Edgar Elías Azar se pronuncia contra la homofobia
* Especiales, Cd. de México martes 13, May 2014- El presidente del Tribunal capitalino fustiga el moralismo tartufo, falso e inadmisible con los que se pretende evadir la realidad humana
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, magistrado Edgar Elías Azar, ofreció a la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTTTI), que el órgano jurisdiccional estará pendiente de las modificaciones legales que la Asamblea Legislativa realice para expandir sus derechos.
“El Poder Judicial del Distrito Federal está muy sensible al cambio; nuestros jueces han entendido muchísimo las circunstancias que se viven. Estará muy pendiente el Tribunal de todas las reformas que en esta materia se hagan; los jueces del DF estarán prestos a respetar las decisiones legítimas y soberanas de la Asamblea Legislativa”, puntualizó el magistrado, al participar en el Pronunciamiento conjunto contra la fobia y las diversas manifestaciones que agreden a la dignidad de la población LGBTTTI.
En la Sala Digna Ochoa de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), fustigó el moralismo tartufo, falso e inadmisible, con el que algunos todavía pretenden eludir la verdadera realidad del ser humano. Ello, insistió, es antagónico a la pluralidad, que es el signo de la República y sello de la ciudad democrática que es el Distrito Federal.
Pidió proseguir con el trabajo para hacer realidad cotidiana la consecución de los derechos inherentes a la diversidad vital, sexual y humana, impidiendo toda discriminación laboral, social y política de quienes han proclamado y obtenido el derecho a ser diferentes y fieles a su convicción vital.
Ante el presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, Manuel Granados Covarrubias; la presidenta de la CDHDF, Perla Gómez Gallardo, y la presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la ciudad de México, Jacqueline L´Hoist, entre otros, el magistrado consideró que la batalla a favor de la comunidad LGBTTTI no concluye con que se reconozca en el texto legal su derecho a la libre elección de diversidades vitales que todos están obligados a respetar.
“No, la larga marcha que ha logrado conquistar dicho reconocimiento exige otras jornadas de didáctica democrática y un incesante diálogo ciudadano, a fin de que los preceptos y legales y morales cobren vida efectiva y eficaz, y las razones sean, asimismo, emociones y convicciones reales”, planteó.
Añadió que no hay nada más destructivo, lúgubre y sombrío que la discriminación, la marginación, el desprecio y la persecución a causa del lugar racial, social, religioso, político o sexual del ser humano.
Estas conductas, aseguró, inevitablemente desembocan en las persecuciones que desgarran el tejido social instaurando la discordia, la violencia, el odio y hieren de muerte al contrato social y su expresión constitucional.