¿Intocable?
Francisco Rodríguez jueves 1, May 2014Índice político
Francisco Rodríguez
Figura central en la trama Pemex-Oceanografía, Francisco Gil Díaz despacha tranquilo en las oficinas mexicanas de la española Telefónica. Son tantos los personajes de ayer y de hoy involucrados en este despojo a la nación recién expuesto que no se inmuta, pues está cierto de que a él no lo tocarán. Y es que, ¿y si habla? ¿Y si dice lo que no se puede conocer de Fox y Calderón?
En los medios, empero, Gil Díaz es mención recurrente. El ex diputado federal y ahora diputado local sinaloense, Manuel Cárdenas Fonseca, quien lo conoce y ha tratado, escribía en su habitual espacio periodístico del diario “Noroeste”, que “el otrora poderoso subsecretario de Ingresos que hacía lo que quería en el sexenio de Carlos Salinas y hacía sudar la gota gorda a su jefe administrativo Pedro Aspe… como secretario (de Hacienda) en el sexenio de Vicente Fox se adueña de todo el gasto sin ton ni son ante la ignorancia plena de Fox en la materia. Antes, siquiera tenía contrapesos en Aspe y Zedillo pero, con Fox, sólo sus chicharrones tronaban, fuera gasto o auditorías a modo.
“Así, llegamos a lo que pareciera ser el regreso de Aspe/Salinas con pupilos de entonces, ahora destacados funcionarios en las titularidades de Hacienda, si bien no el SAT, lugar en el que Gil Díaz tuvo a su testaferro José María Zubiría Maqueo, a quién enfrenté por sus corruptelas hasta que, de tanto exhibirlo, y obligado por la Auditoría Superior de la Federación, se fue, pero sin sanción alguna durante el mandato de Felipe Calderón.
“En esto de Oceanográfica, de GGM gasolineras, de Oro Negro, de CI Banco, de Banamex y CitiGroup, de Big Bola 7, entre otras linduras, el jefe, el gran jefe, el único jefe se llama Francisco Gil Díaz. Mi admiración y respeto en su giro, es de los meros buenos para eso, pero aquí se le chispoteó. “Ir por su hijo Díaz White, de su sobrino Cañedo White, del otro sobrino Díaz Álvarez, vaya, de Amado Yañez, sí, hay que hacerlo, pero ¿y los “peces gordos” de Bancomext, CNBV, etcétera? Instituciones presididas en sus consejos por Gil Díaz ¿Qué? ¿A poco ellos no sabían de tan importantes operaciones de un avenido nuevo empresario (Amado Yáñez) con la línea telefónica del secretario de Hacienda abierta, pues sus familiares estaban en todas estas empresas? Al margen de que su representante en una de ellas, la señora Mindy Kay, esté recluida por culpable en venta, distribución de drogas y “lavado” de dinero en Estados Unidos.
¿Quién se sintió traicionado por Francisco Gil Díaz que pegándole al PAN lo que busca es ir por la revancha contra quién se pasó de tueste?¿La librará impunemente y entonces el prestigio del gobierno se irá a las cañerías porque se fue demasiado lejos y no tuvieron la prevención de ver quién era el jefe de eso y muchas cosas más?”.
No sólo Manuel Cárdenas Fonseca aporta datos. También lo hizo el experto en temas de corrupción Miguel Badillo, quien en su semanal Oficio de Papel apunta: “Con recursos públicos, el gobierno mexicano rescató de grandes pérdidas al banco que hoy opera Citibank. Francisco Gil Díaz, desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, condujo gran parte de las estrategias jurídicas y financieras que permitieron dirigir recursos del erario al salvamento del banco de Alfredo Harp y Roberto Hernández, quienes después vendieron al gigante estadounidense del crédito en una operación que costó a los mexicanos al menos 3 mil 500 millones de dólares en impuestos que no fueron cubiertos, porque la transacción se realizó a través de la Bolsa Mexicana de Valores.
“En el gobierno de Vicente Fox, Francisco Gil Díaz pidió que se le excluyera de omitir una opinión –como autoridad– respecto a la venta de Banamex, porque enfrentaba un conflicto de interés no por la verdadera razón: el rescate durante la época del Fobaproa de ese banco, sino por su cercanía con Roberto Hernández, quien había sido su jefe apenas unos años atrás en la telefónica Avantel.
“Gil Díaz siempre ha estado cerca de Banamex, pero al terminar su participación con los gobiernos panistas decidió tomar distancia. No se integró a sus filas ni aceptó un empleo en el sector bancario, a pesar de que en HSBC daban por un hecho que el ex funcionario público se integraría a su grupo de consejeros independientes. En cambio, Gil Díaz se refugió en Telefónica de España, donde, por cierto, ha contribuido al manejo fiscal del consorcio español.
“En Banamex, en cambio, recomendó a Javier Arrigunaga, quien fue uno de sus funcionarios clave en la época del Fobaproa y quien no tuvo empacho en integrarse a Banamex-Citibank. Dos vías relacionan a Arrigunaga con Roberto Hernández: la firma del pagaré del Fobaproa para rescatar a Banamex y una relación familiar, en segundo lugar. El CEO, director general, del Grupo Financiero Banamex-Accival, propiedad de Citibank, tiene lazos familiares con el abogado Íñigo Laviada Arrigunaga, quien se casó con la hermana de Roberto Hernández, María Elena Hernández Ramírez, vínculo que les permitió desarrollar grandes negocios en el sector agropecuario en el sureste del país.
“La carrera de Arrigunaga creció al amparo de la presencia de Francisco Gil Díaz en el Banco de México. Por eso no es extraña la reunión que Javier Arrigunaga habría sostenido con Francisco Gil Díaz apenas unas semanas antes de que estallara el escándalo de Oceanografía.
“El director de la filial de Banamex en México quiso compartir con Gil Díaz la gravedad de la crisis en la que estaba involucrado directamente su sobrino Martín Díaz, a quien Amado Yáñez le había confiado por completo la gestión financiera de la firma, dada sus buenas y efectivas relaciones.
“En aquel encuentro, Arrigunaga –pensando en su empleo, por supuesto- habría pedido a Gil Díaz que interviniera y solicitara a Yáñez y a su sobrino Martín Díaz que cubrieran el faltante. Nada se pudo hacer, el boquete era muy grande y el robo se había consumado.
“Arrigunaga tendrá que explicar a sus jefes de Citibank en Nueva York por qué permitió que Martín Díaz Álvarez llegara a tal nivel de abuso. Díaz Álvarez no sólo ancló sus negocios en Oceanografía, sino que también aprovechó ampliamente la figura de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), no reguladas, que autorizó e impulsó desde la SHCP el propio Gil Díaz.
“Francisco Gil Díaz hoy guarda silencio –como lo hizo en aquella cita con Javier Arrigunaga–, pero en Citibank-Banamex deben explicar la histórica vinculación con el ex funcionario público que habría generado miles de millones de dólares en negocios que se fraguaron, desde la época del Fobaproa, con recursos del pueblo”.
Y, de verdad. ¿no tocarán a Gil Díaz ni con el pétalo de una cita a la PGR?