59% de mexicanos que vive con VIH-Sida lo desconoce
Nacional miércoles 23, Jun 2010De esa población, 27% recibe atención con anti-retrovirales y 14% no requiere aún tratamiento, señala Censida
El 59% de los casi 220 mil personas que portan el virus del Sida en México lo desconocen, alertó Carlos Magis Rodríguez, director de Investigación Cooperativa del Centro Nacional para Prevención y el Control de VIH-Sida (Censida).
En el marco de la “Segunda Jornada Científicas y Culturales por la Diversidad Sexual y el “IV Encuentro Universitario sobre VIH-Sida , destacó que del número citado otro 27% recibe atención con anti-retrovirales y el restante 14% no requiere aún tratamiento.
Al dictar su conferencia en el salón Cuicalli de la UAM-Iztapalapa, destacó que la detección oportuna y el tratamiento adecuado permite una sobrevida de 35 a 40 años, en relación a los sólo tres años durante el primer periodo en que apareció el mal.
En la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), reconoció que la detección del mal es complicada, pues la gente acude a los servicios de salud no por síntomas en concreto, sino por afecciones múltiples, que incluyen problemas infecciosos o de cáncer.
Magis Rodríguez sostuvo que las campañas de prevención si bien llegan a la población, se dificultan entre las personas más vulnerables, ello incluye a hombres que tienen sexo con hombres, a quienes están privados de su libertad y a los que usan drogas inyectables.
Por eso, añadió, es importante trabajar mano a mano con organizaciones de la sociedad civil que mantienen un contacto estrecho con estos grupos.
El directivo de Censida también destacó la importancia de las campañas contra la homofobia, pues este problema limita el acceso de las personas a los servicios de salud.
En el acto, el rector de la UAM, campus Iztapalapa, Javier Velázquez Moctezuma, expresó que para la universidad pública es importante participar en la discusión sobre el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y las enfermedades de transmisión sexual en general.
De estas aulas, planteó, se genera no sólo una toma de postura sino alternativa terapéutica, educacionales y farmacológicas para ayudar a controlar esa lacra que padece la sociedad, pues falta educación en la prevención y en específico para evitar conductas de riesgo.
“Los esfuerzos que se hacen cotidianamente son muy respetables, pero nos falta mucho para poder permear en toda la población. Me parece que no estamos llegando a los sectores más vulnerables y desprotegidos”.