Senadores, como en Mecánica Nacional
¬ Juan Manuel Magaña viernes 30, May 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
¿Por qué no iban a ir nuestros senadores a España, si esa ida era gratis? ¿Qué importaba cuál fuera el motivo, si aquí hay un dicho que dice que “siendo regaladas, hasta las puñaladas”? Y hay que comprender que los legisladores son humanos, tienen avidez y además están ahí, donde hay presupuesto.
Y uno ve sus fotos de su ida en manada a España, dizque a “La Experiencia de la Libertad: Homenaje a Octavio Paz”, y no sé por qué hacen recordar alguna de esas películas de Mecánica Nacional, donde los mexicanos aprovechan para darse una escapadita e ir juntos, todos los que se pueda, rumbo al mitote.
No saben a qué van, pero ahí fueron. Dicen las crónicas que los organizadores del homenaje a Octavio Paz en Casa de América, de Madrid, España, se sorprendían nomás de ver a la folclórica quincena de senadores y diputados mexicanos, que de última hora se habían apuntado al tour a España.
Que ellos supieran, los organizadores, se había anunciado que únicamente asistiría Blanca Alcalá, la presidenta de la Comisión de Cultura del Senado.
Esos legisladores que acudieron a un homenaje del poeta Octavio Paz recibieron en conjunto 417 mil 690 pesos en viáticos, casi medio millón de pesos.
Según esto, a cada uno le tocaron mil 800 euros (unos 31 mil 500 pesos) para alimentación y hoteles durante tres días. De a 600 euros diarios. Claro que el vuelo de avión ya estaba pagado, por separado, de modo que aquellos euros fueron limpios de polvo y paja.
Según José Rosas Aispuro, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, los legisladores se sacrificaron y se hospedaron en hoteles de medio pelo, de 120 a 150 euros por noche, unos 2 mil 700 pesos. Así, de ese modo, les sobraban unos 8 mil pesos para medio irla pasando al día.
Y al tumulto fueron Raúl Cervantes Andrade (PRI), presidente del Senado; José Rosas Aispuro, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado; las secretarias de la Mesa Directiva, Rosa Adriana Díaz Lizama (PAN) y Martha Palafox Gutiérrez (PT); de la Comisión de Cultura, su presidenta, la priista Blanca Alcalá Ruiz; el secretario de la misma, Javier Lozano Alarcón, Mariana Gómez del Campo Garza y Gerardo Sánchez; los coordinadores de bancada, el priista Emilio Gamboa Patrón y el panista Jorge Luis Preciado, los senadores Isidro Pedraza Chávez, Humberto Mayans Canabal, Gerardo Sánchez y Manuel Cavazos, y los diputados Arely Madrid del PRI, Sonia Rincón de Nueva Alianza y Judith Guerrero del PVEM.
Para justificar esa ida, el mismo Rosas Aispuro dijo cualquier cosa que se le vino a la mente, menos algún interés superior por la cultura y mucho menos por el homenajeado.
“Nos reunimos con el Consejo Empresarial de España, con el banco más importante de España, que es el Banco Popular, para explicar las reformas que se están haciendo en México. La verdad es que desde España se ve con muy buenos ojos lo que se está haciendo en México. Hay mucho interés en invertir en México. Yo creo que ha sido una visita muy fructífera”.
Ya el senador perredista Alejandro Encinas, había criticado que el senador del PAN, Javier Lozano Alarcón, estuviera de paseo en España, cuando en su calidad de presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, debería estar concentrado en la dictaminación de las leyes secundarias de la reforma en la materia. Lo que no supo Encinas es que Lozano, siempre más vivo que todos, tenía la posibilidad a la mano de cambiarse la cachucha de presidente de comisión por la de secretario de la de Cultura, lo que siempre aumenta ostensiblemente sus privilegios.
Quien más me recuerda a Mecánica Nacional es el senador Jorge Luis Preciado, panista, y tan ansioso de vivir y gozar la vida que otras veces se ha armado sus pachangas con mariachi en el Senado. Se mostró satisfecho con la visita: “Ha sido corta, pero productiva”, declaró. “En mi caso, es la primera vez que salgo del país y conocer España ha sido una experiencia interesante”.
Una experiencia religiosa diría el joven Iglesias, cantaor de España como su padre. Y en fin, la excursión seguramente valió la pena, se ve que hubo para todos y no faltaron los detalles para el recuerdo, tanto del Corte Inglés como ese “selfie” que algunos lograron hacerse con otro grande de la literatura, el escritor Mario Vargas Llosa. Eso sí que fue toda una aproximación a lo literario.