzada Rovirosa.
Resulta curioso que en las evaluaciones que se realizan con frecuencia en los distintos estados del país, el actual gobernador resulta calificado como uno de los mejores del país.
Calzada Rovirosa es visto, desde fuera, como un buen gobernante, con una administración pública funcional, con una buena inversión en obra pública, generador de empleos y atractiva para los empresarios.
Incluso, sus promotores e impulsores de su figura, lo ubican dentro de la administración pública federal, debido a su aparente buen desempeño y resaltan su cercanía con el Presidente Peña Nieto, quien lo ha felicitado pública y privadamente por su desempeño.
Sin embargo, dentro del estado, Calzada Rovirosa no es evaluado de la misma forma y se le cuestionan acciones y desempeño.
Tal vez sea por eso, que aún y cuando en las evaluaciones el gobierno estatal del priista Calzada Rovirosa sale bien calificado, en las encuestas que sobre preferencias electorales se levantan, el PRI sale por debajo del PAN.
Es por eso que los priístas muestran gran preocupación sobre su futuro en esa entidad, apenas recuperada hace seis años.
Les fue difícil a los priistas recuperar ese reducto, luego de que uno de sus mejores candidatos, Fernando Ortiz Arana, fuese vencido en dos ocasiones consecutivas por los candidatos de Acción Nacional.
Ignacio Loyola Vera y Francisco Garrido Patrón gobernaron bajo las siglas de Acción Nacional dejando buenos cimientos, aunque al final de su gobierno Garrido Patrón desvarió, lo que le abrió las posibilidades al PRI.
Al igual que ahora, en los gobiernos panistas se estableció que el estado mejoró en diversas ramas como el turismo, empleo, seguridad, crecimiento económico y menor corrupción.
José Eduardo Calzada Rovirosa, hijo de un gobernador priista, fue vencido en las urnas en los comicios del 2006, en su pretensión por ser senador de mayoría, aunque ubicado en segundo lugar, logró la posición como senador de primera minoría y desde ahí se lanzó en busca del gobierno estatal, situación que logró en 2009.
Ahora, en la contienda que tendrá efecto en junio del año próximo y en la disputa por el gobierno estatal, priístas y panista tiene dos prospectos cada uno, de los que se considera podría surgir el candidato de cada partido.
Los panistas cuentan con una figura joven que pretende instalarse en el concierto nacional como político de trascendencia.
Se trata del nuevo secretario general del Comité Ejecutivo Nacional, Ricardo Anaya Cortés, quien a sus 35 años de edad tuvo un crecimiento súbito que lo situó como parte de la fórmula que compitió con Gustavo E. Madero Muñoz por el liderazgo panista.
Antes de eso, Anaya Cortés presidió la Cámara de Diputados por seis meses, trampolín que lo llevó a la actual posición, ya que antes de eso había llamado la atención cuando el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa lo designó subsecretario de Turismo a los 32 años de edad.
La situación de privilegio de Anaya Cortés lo posiciona como sólido prospecto en Querétaro, donde tiene detractores por su cercanía con Francisco Garrido Patrón de quien fue secretario particular y por ubicarse en las encuestas por debajo del senador Francisco Domínguez Servién.
Es precisamente el actual senador de mayoría el favorito de los panistas locales para abanderar a este partido en los comicios del año próximo, aunque enfrenta resistencia en el seno nacional del partido.
Domínguez Servién es un prospecto panista que ya ganó tres elecciones, ya que fungió como diputado federal, alcalde de la capital del estado y senador de mayoría, donde fungió como primero en la fórmula que complementó Marcela Torres Peimbert, ex esposa de Francisco Garrido Patrón.
Por el lado de los priistas, los dos aspirantes mejor ubicados son Roberto Loyola Vera, actual alcalde de Querétaro y situado en la misma situación que el panista Anaya Cortés.
Desde el gobierno estatal y de la mano del propio gobernador se empuja la eventual candidatura de Loyola Vera (hermano del ex gobernador panista Ignacio), quien se desempeñó antes como secretario de gobierno de Calzada Rovirosa y no es bien visto por la militancia priista.
El otro priista que se encuentra en plena disputa por la candidatura al gobierno estatal es Jesús Rodríguez Hernández, quien tiene varios años anhelando la posibilidad de competir por la misma.
Rodríguez Hernández es un político de la vieja guardia que ya desfiló por los principales cargos en el estado, donde fungió como secretario estatal de Gobierno, alcalde la capital del estado y diputado federal.
Representa la corriente del ex gobernador y hoy senador Enrique Burgos García y cuenta con algunas simpatías dentro de su partido, que lo hace una alternativa para la candidatura tricolor.
De acuerdo al calendario electoral, los partidos podrían dar a conocer a sus candidatos en el mes de diciembre, aunque desde ahora los aspirantes encuentran en busca de captar la nominación.