Dolió al juez la crítica en redes
¬ Juan Manuel Magaña viernes 23, May 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Lo que hay que ver todavía en este país. Los magistrados electorales se hicieron los ofendidos e hicieron su desplante digno al anunciar que no “cobraremos ni un solo peso’’ del famoso “haber de retiro’’ que el PRI y sus satélites les quieren a fuerza obsequiar, si no de por vida -debido a las fuertes críticas- por lo menos convertido en una megapensión de dos años.
No, no y no, dijeron los magistrados molestos con los comentarios críticos que el asunto motivó en la prensa y sobre todo en las redes sociales.
Fue el presidente del Tribunal Electoral, Alejandro Luna Ramos, quien pidió a sus compañeros emitir un pronunciamiento relacionado “con las noticias que últimamente han abrumado a este tribunal”, y que ‘‘han tratado de alguna manera de menoscabar la integridad y la pulcritud con que el TEPJF se ha manejado desde que formamos esta nueva integración’’.
“No estamos aquí por dinero”, dijo un ministro. ‘‘Periodismo improvisado y sin ética’’, denunció otro.
Al abrir la sesión de este miércoles, los jueces calificaron la información del ‘‘haber de retiro’’ (de hecho una pensión vitalicia) de ‘‘imprecisa, maliciosa y tendenciosa’’. Se fueron en contra de los medios, de internet y de algunos senadores que según ellos desinformaban a la gente.
Y en síntesis dijeron que su estancia en el máximo tribunal electoral del país no tiene una motivación económica.
Hubo expresiones como esta del magistrado Salvador Olimpo Nava: ‘‘Se ha vulgarizado el tema a pesos y centavos; especulaciones de algunos medios de comunicación respecto de montos no tienen precedente y nos han lastimado. Los que aquí trabajamos, con nuestros conocimientos y con nuestra dedicación podríamos ganar más dinero si litigáramos los asuntos que nosotros mismos resolvemos’’.
Al mismo tiempo que en la Comisión Permanente se presentaban dos iniciativas, la del PRI y la PRD -una para quitarle a la prestación lo vitalicio y dejarla en megapensión, y otra para de plano eliminarla-, Luna Ramos dijo que el ‘‘haber’’ no representa pago anticipado o vitalicio ni dádiva alguna que ponga en tela de juicio la integridad del tribunal.
Recordó que los propios magistrados disolvieron un fideicomiso creado para su retiro. “Si ese fondo existiera —sostuvo-, ya tendría más de 10 millones de pesos en cartera. Como se ve, estamos hablando de funcionarios del Estado que no tienen problema de dinero y que pueden ponerse dignos y rechazar una pensión sospechosa para “la maledicencia”.
Ellos son de los mejor pagados en el sector público nacional, con sueldo y prestaciones anuales por encima de los 4 millones de pesos.
Tienen altos beneficios, como el pago anual ‘‘por riesgo’’, compensación garantizada, ayuda por jornadas electorales e incluso la prestación de viajar en primera clase, hospedarse en hoteles de ‘‘nivel gran turismo’’ en México y el extranjero. Y están exentos de comprobar hasta 30 por ciento de los viáticos recibidos.
La cuestión es que siendo evidente que el dinero no les falta en el cargo, los magistrados resaltaron, sin embargo, que aunque no cobren el ‘‘haber’’, es necesaria su aprobación para compensar el trabajo y garantizar la independencia judicial. Ya no para ellos, dicen muy dignos, sino para los que vienen.
Qué jueces. ¿Por qué si creen que la mentada pensión es justa, mejor se desgarran las vestiduras para rehusarla? No checa, eso es de lo más incongruente. Eso sí, los magistrados nunca hablaron de la inmoralidad que el asunto entraña y ni siquiera se refirieron a la manera oscura con que el PRI manejó la cuestión, lo que produjo, ahí también, toda clase de especulaciones y enfurecimiento en las redes.
En cambio, el más sensato al dar su opinión fue el magistrado Constancio Carrasco Daza, quien explicó que lo que aprobó el Legislativo fue un ‘‘haber de retiro acotado’’, pero admitió que el tema es sensible frente a una realidad económica mexicana, en la que dos terceras partes de la población no tienen ingresos suficientes para una subsistencia digna o para la separación laboral.
La cuestión es qué van hacer los magistrados con un PRI tan sensible con ellos para que no bajen de nivel y tan comedido a sostenerles la pensión por más que ellos juren que ya no la quieren. ¿Se van a sostener en que no cobrarán “ni un solo peso” o serán incapaces de resistir la tentación a un cañonazo que para ellos “es justo”?