Entre ríos
¬ José Antonio López Sosa martes 20, May 2014Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Palizada, Campeche.- Hace décadas, el río Usumacinta y sus afluentes fungieron como canales de navegación en esta región del país. Mercancías y personas transitaban desde el Golfo de México hasta las comunidades ribereñas.
La llegada de las carreteras y el ferrocarril de carga terminaron con el transporte en el río; en otro orden de ideas, no se buscó fomentar la competitividad sino sustituir una forma de transportación por otra, hecho que dejó marginadas a decenas de comunidades y cambio la vida de miles de personas en esta región de Campeche y Tabasco.
Nos unimos desde hoy por un par de días al Proyecto Clipperton, que busca analizar el fenómeno y devolverle a la gente de la región, la capacidad de vivir y transportarse a través de los afluentes del río Usumacinta.
El Usumacinta nace en la parte alta del Petén en Guatemala, por más de 300 kilómetros funge como frontera entre México y Guatemala y su último tramo pasa entre Campeche y Tabasco, es el río más caudaloso de Centroamérica y también es fuente de vida de diversos ecosistemas, únicos en la región.
Palizada fue nombrado pueblo mágico hace algunos años y es una de las regiones más pintorescas en Campeche, su economía depende prioritariamente de Tabasco y busca a través de proyectos como el Clipperton, poder tener el intercambio comercial y turístico que en el pasado tuvo con Campeche.
El río Palizada es un afluente del Usumacinta, sus techos de teja francesa y sus calles empedradas nos recuerdan la historia del sureste mexicano en la Colonia, un sitio saqueado por españoles y piratas que atrapó a expedicionarios con su belleza y los hizo dejar su legado hasta nuestros días.
En los próximos días recorreremos el río Palizada y el Usumacinta con rumbo al golfo de México.
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