Otro nombre; misma máscara
Francisco Rodríguez miércoles 28, May 2014Índice político
Francisco Rodríguez
Seguirá ocultando la cara bajo una elaborada prenda que sólo permite ver sus ojos y su boca. Pero cambiará de nombre.
Él no ha sido “botarga”. Tampoco “holograma”.
Pero las mafias se apropiaron de su nombre y, obligadamente, deberá cambiarlo.
Es un luchador. Pero su pelea no fue para “formar guerrilleros, soldados y escuadrones”, tampoco para preparar “promotores de educación, de salud, y se fueron levantando las bases de la autonomía que hoy maravilla al mundo. En lugar de construir cuarteles, mejorar nuestro armamento, levantar muros y trincheras, se levantaron escuelas, se construyeron hospitales y centros de salud, mejoramos nuestras condiciones de vida. En lugar de luchar por ocupar un lugar en el Partenón de las muertes individualizadas de abajo, elegimos construir la vida”.
Y en su lucha ha sido pocas veces derrotado.
¿Sabe usted, empero, que lo venció?
La falta de oportunidades, la nula libertad en el estilo de lucha y, aunque parezca poco creíble, su escasa adaptación al idioma inglés.
“Místico” ya no será “Místico”.
No puede serlo más.
Tampoco podrá ser “Sin Cara”.
Los dos nombres le han sido arrebatados por el Consejo Mundial de Lucha Libre, el primero, y por la empresa norteamericana WWE, el segundo.
Pero seguirá usando máscara.
Y seguirá siendo el mismo.
Con otro nombre.
Fundamentalmente el mismo.
AIRE PARA CAMACHO
Con la despedida del “subcomandante Marcos” —quien también cambia de nombre, pero seguirá oculto bajo la misma máscara—, reaparecieron otras versiones, muy distintas de las conocidas y aceptadas generalmente sobre los orígenes y financiamientos de la “rebelión chiapaneca” en enero del año de la entrada en vigor del TLC.
En libros recientes que han sido presentados en el Club de Periodistas de México se sostiene, con respaldos de profundas investigaciones sociológicas y de seguridad, que el fuerte cacicazgo que ejercía en esa región del sureste el famoso doctor Manuel Velasco Suárez —abuelo del actual gobernador Manuel Velasco— fue determinante.
Se ha demostrado que, en connivencia con el también ya finado Samuel Ruiz, entonces obispo de San Cristóbal de las Casas, se armó el paripé con el objetivo de hacer renacer las esperanzas presidenciales del ex yerno del ex gobernador, el actual “Padre de la Patria” —así le dicen— Manuel Camacho Solís, quien solucionando el problema armado se enfilaría a obtener “la mano de Doña Leonor”.
Parece demasiado maquiavélico para ser verdad.
Pero México es el país donde todo se puede.
Y EBRARD, AL AIRE
A propósito de Manuel Camacho…
Con una gran cachaza reapareció en un matutino patito Marcelo Ebrard Casaubón. Portó una bandera guajira: prometer ganarle a la estructura de “Los Chuchos” la elección interna del PRD, apoyándose “en su estatura moral y en su prestigio político”.
Si me hubiera querido ir a Morena o al MC, ya lo hubiera hecho, dijo, sin mencionar que AMLO, por sanidad mental, no lo deja pasar ni a uno ni a otro.
Vivir engañado es el destino de Ebrard. Demasiado herido como un gorrión que se quedó sin alas, como una gaviota que perdió su playa.
La verdad es que nadie lo invita a ningún proyecto. Sólo lo invitaron al mismo programa radiofónico donde cobijaron a su cuate, “El basuritas”.
Del desastre de la L12 del Metro, donde es el auténtico culpable, dice que todavía no hay un diagnóstico de por qué se cerró y que tuvo que cerrar convenios aprisa, porque la obra estaba atrasada. Puros argumentos fatuos para un pueblo enardecido.
Salió Ebrard al aire. Salió también de su guarida en Xochimilco.
Índice Flamígero: Dice don Alfredo Álvarez Barrón: “El día tenía que llegar: el “subcomandante Marcos” anunció su retiro de la dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. “Siendo las 2:08 horas del 25 de mayo del 2014 en el frente de combate suroriental del EZLN, declaro que deja de existir el autodenominado “subcomandante insurgente Marcos”, aseveró con un parche en el ojo y su característico atuendo miliciano… Y ya investido como El Poeta del Nopal, nos regala este epigrama: “En acto desesperado, / discreto parche en el ojo, / haciendo a un lado el arrojo / te escurres por un costado; / al tiempo, multiplicado, / regresarás, Dios mediante, / y ojalá, “subcomandante”, / terminado éste renglón, / encuentres la absolución / en algún punto distante.” + + + Tan sólo en los últimos días, me confían, han salido del país más de 30 mil millones de dólares en busca de nidos más confortables y productivos. Nada más ¡no le vayan a echar la culpa a Marcos!