La entrega
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 11, Jun 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
A sólo dos días del partido inaugural de la Copa del Mundo en Brasil, el Senado mexicano inició ayer en comisiones la discusión de las leyes secundarias de la reforma energética.
Se dijo que se pretende dictaminar la ley de hidrocarburos, la primera de las iniciativas en materia que corresponde a dicha cámara desahogar.
En posteriores reuniones de comisiones se habrá de discutir y dictaminar, además de la de hidrocarburos, la leyes de Inversión Extranjera, Minera y de Asociaciones Público-Privadas.
Según el presidente de la Comisión de Energía, el priísta David Penchyna, anunció que la discusión será todos los días de 11 a 2 y de 5 a 8 de la tarde, y de ser necesario se trabajará también sábados y domingos, aunque no dijo hasta cuándo.
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas hizo de inmediato un posicionamiento, junto con el PRD, en el que advirtió que “en la llamada ronda cero, Pemex ya perdió no menos de 60 por ciento de las áreas exploratorias; 69 por ciento de los recursos prospectivos; 85 por ciento en recursos prospectivos en Lutitas; 71 por ciento del recurso prospectivo en aguas profundas; 41 por ciento en aguas someras, y 17 por ciento en áreas terrestres”.
Lo que hizo fue traer a colación parte de un artículo publicado hace unos días bajo el fuerte título “Comienza la entrega de México Pemex-ronda cero”, en el que explica que “entre los cambios que se están dando en la política petrolera, producto de las recientes contrarreformas constitucionales, aparece la ronda cero como el procedimiento mediante el cual el Ejecutivo federal asignará a Petróleos Mexicanos (Pemex) sus áreas de explotación de hidrocarburos.
“Constituye así la primacía que se concede a Pemex para que escoja las áreas donde desea participar, dejando el resto a la gestión de empresas particulares. Es el comienzo de la entrega de nuestro petróleo a intereses contrarios a los de México y la mayoría de los mexicanos”.
Conviene saber más sobre dicho artículo, puesto que el proceso iniciado en el Senado abre un debate, aunque informal, difuso y a contracorriente del ruido que los grandes medios harán a propósito del Mundial, sobre la reforma más emblemática del actual gobierno. Cárdenas plantea varias claves para entender lo que está en juego.
“El 14 de marzo pasado –escribió-, el consejo de administración de Pemex acordó enviar a la Secretaría de Energía la solicitud para la asignación de las áreas de exploración y los campos en producción de los que Pemex pretendería hacerse cargo (o seguirse haciendo cargo, pues hasta este momento Pemex los gestiona).
Hasta este momento se carece de información pública respecto de qué campos y cuáles áreas específicas abandonará y cuáles continuará operando Petróleos Mexicanos. Es indispensable que esa información se haga del conocimiento público, aunque al parecer ya fue reservada por varios lustros como es costumbre cuando algo importante se quiere ocultar a la opinión pública, aunque no exista razón evidente o de sentido común para ello.
“La información que la Secretaría de Energía ha dado a conocer es que Pemex solicita 83 por ciento de las reservas 2P (probadas y posibles) y 31 por ciento de los recursos prospectivos. La propia secretaría ha publicado que las reservas 2P ascienden a 26 mil 200 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
“Según las tendencias de la extracción actual, las reservas 2P tendrían vida de 12 años y, de ellas se estaría cediendo a los particulares el equivalente a dos años (4 mil 400 millones de barriles –17 por ciento), cuya magnitud parece indicar que Pemex no sólo sería retirado de las llamadas áreas complejas de Chicontepec y Burgos, sino también de alguna o algunas de las áreas de explotación más rentables del país.
“Por otra parte, los recursos prospectivos, que se estiman en 114 mil 800 millones de barriles, han sido explorados y estudiados por Petróleos Mexicanos, al que se pretende asignar sólo 31 por ciento de ellos, y el 69 por ciento restante licitarlo a particulares.
“La decisión de privatizar una quinta parte de las reservas 2P del país no es un asunto menor y debió ser ampliamente informado, pues se trata nada menos que de uno de los principales patrimonios de la nación. Esa manera poco aseada de proceder, en nada ayuda al desarrollo de un sistema de mercado donde el propio gobierno es el responsable de construir un esquema de regulación encargado de hacer valer la ley, como regla esencial de funcionamiento. Mal comienzan, pues, las cosas.
“Entonces, aun cuando el gobierno lo ha negado sistemáticamente, queda claro que la reforma energética tiene como objetivo central la privatización, la cesión a particulares de los recursos petroleros de la nación”, concluye entre otras cosas Cárdenas. Ya volveremos al tema.