Mayo
¬ Augusto Corro lunes 28, Abr 2014Punto por punto
Augusto Corro
El mes de mayo se ha distinguido por las manifestaciones de los maestros que exigen mejoras salariales. Empiezan por plantear sus pliegos petitorios y terminan con paros y una espiral de violencia. El ejemplo lo tenemos en Oaxaca, entidad que se distinguió por la represión contra los maestros en la administración de Ulises Ruiz Ortiz, el aprendiz de sátrapa.
Por ahora, los maestros disidentes tienen el propósito de realizar manifestaciones a partir del 1 de mayo, en el marco del Día del Trabajo. En fin, los capitalinos volverán a padecer los problemas que originan las marchas y las manifestaciones. De aquellas manifestaciones de obreros para conmemorar la fecha mencionada sólo quedó el recuerdo.
Los dirigentes sindicales “charros” optaron, desde hace muchos años, por ignorar las peticiones de los trabajadores: mejoras salariales y freno a la carestía de los productos de la canasta básica.
La corrupción llevó a los dirigentes sindicales a asumir actitudes de sumisión total. Los líderes de los trabajadores se han eternizado en el poder. Ahí están: Joaquín Gamboa Pascoe, de la CTM, y Francisco Hernández Juárez de los telefonistas.
Aunque su presencia es ignorada en la vida política, ellos se la pasan muy bien en sus cotos de poder con la idea de ofrecer sus mejores servicios al “amo” en turno.
INGOBERNABLE
Poco a poco surgen las respuestas del porqué Michoacán se volvió una entidad ingobernable.
Una de ellas es la que responde a la corrupción incontrolable. Aquellos que estaban obligados a proteger a la población eran los primeros en corromperse.
En Michoacán, más del 90 por ciento de las policías municipales y estatales están infiltradas por “Los Caballeros Templarios”.
Se entiende que casi toda fuerza pública tenía intereses creados con los delincuentes. ¿Cómo se podía gobernar con semejante conflicto? Imposible. Después de varios años de lucha contra la delincuencia organizada, ¿por qué hasta ahora se sabe de la corrupción policiaca?
¿Qué ocurrió en las dos administraciones perredistas que permitieron el crecimiento de “La Familia Michoacana” y de sus herederos “Los Caballeros Templarios”? ¿Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy, gobernadores perredistas nunca supieron del conflicto que se vivía en aquella entidad? Ante la corrupción galopante en Michoacán, los comisionados federales anunciaron la destitución de los servidores públicos vinculados a la delincuencia organizada.
Entre los destituidos se encuentran los representantes del Ministerio Público que no brindaban confianza a la población.
Lo complejo del problema es que ni Lázaro ni Godoy rindieron cuentas de su paso por el gobierno michoacano.
Por cierto, el actual gobernador, Fausto Vallejo, se quejó de la situación económica que padece su administración, que no tiene el dinero suficiente para cubrir los gastos de los despidos de los policías.
PRD, EN DECLIVE
La llamada izquierda mexicana dividida no tiene poder de convocatoria. Esto quedó demostrado en los últimos actos de protesta del “ex líder moral del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas”.
Anteayer fue poca gente a la cadena humana para protestar contra las leyes reglamentarias de la reforma en materia de telecomunicaciones. En su segundo aire, Cárdenas busca reposicionarse en la izquierda, pero no encontró el eco necesario para volver a ser el líder que fue.
La división en la izquierda debilitó al PRD que está próximo a cumplir 25 años de su fundación. Este partido “es una fuerza política en declive que puede todavía recuperarse”, dijo el propio ex líder moral.
Sinceramente, no se ve el camino de la recuperación de la izquierda. La salida de Andrés Manuel López Obrador del PRD fue definitiva para acentuar el divisionismo en esa corriente política.
El partido amarillo en manos de “Los Chuchos” provocará un mayor deterioro a esa organización política, porque no quieren soltar el poder.
Si Cárdenas tiene la fórmula para la recuperación del PRD, tiene que practicarla, porque el futuro perredista es incierto. AMLO y Cárdenas, cada quien por su lado, sólo han mostrado una débil militancia en la izquierda que permanecerá, porque ambos manejan intereses que permitirán la unidad.