El reparto del pastel
¬ Gustavo Mora jueves 24, Jun 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
El PRI estuvo al borde de que PAN y PRD juntos le empataran y hasta lo rebasaran en número de gobernadores en las postrimerías del gobierno de Vicente Fox Quesada, que metía la mano en todo tipo de elecciones, como dicen que lo hace ahora Fidel Herrera Beltrán en Veracruz.
Tenía 17 y se estaba quedando encantado a medida de que los mandatarios priístas hacían labor de zapa contra Roberto Madrazo Pintado, para que no llegara a la candidatura presidencial. Elba Esther Gordillo, que tiene su guardadito de plazas magisteriales que abre la SEP, pero que no llegan a los mentores porque la matriarca las guarda para cobrar las facturas electorales, era una de las cabezas de ese movimiento.
PAN 8 y PRD con 6 le pisaban los talones. Guerrero se perdió y el Estado de México pudo haber sido clave, pero Arturo Montiel operó para que esto no ocurriera y llegara Enrique Peña Nieto.
Con Felipe Calderón Hinojosa, el PRI ha aumentado su cuota de gobernadores recuperando entidades que estaban en poder del panismo: Yucatán, San Luis Potosí y Querétaro, aunque la mala forma en que salió Eduardo Bours Castelo le costó perder Sonora, que siempre fue una joya que buscaron engarzar en su corona los panistas. Sin duda, la presidencia de Beatriz Paredes Rangel ha tenido que ver con esa recuperación, que se verá hasta qué punto llegue el domingo 4 de julio, cuando estarán en juego la tercera parte de los mandatarios estatales. El PRI puede despegarse mucho, pero también hay sus riesgos. Puede recuperar Aguascalientes y dar la pelea en Zacatecas. Madrazo ya les había recuperado antes Nayarit y Nuevo León. Pero donde no se ve ninguna posibilidad de recuperación para el PRI ni de victoria para el PAN, es en el Distrito Federal, irremediablemente perdido desde 1997, gracias a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Las famosas alianzas electorales que juntaron el agua con el aceite (PAN con PRD y PT) dirán si fue un acierto o un error seguir con aquello que dice: detrás de la cruz, está el diablo.
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La Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal siempre actúan al filo de la navaja. Lo mismo en lo de Acteal, que en lo de la guardería ABC de Hermosillo, en el delito de genocidio con el que se intentó que Luis Echeverría muriera preso en su domicilio, la bronca de los gays y la legislación del aborto, la eutanasia disfrazada, la quemazón de la discoteca “New’s Divine” en la Gustavo A. Madero, son asuntos que siempre han puesto inquietos a ministros y magistrados.
Para colmo, en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, su presidente toma decisiones con los nombramientos que son de… sí, pero no. Y el presidente de la Corte es atacado un día sí y el otro también con las decisiones del Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Federal Electoral. Cuando había buenos ministros y magistrados y las dos entidades del Poder Judicial no tenían vela en los asuntos políticos, la cosa era más sencilla. Pero los tiempos modernos y los conflictos electorales han complicado su función, aparte de que la capacidad de los titulares dista mucho de ser la que tuvieron en los fabulosos setentas… Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes Rangel aparecerán juntos antes de los comicios del 4 de julio, para evitar chismes de vecindad… Mariano González Zarur parece ser buen prospecto para ganar, ahora sí, la gubernatura de Tlaxcala, perdida por el PRI desde hace 12 años. Mariano ha madurado mucho y aunque tiene amigos y aliados no muy recomendables, su capacidad política personal está fuera de duda.
