Un SAT nos vigila
¬ Claudia Rodríguez martes 10, Jun 2014Acta Pública
Claudia Rodríguez
El Sistema de Administración Tributaria (SAT), no sólo tiene garras; también usará los sistemas de geolocalización o georreferenciación para ubicar a su base de contribuyentes dados de alta para el pago de impuestos.
El SAT, empero, no se manda solo. Es un organismos desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que dirige Luis Videgaray Caso.
Así que no nos asustemos. Todo este asunto de conocer hasta nuestros más privados pasos en nuestra vida cotidiana por parte de la autoridad hacendaria, no se trata más que de beneficiar a nuestros hijos o quizá a nuestros nietos.
Un bien familiar pues.
Pero entretanto, la calidad de vida de los que pagamos y no impuestos, se ha ido deteriorando de tal manera que las cuentas se han vuelto impagables. Todos andamos tras de todos por el pago de servicios o venta de artículos.
El pago de impuestos de los contribuyentes, deberían de entender nuestras autoridades que no sólo es una cuestión de cultura; también lo es de disparidad en cuanto al cobro y los beneficios que de estos se derivan desde la administración pública.
Porque si para muestra basta un botón, valdría la pena citar al presidente municipal de San Blas en Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva, quien dice que no más robó poquito, pues porque no había más.
El SAT, con todo y la mala situación doméstica en cuestión de economía ha aumentado su recaudación de manera histórica en estos primeros meses del año, pero habría que voltear la mirada hacia la actividad del consumo nacional que ha decaído de manera abrupta.
Total, el órgano recaudador, es ahora más temible que cualquier institución policial o de justicia. Así que no se le vaya a ocurrir, amable lector, ni por equivocación invitar a algún amigo o conocido con auto nuevo que se estacione frente a su domicilio. No vaya a ser que confundan un bien ajeno con propio.
Acta Divina… El SAT reconoció que utiliza herramientas de geolocalización para detectar algunos domicilios fiscales, con el objetivo de acreditar la veracidad de los datos que aportan los contribuyentes, e integrar esa información en los expedientes.
Para advertir… Un SAT nos vigila.