¿Rendirá frutos la guerra sucia?
Roberto Vizcaíno viernes 25, Jun 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Las intercepciones telefónicas son una “muestra que los servicios de espionaje del gobierno, se han puesto a disposición del partido en el gobierno —que es el Partido Acción Nacional— a fin de poder apoyar las campañas de miedo, de odio, las guerras sucias y de lodo, que no es el propósito esencial de una elección”, dice Beltrones
Los expertos dicen que no, que la guerra sucia va dirigida a ciertos grupos de clases medias tradicionalmente conservadoras y que normalmente esos sectores ya tienen definidos –en el caso de la República Mexicana-, su preferencia básicamente por el PAN.
Las mayorías, especialmente los marginados y apurados por cubrir el hambre y las necesidades básicas, esos ni leen, ni escuchan programas políticos y menos ven la TV en su parte de opinión.
Luego entonces la guerra de lodo, esencialmente mediática, a la que lanza de nuevo Felipe Calderón a su partido y dirigencia poco va a impactar entre la mayoría de los casi 28 millones de mexicanos inscritos en el Padrón Electoral de los 12 estados donde habrá cambio de gobernador dentro de 10 días.
Esos electores se moverán por otros motivos: desempleo, migración, hambre, cuestiones de salud, seguridad.
Pero la dinámica está echada a andar y va a ser muy difícil que baje de aquí al 4 de julio. Por lo tanto, los ciudadanos de este país estaremos en medio de una verdadera batalla de vuvucelas panistas contra los malosos candidatos del PRI, sumergidos en un infernal ruido electoral, sumamente sucio, potencializado por los medios interesados en meterle zancadillas a los aspirantes que las encuestas indican van como punteros.
Para nada importa que las vuvucelas blanquiazules echadas a andar por César Nava al dar a conocer intercepciones telefónicas del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, procedan de un acto ilegal.
Nadie cuestiona eso. Ya incluso el coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero, anuncia que su fracción promoverá juicio político contra el mandatario veracruzano.
Nava y Madero saben que sus acciones son puro ruido. Es como lo del Pemexgate. Quizá revelen acciones inmorales, no éticas de gobernantes o funcionarios, pero no tienen viabilidad judicial porque provienen de un acto ilegal que es la intercepción telefónica.
Ya en otros casos incluso un asunto de estos fue a dar a la Suprema Corte de Justicia y no tuvo penalización alguna. El gobernador contra el cual se pretendía actuar, Mario Marín, sigue en el cargo al frente de Puebla y está a punto de concluir su sexenio.
El problema es que la mecha corta de Calderón que lo impulsa a meterse en problemas y a embarrar a los suyos en sus determinaciones, de ninguna manera ve que uno de los primeros perjudicados será él.
El caso es que ya repartió golpes a diestra y siniestra, ya movió oooootra vez al presidente del PAN a agredir a los de enfrente, y resulta que luego del 4 de julio sigue el 5 y el 6 y el 7 y muchos días, semanas, meses y años en los que Calderón va a tener que enfrentar sus responsabilidades con el apoyo del PRI.
Hace un año era Germán Martínez el ariete de Calderón. ¿Se acuerda usted de todo lo que les decía a los priístas?… que si eran narcos, un peligro para México, unos mal nacidos, etcétera…
Y el PAN perdió: de 6 gubernaturas los del tricolor se llevaron 4, duplicaron el número de sus diputados federales y tan sólo en el Estado de México perdieron no se cuantos municipios que eran gobernados por panistas y que sumaban como unos 8 o 9 millones de ciudadanos.
Un día después de las elecciones de julio pasado Martínez renunció. De presidenciable pasó al frío del sepulcro político. Dicen que ahora anda por ahí en una empresa que le da servicios de asesoría a candidatos panistas.
Ya no es presidenciable, bueno, ya de plano nadie se acuerda de él y su cuate Calderón está a punto de repetirle la receta a su amigo César Nava. ¿O lo va a dejar luego del desastre que se le avecina?
Nava quizá no tenga tantos problemas como Martínez, pues por ahí anda un libro que afirma que se hizo muy rico cuando anduvo por el jurídico de Pemex, y no precisamente con actos éticos y absolutamente legales.
