Reyertas en Odesa dejan 46 muertos y 125 heridos
* Especiales, Mundo lunes 5, May 2014- Estados Unidos, Rusia, Ucrania y activistas se culpan de la violencia
Unos 2 mil manifestantes prorrusos tomaron por asalto contra la sede central de la policía de Odesa, en el sur de Ucrania. Derribaron un portón con dos camiones y reclamaron la liberación de sus camaradas detenidos el viernes pasado durante enfrentamientos entre partidarios y opositores del gobierno de Ucrania.
Antes del ataque, entre 2 mil y 3 mil personas se habían concentrado bajo la lluvia ante la sede de la policía, a los gritos de “¡Fascistas!”. Los pro-rusos lanzaron piedras contra las ventanas e intentaron acceder por la fuerza en el edificio, pero decenas de efectivos antidisturbios equipados con escudos y cascos les impidieron el paso.
Los atacantes querían impedir el traslado de sus compañeros a los tribunales de primera instancia para que se dictaran medidas cautelares.
Los policías atrincherados dentro del edificio empezaron a soltar uno por uno a los sospechosos detenidos el viernes, que fueron aclamados por la multitud como “héroes”.
Ahora, la policía intenta convencer a los congregados para que se dispersen, pero éstos se niegan, ya que aducen que a los liberados no les han devuelto sus documentos de identidad, por lo que podrían volver a ser apresados.
En total, 127 personas permanecían detenidas por participar activamente en los disturbios protagonizados por prorrusos y proucranianos.
Los enfrentamientos del viernes culminaron con el incendio de la sede de los sindicatos de Odesa, en el que murieron unas 46 personas, en su mayoría activistas prorrusos. El sábado fue día de duelo nacional, mientras que el gobierno de Kiev y los activistas pro-rusos, los Estados Unidos y Rusia, se culparon unos a otros de la tragedia.
Según el gobierno de Kiev, políticos corruptos afines al destituido presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, refugiado en Rusia, financiaron a grupos de maleantes, quienes armados de bates de béisbol, cadenas y fierros atacaron a los participantes en una manifestación pacífica en favor de la unidad de Ucrania y causaron tres muertos y decenas de heridos.
Conforme a los activistas pro-rusos, se produjo un enfrentamiento con grupos pro occidentales, y al sumarse las porras de dos equipos de futbol, formadas por jóvenes agresivos de corte neonazi, tuvieron que retirarse a la Casa de los Sindicatos, donde los perseguidores prendieron fuego al edificio y, por asfixia y saltar por la ventana huyendo de las llamas y el humo, murieron 46 personas y 125 requirieron ingreso a hospitales.