El fantasma del abstencionismo
Luis Muñoz jueves 29, May 2014Segunda Vuelta
Luis Muñoz
Dado que ninguno de los dos candidatos más fuertes a la Presidencia de Colombia alcanzó en la primera ronda más de la mitad de los votos, el próximo 15 de junio irán a una segunda vuelta con el “fantasma” del abstencionismo rondando la jornada.
De acuerdo a los datos dados a conocer hasta ahora, el uribista Óscar Iván Zuluaga ganó el pasado domingo los comicios con un 29.25% de los votos, contra el 25.58% de los sufragios del candidato a la reelección, Juan Manuel Santos, pero a ninguno de los dos les alcanzó para obtener la Presidencia.
Por otra parte, a abstención es preocupante, no cabe la menor duda.
Según datos oficiales, sólo sufragó un 39.61% de los 32.9 millones de colombianos convocados a las urnas. Quizá eso lo explique el hecho de que en Colombia, a diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos, el voto no es obligatorio.
Un ingrediente que pudo afectar al urbista en la recta final de su campaña fue un escándalo de espionaje por el que está detenido uno de sus integrantes, el pirata informático Andrés Sepúlveda, y por un vídeo en el que Zuluaga aparece con él.
Sin embargo, como suele suceder en estos casos: Zuluaga minimizó los hechos y se negó a escuchar a quienes le pidieron que renunciara a competir en las elecciones.
Lo que se ha podido ver hasta hoy es que los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia son un mensaje poco alentador para las víctimas del conflicto, que en estos últimos cuatros años habían pasado del olvido, la indiferencia y el desprecio a ocupar el espacio que les correspondía en la agenda nacional.
Además, el reconocimiento por parte del gobierno de Santos de que Colombia vive un conflicto armado de profundo calado y las posteriores acciones desarrolladas para reparar a todos aquellos que lo han padecido y lo padecen, a través de la Ley de Victimas y Restitución de Tierras y de la reorganización de la estructura de protección social, es el mayor legado de estos cuatros años de gobierno. Negar la existencia del conflicto, era negar la dignidad a 6 millones de víctimas.
Dicen los analistas que las recientes fueron las primeras elecciones en décadas sin ataques ni atentados guerrilleros, ya que rigió un alto al fuego conjunto e histórico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, resaltó que las elecciones del domingo en Colombia, un país que vive 50 años de conflicto armado, transcurrieron con “tranquilidad…similar a la de cualquier nación en paz”.
Cuando se le preguntó a Santos sobre el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la demanda para posponer las elecciones, negó categóricamente esa posibilidad.
“Nunca, dijo, cambiaré la ley en mi beneficio”.
Veremos qué pasa en la segunda vuelta.
RELACIONES INMEJORABLES
México sigue con interés el desarrollo de las elecciones colombianas y su consecuente desenlace, pues se trata de un país con el que sostienen relaciones inmejorables. El presidente Juan Manuel Santos ha sostenido que las relaciones con México “están mejor que nunca”, especialmente por el afianzamiento de la Alianza Pacífico.
En tanto que el secretario de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade, en el mismo sentido, resaltó la solidez de la relación con Colombia y afirmó que desde “1995 a la fecha el comercio (entre ambos países) se ha multiplicado por 14”, al grado que ahora uno de cada cinco dólares que México exporta a Sudamérica es para este país.
Colombia, para decirlo pronto, es el tercer destino de las inversiones extranjeras mexicanas en la región y pocos países en el mundo tienen una relación comercial con el dinamismo que han exhibido México y Colombia.