L-12 ¿dónde quedó la bolita?
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 5, May 2014Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
- Quieren “chamaquear” al INE
En la pasada LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, existía un legislador de cuyo nombre no quisiera acordarme, pero se llama Gerardo Fernández Noroña, quien una y otra voz utilizaba la máxima tribuna del país para vociferar, manotear, insultar y utilizar todo tipo de estridencias para llamar la atención, no sólo de sus pares, sino primordialmente para dar nota a los reporteros, quienes divertidos tomaban nota de las ocurrencias del legislador. Casi a gritos hablaba, dizque para exponer los temas nacionales. Era ocurrente, eso nadie lo niega, pero quienes los recuerdan es por sus locuaces exposiciones o manifestaciones.
Pero a qué viene el nombre del señor Noroña, pues porque entre tantas ocurrencias, en una sesión del pleno, donde se discutía la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2011, subió a la tribuna y muy orondo expuso sus motivos para votar en contra de lo que la mayoría proponía y al final aprobó. Dudo mucho que entre los presentes de dicha sesión alguien recuerde los motivos expuestos, pero no me queda la menor duda que nadie olvida su exposición gráfica de lo que él llamó un ejemplo de cómo supuestamente se repartían las partidas presupuestales de los dineros públicos de la nación, muy simple y burdo por cierto. ¿Dónde quedó la bolita? Preguntó al final de su exposición, obvio nadie le hizo caso, aunque sí logró arrancar la carcajada de sus seguidores agrupados en la llamada izquierda mexicana.
Y si, proviniendo esa ocurrencia de un seguidor de los grupos de izquierda, sin duda esa popular frase que utilizó el legislador aplica perfectamente para lo que está ocurriendo en la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (L-12), porque aunque casi todas las partes involucradas en el asunto han comparecido ante legisladores de la capital, hasta ahora nadie ha podido, o no han querido, explicar lo que verdaderamente pasó en las fallas que obligaron a cerrar al público ese servicio, el cual de seguir abierto hubiera puesto en riesgo la seguridad de miles de usuarios. Y así, el asunto sigue rodando, uno a otro funcionario se echan la pelotita sin que al final se aclare nada y lo único que no rueda y no se ve para cuándo es la línea del Metro.
Por si fuera poco, a esta anomalía se sumó el hecho de que la Secretará de la Función Pública, a nombre del gobierno federal, solicitó la devolución de la cantidad de 489 millones de pesos que la Federación dio para la construcción de la L-12 al gobierno del Distrito Federal, que en ese entonces encabezaba Marcelo Ebrard Casaubon, cantidad que hasta ahora nadie ha podido explicar cuál fue su destino.
Hasta ahora, nos hemos enterado de la reuniones que la Comisión Legislativa de diputados locales del Distrito Federal ha sostenido con ex funcionarios y funcionarios de la actual administración, así como representantes de las empresas involucradas, pero ni el ex jefe de gobierno, Marcelo Ebrard; ni el ex director del Metro, Francisco Bojórquez; ni la empresa constructora; ni la empresa supervisora; bueno ni el ex secretario de Finanzas, ahora senador, Mario Delgado, ni nadie, han aportado datos para que se finquen responsabilidades por las fallas de esta obra que se le bautizó como Línea Dorada y mucho se presumió al final de la administración marcelista.
En cuanto a los 489 millones, lo único que se nos ocurre es recordar la exposición gráfica del ex diputado Gerardo Fernández Noroña y preguntar ¿Dónde quedó la bolita?, aunque nos queda claro que en este caso no aparecerán los dineros y tampoco la carcajada entre ellos será la misma.
PASO SIN VER.- En otro espacio comentamos el interés del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por solicitar el apoyo del naciente Instituto Nacional Electoral (INE) para organizar el proceso interno para elegir a sus órganos de representación y dirección.
La petición la hizo ya, de manera formal, el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, al presidente del INE, Lorenzo Córdova, y en su argumentación el perredista señala que “esta petición busca dar mayor certidumbre a la elección de más de 50 mil cargos a escala nacional y evitar los conflictos internos a que han enfrentado en el pasado” y agrega que “nos da la confianza suficiente que el INE pueda organizar estas elecciones internas”.
Pues aunque en la nueva facultades del INE están el apoyar este tipo de procesos electorales, nos surgen algunas preguntas ¿El PRD respetará las reglas que imponga el INE?, ¿respetarán los resultados?, ¿No acusarán después al INE de intromisión en la vida interna de los partidos políticos?, ¿será este un preámbulo para descalificar cualquier elección constitucional?
En fin, como al respecto hay muchas preguntas y de antemano sabemos las respuestas a conveniencia del PRD, lo más saludable para los procesos del 24 de agosto y el 21 de septiembre es que se “rasquen con sus propias uñas”, porque de lo contrario estaríamos en la antesala de la institucionalización del “cochinero” y todo tipo de “chanchullos” a que nos tienen acostumbrados los perredistas cada vez que hablan de democracia. Bueno, en este asunto el INE tiene la última palabra, ojalá después no digan que los “chamaquearon”.