Algunas historias de migrantes
¬ José Antonio López Sosa viernes 23, May 2014Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Tenosique, Tabasco.- Llegamos por otras circunstancias hasta este sitio en el sureste mexicano, muy cerca de la frontera entre Guatemala y el estado mexicano de Tabasco. Aquí llegan cientos, si no es que miles de indocumentados de diversos países centroamericanos, con la mira de llegar a los Estados Unidos tras una larga travesía en nuestro territorio.
En las calles de Tenosique se dejan ver hondureños, guatemaltecos, salvadoreños que deambulan por las aceras pidiendo dinero para comer algo mientras encuentran cómo seguir sus caminos. Muchos de ellos fueron ya extorsionados, tanto por el crimen organizado como por las autoridades migratorias y estatales, están sin dinero y con muy poca esperanza de seguir adelante.
Escuché historias terribles, no sólo de autoridades, sino de la propia gente, tanto de Campeche y Tabasco que busca cómo abusar y lesionar la vida de estos indocumentados.
Personas de Palizada, Campeche, llegan hasta Tenosique, Tabasco, ahí juntan a varios indocumentados y les cobran con la promesa de llevarlos a Palizada, desde donde les dicen, podrán seguir su camino a Veracruz sin retenes migratorios. Les cobran, los suben en camionetas y los bajan en el retén militar antes de entrar a Palizada, ahí los migrantes son detenidos por el Ejército y entregados a Migración, la gente de Palizada que los llevó simplemente se queda con su dinero, poco o mucho, pero se trata de un robo.
Gente de los alrededores de Tenosique contrata indocumentados para las labores del campo, ahí en muchas ocasiones se les paga menos del salario mínimo, se abusa sexualmente de las mujeres y cuando amenazan los migrantes con denunciar, son entregados a las autoridades de Migración, o bien, a representantes de “Los Zetas” que viven en la zona y buscan reclutar migrantes.
Es muy desafortunado que el maltrato a los migrantes centroamericanos no sea sólo de las autoridades mexicanas y del crimen organizado, también de ciertos sectores de la sociedad civil que buscan sacarles provecho a la mala, con la mirada cómplice de las autoridades estatales y migratorias en la región.
En los siguientes días, en este espacio revelaremos la historia de dos hondureños que padecieron todo tipo de abusos por agentes migratorios y policías estatales.
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