La clase política
Francisco Rodríguez miércoles 23, Abr 2014Índice político
Francisco Rodríguez
¿Sabe usted cuál es, en realidad, el mayor problema que enfrenta México? La respuesta se resume a dos palabras: los políticos.
Hoy se ve cuando la mal llamada clase política pone en evidencia a ciudadanos que, dice, no han cumplido con sus obligaciones fiscales. ¿Cuándo veremos, en cambio, una relación en la que aparezcan los políticos y funcionarios gubernamentales corruptos? Sí, esos que hacen negocios particulares con los dineros que, prácticamente, nos arrebata de los bolsillos el Servicio de Administración Tributaria.
El mayor problema de México es su clase política. Es un problema que arrastramos desde hace siglos, desde Hernán Cortés, cuando menos, pero que ahora está alcanzando niveles de tragedia. Tenemos la desgracia de que, dentro de la política —donde también hay gente honrada y bienintencionada— se hayan impuesto y tomado el poder los peores especímenes de la sociedad, los más descarados, egoístas, pendencieros, corruptos y autoritarios.
Estos políticos que padecemos llevan décadas dando mal ejemplo a los ciudadanos, trastocando la escala de valores, apelando a lo peor de la sociedad para acumular poder. Compran votos, escamotean elecciones —como sucedió en 1988 y en el 2006—, buscan los recovecos de la legislación para colocar su grosera efigie en cuanto cartel publicitario esté disponible, ocultan sus riquezas mal habidas bajo la figura de “donativos”…
Lejos están estos “políticos” de recuperar el viejo sentido de la política, que se entendía como un servicio generoso a la sociedad. Los partidos políticos han elegido el mal camino: se sirven a ellos mismos, odian al adversario, sólo acumulan poder y lo hacen por cualquier medio, cobrando comisiones, invadiendo hasta los últimos resquicios de la sociedad civil, marginando a los ciudadanos, elevando el odio, la trifulca y el insulto a la categoría de emblemas del quehacer político.
Exhiben a los ciudadanos —algunos, como Miguel Ángel Yunes, más que merecidamente— pero cualquiera se pregunta ¿qué han hecho los partidos políticos por acabar con la corrupción en sus filas? Los comités disciplinarios no funcionan, pero sí ha funcionado la política de reclutar a los tránsfugas de otros partidos para ganar alcaldías, diputaciones, senadurías.
La corrupción en nuestro país no es un asunto de alcaldes, diputados, senadores, gobernadores o presidentes. Es sistémica.
Es enorme el deterioro que ha acumulado nuestra democracia en apenas un cuarto de siglo. De Salinas a la fecha. Parece un régimen viejo y agotado, cuando dicen en los discursos que es una de las democracias más jóvenes del mundo.
La gente, al sacar Fox al PRI de Los Pinos, recibió a los políticos demócratas con una ilusión desmedida e imprudentemente, les abrió todas las puertas. Los panistas aprovecharon la ocasión para acaparar poder y para penetrar por todas partes, incluso donde les estaba prohibido, en los recintos sagrados de la sociedad civil, en los medios de comunicación, sindicatos, bancos, empresas, asociaciones, fundaciones, clubes, religiones, cofradías, etc. Lo dominaron todo y son insaciables.
Hicieron exactamente lo que en siete décadas hicieron los priístas —y en los ámbitos locales lo que han hecho los perredistas— y ni siquiera han respetado el inalienable derecho ciudadano a elegir en democracia. Han creado unas listas cerradas y bloqueadas, las de los plurinominales y el mal chiste de la primera minoría, gracias a las cuales son las élites de los partidos las que hacen esas listas y eligen, dejando al ciudadano la triste misión de aceptarlas o rechazarlas.
Los políticos mexicanos han mandado al olvido los valores heredados del pasado, desde el esfuerzo a la honradez, pasando por el respeto y la lealtad, y están haciendo de México un lugar poco recomendable para criar hijos. Sólo hay que mirarlos para descubrir que todo lo que digo es cierto. Verlos como destilan odio al adversario cuando hablan. Si les miras (y no tienes otro remedio, porque son los reyes del noticiero de televisión), les verás odiarse entre ellos, insultarse y ponerse zancadillas, olvidando que su primer deber es la búsqueda de la justicia social, que enarbolan los del partido tricolor, o el bien común, que dicen perseguir los blanquiazules. Los políticos son mal ejemplo si los analizas con frialdad y detalles.
Francisco. Cierto, coincido con tus argumentos y afirmaciones para concluir en que: «Los políticos mexicanos han mandado al olvido los valores heredados del pasado, desde el esfuerzo a la honradez pasando por el respeto y la lealtad, y están haciendo de México un lugar poco recomendable para criar hijos.» «No podemos permitir que nos gane la corrupción…» En razon de lo anterior, amablemente, comparto mi esfuerzo por impulsar en nuestro País: El Combate Preventivo de la Corrupción desde los Municipios. En la Reunión Cumbre de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP) en Londres 2013, propuse La Vacuna Contra la Corrupción, que a David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, le parece una idea brillante, también te comparto este testimonio.
Soy Autor del Libro: Transparencia en el origen y destino de los recursos públicos desde los municipios, para consolidar la gobernabilidad democrática. México septiembre 2001 (Agotado): Una Política Anticorrupción Con un Mecanismo contundente de Control y Combate Preventivo desde los municipios: http://www.youtube.com/watch?v=XmSh2LfbNRM
Recientemente (31-03-14), en México, ante tres Comisiones de Senadores de la República efectué mi comparecencia como aspirante a ser seleccionado comisionado del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos(IFAI), el pasado 31 de Marzo de este año. Propongo: Una Política Anticorrupción. Con un Mecanismo de Control y Combate Preventivo desde los municipios. Es la 1a. de este bloque en el link siguiente: https://www.youtube.com/watch?v=1pX1NUTARE8
• Aporto “La Visión Preventiva” para Combatir la corrupción en México.
Propongo: El Combate Preventivo de la Corrupción DESDE los Municipios. Basado en:
1) La Transparencia en el origen y destino de los recursos públicos desde los municipios y
2) La participación preventiva de los ciudadanos, como contrapeso efectivo y oportuno contra la corrupción o desviación de los recursos públicos de funcionarios de cualquier partido político. Eso es, lo que yo llamo La Vacuna Contra la Corrupción que presenté en OGP Londres 2013 y que David Cameron, Primer Ministro de Reino Unido, le parece una idea brillante. En: https://www.dropbox.com/…/DavidCameron-ReynaldoCastro.mp4
Envío 2 temas míos:
• Blog: http://lavacunacontralacorrupcion.blogspot.mx/.
• Colaboración en la Página de OGP: “The name of the game is: Preventive Combat Corruption”: http://www.opengovpartnership.org/es/node/3207#disqus_t