La tortura
¬ Augusto Corro miércoles 14, May 2014Punto por punto
Augusto Corro
No será fácil erradicar la tortura en México como lo plantea Amnistía Internacional (AI). Esta práctica deleznable se encuentra “generalizada” en los cuerpos policiacos que no tienen el entrenamiento apropiado ni el equipo necesario para realizar investigaciones.
Los representantes de las autoridades recurren a medidas salvajes en los interrogatorios a los detenidos. El tradicional “tehuacanazo” quedó en el pasado. Ahora se practican “las amenazas de muerte, los golpes, la asfixia con bolsas de plástico o ropa húmeda, las descargas eléctricas, las violaciones y otras formas de violencia sexual y las ejecuciones simuladas”.
Esos métodos violentos fueron calificados por AI como “castigos crueles, inhumanos o degradantes”. Además, presentó ejemplos de víctimas del mal trato por elementos del Ejército y las policías.
Claro, el gobierno federal tendrá que tomar en cuenta las quejas de la mencionada organización, aunque lo que ocurre ahora en México es una herencia de administraciones anteriores que poco o nada hicieron por erradicar la tortura.
En otras ocasiones hemos manifestado que la herencia de los gobiernos panistas involucra la espiral de violencia como resultado de una guerra fallida contra la delincuencia organizada. Calderón se lanzó a una lucha sin conocer las armas del enemigo. El gobierno blanquiazul no contaba con la policía capaz para enfrentar a los cárteles.
La improvisación de la fuerza pública llevó a Calderón al fracaso. Sin capacidad para la investigación, los cuerpos de inteligencia no cumplieron cabalmente con su responsabilidad. La avalancha de crímenes anuló la práctica de la justicia.
Sin posibilidades de encontrar a los culpables de miles de víctimas, se le dio poca o nula importancia a las investigaciones. De ahí la interminable lista de desaparecidos y de cadáveres sin identificar. Se cayó en la anarquía total en el sexenio de Calderón.
Las autoridades responsables se hicieron de la vista gorda ante el sinnúmero de arbitrariedades practicadas en las detenciones de delincuentes y de inocentes. La violencia fue pareja. Nadie se escapó del trato denigrante. A partir de ya, se tendrá que atender la queja de AI en el sentido de que México “fracasa” en detener las prácticas de tortura.
Será una tarea titánica que está obligado a cumplir. Mientras más rápido se inicie la erradicación de esa práctica primitiva, mejor. A propósito de acciones primitivas, en un video que circula en redes sociales aparecen tres policías uniformados que golpean brutalmente a una joven que aparentemente habían detenido por cometer disturbios en la vía pública, cerca de la Feria de San Marcos en Aguascalientes.
Ese hecho va más allá de la tortura. Se trata de una agresión despiadada con la joven que sufrió golpes y patadas cuando estaba indefensa en el piso. Los uniformados no esperaron llevarla a los separos para golpearla. Ahí frente a la gente decidieron manifestar sus impulsos de habitantes de las cavernas.
La Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) informó que investiga a los policías que participaron en la agresión ocurrida la madrugada del sábado pasado.
El hecho fue videograbado y subido a las redes. Es un testimonio crudo de la brutalidad policiaca. Seguramente se hará justicia en el caso de la joven agredida. No ocurrirá lo mismo con los miles de torturados que no podrán reclamar justicia.
SINALOA
Sandra Luz Hernández, defensora de Derechos Humanos, fue asesinada en Culiacán, Sinaloa. Según testigos, la activista fue agredida por un sujeto que que disparó su pistola en repetidas ocasiones. En el lugar quedaron 15 casquillos percutidos calibre 9 milímetros.
Sandra se convirtió en activista cuando su hijo Edgar García Hernández fue privado de su libertad ilegalmente el 12 de febrero de 2012. El lunes por la mañana acudió a la fiscalía del estado para informarse de los avances de las investigaciones del caso de su vástago.