Medidas electoreras
Ramón Zurita Sahagún viernes 25, Jun 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Sorprendidos quedaron los 31 gobernadores y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, especialmente los de extracción no panista con la decisión presidencial de desparacer la tenencia.
Aunque demandada por algunos de ellos y esperada por otros, la sorpresa se produjo por el momento electoral que se vive y la clara tendencia para impactar dentro del electorado que acudirá a las urnas el próximo cuatro de julio.
El impacto será tremendo sobre las finanzas estatales, por lo que tendrán que buscar otros métodos para resacirse de esa pérdida de ingresos.
De nueva cuenta no gustaron ni el modo ni la forma en que se produjo el anuncio, ya que dentro de la Conago se había discutido el tema y se esperaba que fuese dentro de la comisión del ramo donde se produjera el anuncio.
Por lo pronto, los gobernadores plantean la necesidad de una reunión de la Conferencia para discutir el tema.
Y es que los temas más polémicos que surgen en los días recientes tienen un claro tinte electoral.
Por ejemplo, en tres reuniones previas, los consejeros de la COFETEL no lograron un acuerdo para elegir al nuevo presidente del organismo, el que, sin embargo, deberá asumir el cargo el próximo 28 de junio.
La intención de Héctor Osuna era la de prorrogar su mandato por cuatro años más, ya que su primer período había surgido de la designación y no de la elección, como será en esta ocasión.
Por eso, resultó sorpresiva su renuncia a la Comisión Federal de Telecomunicaciones y a su cargo como comisionado, en el que podía continuar después de dejar la presidencia.
Y si la renuncia resultó sorpresiva, las razones que argumentó lo son más.
La gestión de Osuna fue sumamente polémica y en ella se insertan desde su nombramiento en el cargo, pasando por su período presidencial y el tufo dejado en cuanto al espionaje telefónico que hoy se encuentra nuevamente en la discusión pública.
El bajacalifornian fue personaje central en la divulgación de las conversaciones que sostuvo el entonces secretario de Comunicaciones, Luis Téllez, sobre temas varios y en los que cuestionaba el uso de los recursos públicos por parte del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, así como el intercambio sentimental de correos y mensajes del mismo Téllez con una persona del sexo femenino.
Osuna fue señalado por Purificación Carpinteyro como la persona que le proporcionó las grabaciones que la entonces subsecretaria hizo llegar al Presidente Calderón.
Pero si eso fue en el pasado reciente, en la actualidad, sobre Héctor Osuna se asoman sombras de sospecha sobre el cúmulo de conversaciones privadas que circulan por todos lados en las que se balconea a varios gobernadores priístas que asesoran a sus delfines y a otros candidatos sobre la forma de operar las campañas electorales.
De las grabaciones no se conoce su procedencia, aunque algunos señalan que el colgarse de las líneas es una de las especialidades del mismo Osuna, el detonarlas y realizar la guerra sucia, dicen, se lo deben al especialista Antonio Solá.
Y aunque los priístas desestiman la divulgación de las conversaciones, la realidad muestra que estas si han golpeado en su línea de flotación y de las anticipadas proclamas de triunfo en los doce estados con competencia por el gobierno estatal, el número desciende peligrosamente.
Los tres gobernadores evidenciados, Fidel Herrera Beltrán, Ulises Ruiz Ortiz y Mario Marín Torres, provocaron un descenso en las preferencias electorales que favorecían ampliamente a sus candidatos Javier Duarte de Ochoa, Eviel Pérez Magaña y Javier López Zavala, respectivamente.
Pero en otros estados hay preocupación por el rumbo de los acontecimientos, en Tlaxcala hay una guerra sucia en contra del candidato priísta Mariano González Zarur; la historia se repite en Aguascalientes en contra de Carlos Lozano de la Torre y en Chihuahua, César Duarte Jáquez la resiente; en Sinaloa los rumores son constantes sobre la ofensiva que se lanzará en contra del polémico candidato tricolor, Jesús Vizcarra Calderón.
Tamaulipas con Rodolfo Torre, Hidalgo con Francisco Olvera Ruiz, Zacatecas con Miguel Alonso Reyes, Durango con Jorge Herrera Caldera, parecen apuestas seguras para el PRI.
La disputa se acrecienta y las pasiones se encuentran desatadas con responsabilidades repartidas al por mayor, la negación de unos y las culpas repartidas hacia otros.
Por eso, como decía el sensacional cátcher de los Yankees, Yogui Berra, esto no se acaba, hasta que termina y en los días restantes el fuego parece será atizado de un lado y del otro.
Por lo pronto, las denuncias, acusaciones, revelaciones, solicitudes de juicio político, aumentan de uno y otro lado, al igual que las exoneraciones, los lavados de mano, los mea culpa y los gritos de inocencia que habrán de multiplicarse en esta y la siguiente semana.
*Ahora qué tan comprometido se encuentra el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón para correcciones ortográficas, debería aprovechar a un alumno ventajoso como sería el coordinador de los senadores del PAN, Gustavo Madero Muñoz.
El senador panista registra constantes errores de pronunciación en las palabras, por lo que el secretario del Trabajo, tan docto en el tema, podría ser de gran ayuda para ello.
*Los juicios políticos siempre han sido un arma de amago en contra de los personajes que se alebrestan, por lo que no pasarán de servir como motivo de escándalo para ocupar primeras planas, al principio, ya que después la proliferación de los mismos se convertirá en simple choteo. Fidel Herrera, Heriberto Félix, Juan Molinar y otros personajes señalados para ser enjuiciados políticamente pueden estar tranquilos, ya que no pasará de eso, con todo y que la amenaza se cierne sobre ellos.
*En el pasado reciente Eric Rubio fue aspirante al gobierno de Yucatán, siendo desplazado primero por Orlando Paredes Lara y después por Ivonne Ortega Pacheco, debiendo conformarse con ser diputado federal.
Apadrinado por Emilio Gamboa Patrón, Rubio realizó una buena carrera política, en que fungió como senador y varias veces diputado y candidato derrotado al ayuntamiento de Mérida.
Hoy tiene demasiado tiempo libre, cuando entra el terreno de lo inverosímil y pide la comparecencia del entrenador de fútbol Javier Aguirre, para ver movimientos tácticos.