“Si ocurre, reconoceré la derrota”: Madero
Roberto Vizcaíno viernes 16, May 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Le pide a Cordero estar el domingo en el PAN, y ahí -juntos- esperar el resultado
- Si Ernesto gana, Gustavo no tendría la menor posibilidad de seguir dentro del PAN
- Al final, Mancera negoció y conjuró la violencia que amenazaba con desatar la CNTE
No hay plazo que no se cumpla y hoy, a 2 días de la primera elección de dirigente nacional abierta a militantes en los 75 años de PAN, todos los sondeos aunados a las percepciones de analistas y expertos en los asuntos del blanquiazul, sus dirigencias y militantes, advierten un triunfo de Gustavo Madero el próximo domingo.
Los integrantes del equipo del chihuahuense, y miembros prominentes del CEN panista, coinciden en que Ernesto Cordero y su grupo han preparado ya todo el escenario para desconocer, impugnar y judicializar el proceso.
Acciones como el de obligar a Luis H. Álvarez a hacer pública una carta de apoyo a Cordero hace un par de días, son asumidas por analistas y por el equipo de Madero como un reconocimiento de una derrota a priori por parte del ex secretario de Hacienda.
Esta percepción se refuerza con el artículo editorial publicado por El Universal el lunes pasado en que Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, dice que su voto será para Cordero.
Para nadie escapa que esto último no es una novedad. No podía ser de otra forma, dicen. El ex presidente Calderón y su esposa han estado en contra de Madero desde la contienda interna de 2010 en que Roberto Gil Zuarth renunció a la secretaría particular del entonces Presidente de la República para ir a competirle al chihuahuense la dirigencia nacional del PAN.
La obviedad indica que Gil Zuarth fue enviado por Calderón para atajar a Madero. No lo logró. Madero le ganó a Gil Zuarth… y a Calderón.
El triunfo de Madero en 2010 fue asumido como un hartazgo del grueso del panismo hacia la injerencia de Calderón en el PAN. Y es que desde que llegó a la Presidencia de la República, el michoacano hizo exactamente lo que hacían los mandatarios priístas: designar a los dirigentes de su partido.
Calderón puso así en la presidencia del PAN a Germán Martínez a la salida de Manuel Espino y luego cambió a éste por César Nava.
Hoy esta misma percepción se tiene respecto de la candidatura de Cordero. En su mayoría la clase política, los panistas y los analistas, consideran que Cordero intentará arrebatarle la presidencia del PAN a Madero para desquitarse de la derrota de hace tres años, y para resguardar así los intereses de Felipe Calderón desde la cúpula del blanquiazul.
Uno de los objetivos que tendría Calderón es que Cordero, desde la presidencia del PAN, pusiera en primer lugar de las listas de candidatos plurinominales a diputados de Acción Nacional en las elecciones de 2015, a su esposa Margarita Zavala.
De esta forma, Margarita tendría asegurada su estancia en San Lázaro de 20015 a 2018 para luego hacerla coordinadora de la bancada del PAN, y desde ahí construir su candidatura para la contienda presidencial de 2018.
El ex presidente no oculta su deseo de que su esposa pueda ser la primera presidenta de México.
Con la posible llegada de Cordero a la dirigencia nacional del PAN, Calderón tendría además garantizada la colocación de decenas de los suyos en las candidaturas a gobernadores, otros muchos diputados federales, cientos de diputados locales y otros tantos alcaldes.
Sólo entre 2015 y 2016 habrá renovación de gobernadores en 22 estados.
PERO…
Sin embargo hay fuertes indicios de que Calderón volverá a ser derrotado por Madero.
Sondeos internos dicen que de los 220 mil militantes panistas debidamente registrados, el domingo saldrá a votar el 80 por ciento, es decir unos 176 mil de los cuales un 60 o 70 por ciento sufragará a favor de Madero.