Es muy interesante sin embargo ver cómo las actitudes, el lenguaje de uno y de otro, de Martínez y Nava son tan coincidentes, como si fuesen un espejo de su jefe.
Entretanto la vida sigue y por lo pronto, sabedores de quien es la causa de tanto ruido de vuvucelas electorales, los diputados federales del PRI encabezados por su coordinador, el mexiquense Francisco Rojas se apersonaron ayer ante la Fiscalía de Delitos Electorales, la Fepade, y presentaron denuncia en contra de Heriberto Felix Guerra, secretario de Desarrollo Social por el uso ilegal de recursos oficiales en beneficio de candidatos del PAN en Veracruz.
Es decir, al ruido vuvucelesco de Calderón, los priístas le recetan ahora un acto judicial que deberá ser desahogado por la PGR que está bajo su responsabilidad.
Rojas indicó que esta es apenas la primera de una serie de denuncias que se analizan por el mismo tema. Hoy, agregó, se reúnen pruebas para exponer otros casos en estados de la República donde eso se está repitiendo cotidianamente en Chihuahua, Oaxaca, Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Zacatecas y Veracruz donde los candidatos de Acción Nacional son beneficiados con programas sociales del gobierno federal.
El coordinador parlamentario fue acompañado por los diputados Oscar Levín Coppel, Luis Videgaray Caso, Jesús María Rodríguez, Alfonso Navarrete Prida, Francisco Moreno Merino y José Ramón Martell López y quienes presentaron la denuncia fueron Graciela Ortiz González, Silvio Lagos Galindo y Sebastián Lerdo de Tejada.
A su vez, el otro coordinador legislativo del PRI, el senador Manlio Fabio Beltrones indicó desde Oaxaca –donde estuvo para acompañar al candidato a la gubernatura del tricolor en aquella entidad, Eviel Pérez Magaña-, que la guerra sucia basada en intercepciones telefónicas es una “muestra que los servicios de espionaje del gobierno, se han puesto a disposición del partido en el gobierno —que es el Partido Acción Nacional— a fin de poder apoyar las campañas de miedo, de odio, las guerras sucias y de lodo, que no es el propósito esencial de una elección.
“Nos hemos dado cuenta que estas filtraciones —que corresponden a un espionaje que solamente puede ser o gubernamental o tolerado por el gobierno Federal, que es casi lo mismo— vienen solamente a servir como un elemento de distracción, insisto, de lo que para nosotros es importante”, señaló.
En este mismo asunto el gobernador Enrique Peña Nieto, puntero en la carrera por la Presidencia, dijo:
“Sobre este tema, tan llevado y traído y que, sin duda, se inserta dentro de esta competencia electoral, a mí me llaman la atención dos temas:
“Primero: el nivel impunidad que se exhibe al usar llamadas privadas para la denuncia pública… porque la Procuraduría General de la República no ha asumido ninguna disposición sobre el tema… les recuerdo que es ilegal exhibir conversaciones privadas. Eso es lo que dice el texto del Código Penal Federal.
“Y dos: en este nivel de impunidad, sin que pase nada, sin que alguien haga algo o sin que ninguna institución se ocupe del tema, pareciera que el asunto puede ventilarse y hablarse de ilegalidad sin que haya instituciones que sancionen y se ocupen de este tema.
“… ya me imagino yo que si el PRI, u otro partido, no el del gobierno, exhibiera este tipo de grabaciones entonces si serían objeto de persecución”, señaló.
Y mientras el golpeteo sigue, en tanto los reclamos se agudizan ante la ausencia de la autoridad responsable, las contiendas concluyen.
Así a 10 días del día de la elección, hay al menos 2 estados donde las preferencias electorales no se ponen en duda:
En Sinaloa el priísta Jesús Vizcarra Calderón con 53 por ciento de preferencias ya con una ventaja que parece insalvable a su excompañero de partido Mario Lópes Valdés a quien le suman 47 por ciento de apoyos.
Y en Zacatecas el también tricolor Miguel Alonso Reyes lleva 31.2 por ciento de preferencias frente al 17.9 por ciento del panista Cuauhtémoc Calderón; un 14.6 del perredista Antonio Mejía Haro y un 7.7 por ciento del petista David Monreal.
En otros estados el juego de las encuestas se ha convertido ya en parte del ruido de las vuvucelas panistas lo cual distorsiona cualquier pronóstico.