1 de mayo caliente
¬ Juan Manuel Magaña viernes 2, May 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Qué día. Irritación laboral en Michoacán, vandalismo y pseudoanarquismo en el DF, miedo contenido en Tamaulipas, reactivación de la CNTE y la momificada imagen de Gamboa Pascoe.
Ayer fue 1 de mayo, pero ya no como los de antes, cuando la CTM y Fidel Velázquez, eterno como una esfinge, ponían a desfilar disciplinadamente a las nóminas obreras completas ante el balcón presidencial del Zócalo y bajo la mirada de los césares de la posrevolución.
Ahora no. Ahora el menguado sindicalismo oficial celebra dentro de un salón de Los Pinos, encabezado por don Joaquín Gamboa Pascoe, el último de sus inamovibles pues los demás se han ido de muerte natural.
Qué contraste de aquel ayer con el paso destructivo por la avenida 5 de Mayo de los autodenominados ‘anarquistas’. Nomás porque sí, con las jetas cubiertas por máscaras y pasamontañas, iban muy campantes rompiendo vidrios de sucursales bancarias y comercios del centro del DF.
Arremetían con piedras, tubos y a patadas, y pintarrajeaban con aerosoles los quioscos de diarios, las fachadas de edificios y los escaparates de tiendas.
Y de la policía capitalina ni sus luces. Qué fastidio y qué miedo, máxime porque eso anuncia el cercano porvenir. Ya los sacaron de nuevo para desmedrar todo a su paso, y sobre todo a la protesta social. “¡Muerte al Estado!, ¡Que viva la anarquía!”, gritaban ridícula y siniestramente.
Qué va de aquellos primeros de mayo bajo el balcón de algún gobernador, al de ayer en Michoacán donde al gobernador le arrojaron al rostro bolas de basura, monedas e insultos. Ni sus guaruras ni el liderazgo de la CROC fue suficiente para darle protección de un repudio que parece tener más fondo que el sindical. En un narco-estado arrasado por la violencia y donde nadie está seguro, cualquier sorpresa se puede esperar como el que la burocracia abomine al ahora más inútil de los suyos: el señor gobernador.
Admirable la actitud de la gente en Reynosa, Tamaulipas, donde apenas terminaron de contar los muertos de las últimas balaceras y ya se daban valor para salir a las calles a participar o presenciar su propio festejo del Día del Trabajo. Terapia colectiva para encarar el miedo con ese modo de decir que la vida tiene que seguir con aquello que más se parezca a la normalidad.
Si en los tamaulipecos se entiende ese disimulo, es el gobierno estatal el que se pasa de fingir demencia cuando su vocero declara ante los medios que “Tamaulipas está en paz y en calma”. A ver si no les pasa lo que al gobernador Vallejo y luego no pregunten por qué.
Y para el DF viene lo junto con lo pegado. Aparecen los “anarquistas” y la CNTE sale de su estado de hibernación para anunciar que habrá movilizaciones diarias hasta el mes de septiembre “en defensa” de la educación pública, la seguridad en el empleo, mejores condiciones de trabajo y la abrogación de la reforma educativa. Y para ello se van a coordinar con la Secretaría de Gobernación. Qué día de asueto. Vienen los días ocupados.