El mundo de las viudas
Ramón Zurita Sahagún miércoles 23, Jun 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La muerte de un personaje, ocurrida en pleno goce de fama, sin importar si es político, empresario, artista o intelectual, provoca la aparición de decenas de hombres y mujeres que buscan un espacio para mostrar su cercanía con el difunto.
Así ocurrió en el pasado con Luis Donaldo Colosio y hoy, la historia se repite, con Carlos Monsiváis. Súbitamente aparecen amigos, confesores, discípulos y herederos del prestigiado y talentoso cronista.
Todos pelean su cercanía y su afecto, sufren por su ausencia y consideran difícil de llenar el vacío que deja, ya que su cercanía los hace extrañarlo desde el inicio de su partida.
Valdría la pena preguntarse cuántos de esos personajes que se sentían tan cercanos al desaparecido y que se confiesan amigos entrañables se mantuvieron pendientes de su largo confinamiento hospitalario y cuántos más lo visitaron en su lecho del dolor.
Porque ahora resulta que como sucedió en el pasado con Colosio, suman decenas de personas las que conocían sus secretos y eran depositarios de sus más íntimos sentimientos, por la gran frecuencia con que se mantenían en contacto físico o verbal con él.
Contrario a muchos, no mantuve ni cercanía ni amistad con Monsiváis, pero lo conocí a través de sus escritos en los medios impresos.
Por lo mismo sé que fue un personaje atípico que llenó un espacio dentro de la crítica nacional y que tenía aduladores y detractores.
Como Gabriel Vargas, recién fallecido, Monsiváis, encontró un espacio no ocupado y se entronizó en el mismo durante décadas, con un sentido crítico y un humor especial que para algunos resultaba fascinante.
En contraste con el creador de “La Familia Burrón” (quien murió lustros después de que su historieta era solamente un recuerdo), Monsiváis falleció en momentos de esplendor que le permitieron recibir sendos homenajes póstumos, aunque poco antes los había recibido en vida, en ocasión de cumplir siete décadas de existencia y con la creación del Museo del Estanquillo.
Pero la vida en ocasiones no es justa y si la muerte de Gabriel Vargas no desató grandes homenajes ni la disputa de una serie de viudas por asumirse como sus herederos, discípulos o amigos cercanos, o la amplia difusión de su obra, la de Monsiváis si nos mostró que esas manifestaciones son parte de la vida misma, por lo que continuarán surgiendo debido a la condición humana.
*El próximo 30 de junio se encontrarán el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, y el dueño del diario “Excélsior”, Olegario Vázquez Raña, en la capital de aquel estado.
La razón que los reúne es que el mandatario será invitado especial para cortar el listón de inauguración del nuevo Hospital Ángeles, que se suma larga cadena existente en varios estados del país y el Distrito Federal.
Hasta el momento no existe ningún cambio de agenda entre estos dos personajes, con todo y que el diario mencionado prepara una nueva divulgación de conversaciones grabadas del gobernador con distintos actores políticos y sociales, las que, algunos consideran, serán más reveladoras que las ya publicadas.
*Rubén Moreira Valdez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, anunció que en 15 días se reunirán los diputados para analizar la minuta enviada por el Senado de la República en esa materia y poderla debatir en el próximo período ordinario de sesiones.
El diputado por Coahuila aseguró que no habrá cambios sustanciales con respecto al documento que envió la colegisladora y que no existe una objeción que pueda detener por si misma reforma tan necesaria para la buena marcha de los derechos humanos.
Moreira Valdez dijo que deben fortalecerse las facultades de la CNDH para darle mayor fortaleza esa instancia.
*La disminuida fuerza de la CTM se aprecia entre sus otrora hombres fuertes. Ayer, José Ramírez Gamero, ahijado de Fidel Velázquez y ex gobernador de Durango, veía en una cafetería la derrota de la selección mexicana de futbol, acompañado de dos secretarias.
*Miguel Alonso Reyes, Carlos Lozano de la Torre y Mariano González Zarur son los candidatos del PRI que pueden recuperar para ese partido estados que desde hace 12 años no gobierna.
Los tres abanderados del tricolor están marcados como favoritos para triunfar en Zacatecas, Aguascalientes y Tlaxcala, entidades hoy gobernadas por el PRD la primera y por el PAN, las otras dos.
En Zacatecas se mantiene un dominio del perredismo que con Ricardo Monreal, primero y Amalia García, después, ganaron sus respectivos procesos electorales en 1998 y 2004 y cuyo candidato Antonio Mejía Haro se ubica lejano a las preferencias electorales, debido a una división de la izquierda y al mal manejo de la administración de la actual gobernadora, por lo que la percepción es que la derrota significa el rechazo a las acciones de un gobierno sumido en el descrédito.
Aguascalientes refleja también la división interna generada entre los panistas, con un gobernador, Luis Armando Reynoso, distanciado del candidato de ese partido Martín Orozco y un candidato priísta en pleno crecimiento. Felipe González fue el primer gobernador de extracción blanquiazul en gobernar la entidad, al que le siguió Reynoso con el que, parece, se romperá la hegemonía panista en la entidad.
Tlaxcala está considerado el estado de la alternancia, con los dos más recientes gobernadores otorgando la supremacía al PRD, primero y al PAN, después, aunque los dos gobernantes militaban en el PRI hasta semanas antes de su postulación. Alfonso Sánchez Anaya (PRD) y Héctor Ortiz (PAN), se refugiaron en otros partidos, cuando les fue negada la candidatura del partido tricolor. En esta ocasión, Mariano González va por la revancha, ya que hace seis años fue vencido por el neopanista Ortiz por un puñado de votos. Hoy las cosas se aprecian diferentes para el priísta y los momios lo favorecen, aunque habrá que esperar el veredicto de las urnas.