La victoria de Madero
¬ Augusto Corro miércoles 21, May 2014Punto por punto
Augusto Corro
El panista Gustavo Madero fue reelecto como presidente del Partido Acción Nacional (PAN) y dejó en el camino a su adversario político, el senador con licencia, Ernesto Cordero.
No fue difícil adivinar quién de los dos panistas se alzaría con la victoria. Un análisis simple de los aspirantes al liderazgo partidista se inclinaba, inmediatamente, hacia Madero. Este ganó gracias a la imagen negativa que proyecta el ex presidente Calderón.
Los panistas y los no panistas consideraron que votar por Cordero, el delfín de Calderón, sería como aceptar que el sexenio anterior estuvo bien administrado y no fue así. El ex mandatario michoacano no pudo brindar la tranquilidad que exigía el país.
Se montó en una guerra cruenta que llegó a todos los rincones de México y alcanzó más de cien mil muertos y miles de desaparecidos, con sus respectivas tragedias familiares y el tejido social hecho trizas.
ROMPIÓ CON CALDERÓN
Madero le echó mucha valentía a su condición de dirigente panista y rompió el sometimiento que lo tenía anclado al michoacano. El distanciamiento se agudizó cuando el PAN tuvo la necesidad de seleccionar a su candidato presidencial en los comicios del 2012.
Calderón pugnaba porque Corderofuera el abanderado en una lista integrada por panistas distinguidos. No se le hizo. Los panista no obedecieron la línea presidencial y se fueron por la libre. La candidata Josefina Vázquez Mota derrotó a Cordero. Con esto, la aspirante se ganó el odio de Calderón y del otro ex presidente Vicente Fox. Ambos despreciaron la candidatura de su compañera de lucha y de partido.
Acción Nacional sufrió, en lo general, una derrota mayúscula, como lo manifestó Madero al ser entrevistado. Si bien la guerra fallida contra la delincuencia organizada es una carga negativa importante en la trayectoria de Calderón, no son menores otros problemas, como el desempleo que no supo como erradicar.
EL LASTRE DE LA MALA IMAGEN
Toda la mala imagen del michoacano tuvo que llevar en los hombros Cordero ante una sociedad cada vez más informada. Como si no fuera suficiente el desprestigio del michoacano, el senador con licencia se apoyó en Juan Manuel Oliva, el ex gobernador de Guanajuato, acusado de enriquecimiento ilícito.
Por otra parte, a las huestes maderistas se les criticó por las actividades ilícitas que practican o solapan, como son las relaciones en negocios turbios como son los casinos irregulares y los “moches” que llevaron a cabo sin ruborizarse.
De acuerdo con información que salió a la luz pública en 2011, Jorge Villalobos, el vicecordinador de la bancada panista y colaborador de Madero, habría gestionado trámites para la instalación de un casino de los hermanos Ricardo y Luis Alberto Villarreal, diputado panista.
DESCALIFICA A MADERO
El ex gobernador panista de Nuevo León, Fernando Canales, fue demoledor en sus juicios sobre el reelecto Madero al descalificarlo por no combatir la corrupción al interior del partido.
Del dirigente dijo que no cuenta con el perfil que necesita el partido, “pues no sólo no ha actuado contra la corrupción, sino que propició, toleró y se alió con quienes la practican”.
Como se ve, la lucha partidista en el interior del PAN jugó un papel importante la ambición por el poder. Los políticos blanquiazules se olvidaron de principios. El PAN del presente no es ni la sombra de lo que en un tiempo fue un partido político de oposición genuina. Ahora, con cualquier pretexto, Madero asume su actitud sumisa ante las autoridades federales.
UNA PAZ APARENTE
Aparentemente, la lucha política entre Madero y Cordero no registró daños mayores; sin embargo, es muy temprano para hablar de resignaciones. Cada quien se fue con su golpe. Hicieron bien porque poco queda del naufragio panista, luego de la tragedia de las elecciones presidenciales. El divisionismo interno terminaría con desaparecer a ese organismo político.
La presidenta del PAN, Cecilia Romero, dijo que tras la elección interna en el PAN debe haber la llamada “operación cicatriz”, pues en “toda batalla hay heridos”. Sólo falta saber el grado de las “lesiones”.
Porque algunos no olvidaran la derrota y los ganadores estarán en condiciones de cobrarse las afrentas. El propio Madero manifestó que el PAN quiere ser aliado de la transparencia, el combate a los privilegios, a la impunidad.
El líder reelecto puede empezar a practicar lo que pregona en las propias filas panistas, donde encontrará a políticos de todos los niveles con expedientes que debe analizar el Ministerio Público.