El mundial de futbol
¬ Augusto Corro miércoles 11, Jun 2014Punto por punto
Augusto Corro
Mañana se inicia el Mundial de Futbol en Brasil con la ilusión de que nuestra representación deportiva gane la copa.
Se trata de un sueño guajiro que practicamos cada cuatro años cuando se enfrentan las selecciones de diferentes países en busca del campeonato.
Para ser sinceros, mientras no es eliminada la selección soñamos en ser campeones. El tiempo que dura ese sueño no pasa de los cuatro partidos. Luego volvemos a la cruda realidad. A la pesadilla de la cotidianidad. Esta vez en Brasil será lo mismo. La Selección Mexicana no tiene la calidad suficiente para hacer un buen papel. Nunca ha ocurrido. Salvo en los Juegos Olímpicos donde se coronó campeón. Hecho que se nos antojó calificar como milagroso.
A partir de ese triunfo todo ha sido derrota tras derrota de la Selección Mayor. Calificar al Mundial de Futbol fue un viacrucis. Ni los jugadores ni los entrenadores le encontraron la cuadratura al balón. Ahora la oncena en manos de Miguel Herrera no promete nada. En los dos últimos encuentros los mexicanos demostraron que su nivel de juego deja mucho qué desear. Sin embargo, algo nos dice que debemos tener fe en nuestra Selección Nacional.
Los jugadores de medio pelo, claro hay excepciones, tienen sumido al equipo en la mediocridad. Para empezar no tenemos un goleador, el crack que pudiera cambiar los resultados del partido.
¿Y “El Chicharito” y Gio”? Siempre han funcionado como figuras decorativas. El hecho de que jueguen en equipos europeos no quiere decir que son una garantía para conseguir victorias.
Mejor Oribe Peralta, “El Hermoso” que su limitada técnica es superada con el empuje y el deseo de ganar. Y volvemos a soñar y a confiar una vez más en nuestro equipo. Así lo hago yo desde tiempos inmemoriales. No entiendo. Pienso nuevamente en que ocurrirá un milagro y que la Selección traerá la Copa del Mundo 2014.
EL ESCENARIO
Mientras que en México soñamos, en Brasil la situación social y política se vuelve compleja.
La presidenta Dilma Rousseff intenta superar una crisis originada por grupos que protestan por el enorme gasto que Brasil destino al Mundial. Trabajadores sin techo, empleados del Metro, sindicatos de policía, maestros, transportistas y partidos opositores forman el mosaico de inconformes están dispuestos a empañar la fiesta del Mundial. Las inversiones millonarias para el campeonato, según los grupos que protestan, tendrían mejores destinos en los renglones de educación, salud y seguridad.
En Latinoamérica las carencias económicas afectan a grandes sectores de la población. Brasil no se queda atrás.
Esto nos lleva a preguntar dónde se encuentra el “milagro” brasileño tan cacareado en la administración de Luz Inácio Lula da Silva, porque se cuidó de esconder la pobreza debajo de la alfombra.
Las desigualdades sociales que existen en Latinoamérica no excluyen a ningún país. La miseria ancestral de los pueblos contrasta con las inversiones millonarias, que en el mejor de los casos, solo sirven para la diversión unos cuantos días. La presidenta Dilma Rousseff no ha cumplido con las expectativas de Brasil. Sabe que su administración no ha funcionado. Se encuentra tan consciente de su papel erróneo que no asistirá a la ceremonia inaugural del campeonato. Su popularidad descendió en los últimos meses y no desea exponerse a una rechifla mayúscula. Según los especialistas, el Mundial de Brasil ha sido el más caro de todos los tiempos en un escenario donde la pobreza choca irremediablemente con los intereses del gobierno de Dilma Rousseff y de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA).
¿QUIEN GANARÁ?
Son varias las Selecciones Nacionales que lucharán por la Copa del Mundo. Sin embargo, Brasil se proyecta como el ganador. Juega como local en su país y tendrá el apoyo mayoritario en los estadios donde juegue.
Eso sí, no la tendrá fácil. Sus adversarios tienen las mismas posibilidades que la verde-amarilla para triunfar.
España, Argentina, Alemania, Uruguay (¿el “caballo negro”), Portugal, etc., tienen equipos de superestrellas.
España persigue mantenerse como campeón, con futbolistas como Costa. Argentina tiene en sus filas a Lionel Messi uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Portugal tiene a un gran jugador: Ronaldo Cristiano, el famoso CR7. Los brasileños cuentan con el fenómeno Neymar y una cauda de brillantes jugadores.
A España no le caería mal ser campeones nuevamente. El triunfo los llevaría a olvidarse un poco de la crisis económica que los flagela y a aceptar con resignación a su nuevo rey, Felipe VI.
En fin, vienen días en que los aficionados al futbol, unos más otros menos, tendrán temas suficientes para analizar y discutir. Lástima que nuestra Selección Nacional solo sirva para puras penas. El Angel de la Independencia podrá dormir tranquilo. No afectarán su sueño la raquítica victoria mexicana, si la hay. ¿Estoy en la realidad o estoy equivocado? La respuesta se encuentra a la vuelta de la esquina.