México, entrampado
Roberto Vizcaíno lunes 2, Jun 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Hoy mismo las corrientes y personajes de PRD y PAN viven confrontados y en la ruptura
- En Acción Nacional Gustavo Madero pasó por encima de Cordero y se apoderó de la Comisión Permanente
- Bejarano amenazó a Los Chuchos de que, si Cárdenas no es presidente del PRD, él va a la fractura
Como en el juego de Juan Pirulero, hoy en México que cada quien atienda su juego.
Y en este juego, en pleno proceso de reformas y cambio sistémico, unos internamente jalan para un lado y públicamente para el otro.
Eso ocurre hoy en el PAN y en el PRD. Metidos en una dura contienda por renovar sus dirigencias nacionales, estos dos partidos se desgarran por dentro mientras acuden a la batalla política nacional como si realmente fueran grandes y poderosos partidos nacionales. Pero no lo son. Hoy más que nunca ambas instituciones cruzan por su mayor debilidad.
EL PAN, CONFRONTADO
El caso más evidente de ello es el de Acción Nacional. Como todos sabemos el domingo 18 de mayo pasado se realizaron las primeras elecciones abiertas a su militancia para elegir a su nuevo dirigente nacional.
En ellas Gustavo Madero ganó con el 56.76 por ciento (88,537 votos), mientras que Ernesto Cordero obtuvo el 43.24 por ciento (67,447 votos).
El proceso, que estuvo precedido por una larga, muy desgastante y muy sucia guerra de declaraciones y confrontaciones, que derivó en mayo del año pasado en la remoción de Ernesto Cordero de la coordinación de los senadores del PAN en el Senado y luego en una contra-reacción de este grupo que acusó de corrupción al coordinador de los diputados panistas, a Luis Alberto Villarreal y al propio Gustavo Madero, concluyó con el reconocimiento del triunfo del chihuahuense.
Así terminó también la amenaza de una judicialización del proceso electoral interno que estuvo plagado de denuncias por parte de Cordero y su grupo.
Se sabía desde ese 18 de mayo pasado que el paso siguiente sería la integración de la Comisión Permanente, el órgano rector interno del cual dependen las acciones y decisiones más importantes de este partido.
Desde el reconocimiento del triunfo de Madero, el senador Ernesto Cordero y los suyos hablaron de que al asumir de nuevo la presidencia del PAN, el chihuahuense debía darles espacios en la dirección del partido a los integrantes del grupo perdedor.
Desde entonces Madero dijo que no. Que se les reconocería su participación en las decisiones del PAN, pero que no se les daría posiciones de poder.
El sábado pasado Madero se lo cumplió a Cordero. De 40 posiciones dentro de la Comisión Permanente, él se quedó con 38 y le dejó 2 a Cordero.
Esta Comisión Permanente no sólo decidirá en los dos años siguientes cuánto y cómo se gastan los dineros de las prerrogativas que les llegarán ahora del INE, sino quiénes serán los candidatos a todos y cada uno de los cargos de elección que estarán en juego el año que entra.
De entrada esta Comisión decidirá quiénes son los panistas que competirán por las 500 diputaciones federales (300 de mayoría y 200 de representación proporcional).
Todos dentro de la política y en el mundo de los negocios, el capital y la producción, así como los líderes y agrupaciones sociales saben que la gran contienda del año que entra es justamente por el control de la Cámara de Diputados.
Esta será la legislatura que defina las reformas y los presupuestos de ingresos y egresos durante la segunda y última parte del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
De muchas de las decisiones y acciones de esa legislatura dependerá quién y qué partido gane la Presidencia de la República en las elecciones de 2018.
Es obvio que el PAN buscará en ese año arrebatarle de nuevo Los Pinos al PRI y a Peña Nieto.
Ni qué decir que esta Comisión Permanente de Acción Nacional –integrada el sábado pasado con una mayoría absoluta de leales a Gustavo Madero–, también llevará mano para decir quiénes serán los candidatos del PAN a las gubernaturas de Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora.