Con estos datos en su mano, el chihuahuense ha salido a decir que de no ser ciertos, y de enfrentarse a una derrota frente a Cordero, él saldría a levantarle la mano al ex secretario de Hacienda y le daría todo su apoyo sin resentimientos.
Propuso que el domingo él y Cordero se concentren en la sede nacional del PAN y ahí juntos esperen el resultado para que el perdedor le levante la mano al ganador y así alejar posibilidades de ruptura o judicialización del proceso.
Evidentemente que Madero dice eso confiado en que el derrotado será Cordero.
PROYECCIONES
De darse la reelección de Gustavo Madero al frente del PAN, se estaría consolidando una fuerte corriente interna blanquiazul que considera que el chihuahuense ha impulsado y hecho realidad grandes aspiraciones panistas que deben continuarse en los años siguientes.
Estos panistas, entre quienes se encuentra por ejemplo Germán Martínez –un excalderonista profundo–, dicen que Madero tendría todo el aval para ir a una nueva alianza con el gobierno de Enrique Peña Nieto y así crear las bases de una transformación del Pacto por México en una mesa ampliada de negociación de otras reformas.
Madero estaría así en espera del resultado de la elección interna en el PRD, en la que todo apunta a que ganará Carlos Navarrete, representante de la corriente Nueva Izquierda, o Los Chuchos, con la que Madero estableció alianzas electorales en los años anteriores, y con la cual participó en el Pacto por México.
De darse este escenario, el PAN y el PRD estarían impulsando otras alianzas electorales importantes en 2015 y 2016 para enfrentar a un PRI fortalecido y encabezado por Enrique Peña Nieto, quien entonces se espera sea un presidente de la República muy consolidado debido a los efectos de las reformas.
En este contexto Ernesto Cordero Arroyo regresaría al Senado para encabezar la separación de su grupo de la fracción del PAN, para junto con sus 24 legisladores aliados (en su mayoría ex colaboradores y familiares del expresidente Felipe Calderón), formar una bancada independiente.
Aquí habría que recordar que Calderón ha dicho que si Madero logra su reelección él buscaría incluso formar otro partido antes que reconocerlo como líder del PAN.
EN EL OTRO CASO
En caso de que nada de lo dicho anteriormente resulte cierto y el ganador del domingo sea Cordero, y junto con él Calderón, entonces Madero y sus seguidores –al menos los cercanos–, no tendrían mayor futuro dentro de Acción Nacional.
Madero correría muy probablemente el destino de Manuel Espino: el de la expulsión del PAN.
Aun cuando Cordero ha dicho que desde la dirigencia del PAN buscaría mantener diálogo abierto y acuerdos con el PRI y la Presidencia de Peña Nieto, en ambas estructuras no creen nada de eso y ya tienen previsto una reorientación de sus relaciones a fin de garantizar la aprobación de otras reformas y procesos legislativos.
Se buscaría obtener una mayoría determinante en la Cámara de Diputados en las elecciones de diputados federales del 2015, a fin de garantizar el contrapeso con un Senado donde el grupo de Cordero tendría su mayor fortaleza.
Ni qué decir que Margarita llegaría a San Lázaro y que comenzaría a preparar su lanzamiento para competir por la Presidencia de la República en 2018.
Y es muy posible que Calderón regresara a la política mexicana con algún cargo dentro de la nueva dirigencia panista.
TEJIDO FINO
No pocos capitalinos huyeron ayer del Paseo de la Reforma y del centro de la ciudad. Las amenazas de la CNTE no eran para menos: marchas y manifestaciones que volverían a ahogar y violentar al DF.
Desde temprano vino el movimiento, los maestros quienes fueron de un lado a otro y amenazaron con irse al Zócalo. Pero como ya aprendió, Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno, habló con los dirigentes, tejió fino, despresurizó la tensión y conjuró la confrontación. Los maestros apenas llegaron al Hemiciclo a Juárez y de ahí, debidamente resguardados por un contingente de policías, se diluyeron entre otros ciudadanos.
Al final, quedaron todos contentos.