Los candidatos independientes
¬ Augusto Corro martes 22, Abr 2014Punto por punto
Augusto Corro
En esta semana quedará lista la reforma política que autorizará las candidaturas independientes. Es decir, todo aquél ciudadano que lo desee podrá competir para un cargo público sin estar afiliado a un partido político.
Desde luego, será un avance importante en la vida democrática de México.
En el presente, si no se cuenta con el apoyo de algún partido es imposible hacer una carrera política. La “democracia” es controlada por las organizaciones políticas convertidas en cotos de poder impenetrables para cualquier ciudadano.
Ese problema de los grupos acaparadores de la política se presenta en todos los organismos políticos. Por ejemplo, en el poder legislativo son innumerables los diputados y senadores que repiten en el cargo.
Del Senado pasan a la Cámara de Diputados. O al revés. El hecho es que no sueltan los mullidos sillones de los palacios legislativos.
Lo mismo ocurre con los ex gobernadores que después de ostentar un poder omnímodo comienzan una nueva carrera política como diputados o senadores, con más pena que gloria en los recintos parlamentarios.
Se supone que las candidaturas independientes romperán con el monopolio de los partidos políticos. Sin embargo, no será tarea fácil lograrlo.
Las mismas organizaciones políticas se encargarán de aprobar una reforma política con los obstáculos necesarios para dificultar la realización de las aspiraciones de los candidatos independientes. En fin, habrá que esperar la reforma política que, por el momento, suena bien, aunque en la realidad los partidos políticos se encargarán de obstaculizar a la competencia. El sistema de partidos no se encuentra en condiciones de ceder el poder a cualquier ciudadano que desee participar en las competencias electorales.
GUERRERO
En el seno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se libra una lucha sorda entre los aspirantes a sucederle en el cargo al gobernador Ángel Aguirre.
El senador Armando Ríos Píter es uno de los precandidatos favoritos, pues cuenta con el apoyo de las tribus perredistas más importantes.
Su opositor es el también senador amarillo Sofío Ramírez, un oscuro legislador que hace poco tiempo aún militaba en las filas priístas.
El gobierno estatal perredista, que preside Ángel Aguirre, sigue en deuda con los guerrerenses que han estado sometidos a la furia de los fenómenos naturales y a la violencia.
Los militantes del partido del sol azteca quedaron decepcionados del gobierno de Aguirre Rivero que no pudo brindar la ayuda necesaria a los guerrerenses que sufrieron los daños provocados por los ciclones. Cuando “Manuel” golpeaba a Acapulco, Ángel Aguirre disfrutaba de una alegre velada con sus amigos.
Cualquier sucesor del mencionado Aguirre seguramente hará un mejor papel. Este gobernador es uno de los mandatarios de la denominada izquierda que no ha podido erradicar la violencia en sus entidades.
¿Ejemplos? Sobran. Para no ir tan lejos, basta con señalar la ineptitud del gobernador Graco Ramírez, en Morelos.
LOS PRESIDENTES MUNICIPALES
En la espiral de violencia desatada en el país, los presidentes municipales han jugado un papel importante como víctimas o victimarios. Lo mismo ocurre con aquellos alcaldes que tienen la responsabilidad del cargo.
En algunos casos han sido secuestrados, torturados y asesinados. Son el eslabón más débil en la cadena de poder.
Sin embargo, el “negrito” en el arroz es el alcalde de Cuetzala del Progreso, Guerrero.
Resultó que el presidente municipal Feliciano Álvarez Mecino decidió actuar como secuestrador y se integró a “La Familia Michoacana”. Y empezó a actuar en la delincuencia organizada.
Las autoridades federales encontraron que Feliciano había participado en por lo menos 15 secuestros. Un juez en Guerrero decretó el inicio del proceso penal contra el edil, pues hay elementos suficientes para el delito de delincuencia organizada.
Feliciano fue capturado el 9 de abril y ahora se encuentra en el Centro Federal de Readaptación Social No. 3 Noroeste, en Matamoros, Tmaulipas. El territorio donde el alcalde se dedicaba al secuestro incluía a los estados de México, Guerrero y Michoacán.