De todas estas gubernaturas el PAN de Madero va a pelear hasta con los dientes retener Baja California Sur y Sonora, ganar en Nuevo León (estado que es la joya de la corona de los comicios del año venidero) y Michoacán (donde podrían tener muchas posibilidades para lograrlo con la repetida candidatura Luisa María Calderón), y recuperar San Luis Potosí y Querétaro que ya fue de panistas en años pasados.
En el proceso de 2015 también estarán en juego las 16 delegaciones del DF y 66 asientos de la Asamblea legislativa capitalina; unas 900 alcaldías (algunas tan importantes como Guadalajara y su área metropolitana con Tonalá y otras; Toluca, Guanajuato, Acapulco, Campeche, Manzanillo, Morelia, Monterrey y su área metropolitana, Querétaro, Hermosillo, Villahermosa, y Mérida), así como varios cientos de diputaciones y mayorías en congresos locales.
El año que entra, que será eminentemente electoral, el PAN quizá reciba del nuevo INE prerrogativas por cerca de los mil millones de pesos.
Señalamos todo esto para significar lo que Gustavo Madero y su grupo le ganaron a Ernesto Cordero (y a Felipe Calderón y su grupo) en las elecciones del domingo 18 de mayo pasado, victoria que consolidaron el sábado anterior al dejarlos fuera de la Comisión Permanente del PAN.
Dicen que la ingenuidad se denomina de otra forma después de los 18 años de edad. Por eso no pocos calificaron a Cordero y a Juan Manuel Oliva de “ingenuos”, cuando el sábado, al inicio de los trabajos de elección de nuevos comisionados, el ex gobernador de Guanajuato le pidió a Madero entregarle el 43 por ciento de los cargos del Consejo y de la dirección nacional del PAN.
El argumento era que ese 43 por ciento les correspondía porque ese fue el porcentaje de votos que obtuvieron en las elecciones internas del 18 de mayo pasado.
Madero les respondió ahí mismo al quedarse con el 98 por ciento de los cargos de la Comisión Permanente.
Los corderistas, enfadados, hicieron correr de inmediato la versión de que Madero sufriría las consecuencias de una reacción en su contra. No dijeron que Madero ha venido sufriendo desde hace al menos 3 años el embate de los calderonistas y corderistas y que a pesar de eso les ganó el 18 de mayo pasado.
La consecuencia es que el PAN seguirá fracturado por un buen rato y que la guerra de corderistas persistirá contra Madero hasta las siguientes elecciones internas previstas a realizarse por allá de octubre-noviembre del año que entra.
EL PRD, IGUAL
En el PRD las cosas no andan mejor. Ahí el proceso de elección del nuevo dirigente nacional será el 21 de septiembre y lo decidirá el pleno del Consejo Nacional.
Los miembros de este Consejo serán a su vez designados el 24 de agosto dentro de un contexto dominado en un 70 por ciento por la corriente Nueva Izquierda, coloquialmente conocida como “Los Chuchos”. No se ve por qué pudiera cambiar este dominio de NI.
Luego entonces todo apunta a que el 21 de septiembre quede Carlos Navarrete como Presidente del PRD en sustitución de Jesús Zambrano. Ambos son parte de “Los Chuchos”.
El conflicto surge porque la segunda corriente en importancia, la de Izquierda Democrática, creada y liderada por René Bejarano, el famoso “Señor de las Ligas”, impulsa la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas.
Y el pasado fin de semana Bejarano dijo a “Los Chuchos” que el nuevo presidente del PRD es Cárdenas, o él fractura al PRD.
Aquí también la amenaza no es novedad, porque Bejarano que grazna como pato, camina como pato y es igualito al pato llamado Andrés Manuel López Obrador, mantiene dentro de la crisis desde hace varios años al PRD. Así que…