Centenario
Ramón Zurita Sahagún lunes 21, Abr 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El romanticismo que rodea siempre la historia, especialmente la que concierne a los mexicanos, tiene una de sus máximas expresiones hoy, al cumplirse el primer centenario de la penúltima intromisión armada estadounidense en México.
La siempre heroica reacción de los habitantes del puerto de Veracruz, tuvieron una de sus máximas expresiones el 21 de abril de 1914, cuando barcos de guerra estadounidense iniciaron el desembarco de sus tropas en ese puerto.
En la gesta heroica de 1914 hay distintas versiones, ya que unas hablan del desembarco de las tropas estadounidenses el 21 de abril, fecha en que sucede todo el enfrentamiento de las escasas tropas y ciudadanos que se enfrentaron a la armada de los Estados Unidos y soportaron el bombardeo de los barcos de guerra.
Sin embargo, otra versión establece que el enfrentamiento en la Escuela Naval ocurrió en la madrugada del 22 y es de esta desigual batalla que surgen los nombres de varios de los niños héroes verdaderos de la historia mexicana.
De esas historias, la más romántica es la de José Azueta, un joven teniente que ya no pertenecía a la Marina, pues había sido transferido al Ejército, con el grado de teniente, pero que era hijo del comodoro Manuel Azueta, uno de los altos mandos de la armada mexicana.
Como miembro del Ejército federal, José Azueta se encontraba en servicio formal y los datos que hablan de él establecen que perdió la vida en combate, luego de defender su posición con una ametralladora, causando bajas al enemigo y caído en defensa del sitio.
La historia real de José Azueta precisa que fue herido en ambas piernas en ese lugar y que murió casi 20 días después, por negarse a recibir atención médica.
Su negativa se basaba en que el puerto fue tomado por la armada estadounidense y el médico que pretendía atenderlo era el de los invasores.
Los que si murieron durante la batalla fueron varios de los cadetes de la Escuela Naval, entre los que destacan Virgilio Uribe, Jorge Alacio Pérez, Ricardo Ochoa y Eduardo Colina.
El parte de guerra de esos enfrentamientos da cuenta del siguiente resultado:
Defensores Invasores
152-172 muertos 195-250 capturados 150 civiles muertos1 497-572 total 22 muertos 70 capturados 92 total
Igual que sucedió con las otras invasiones estadounidenses a México, el pretexto fue lo de menos, lo importante era mostrar su poderío y de la misma forma, el Ejército mexicano del pasado prefirió no sostener enfrentamientos reales, dejando la plaza a merced del invasor y tomando una parte importante en la defensa los cadetes de las escuelas militares.
En 1847 fueron los cadetes del Colegio Militar en 1914, los de la Escuela Naval, los dos grupos formados por jóvenes en la plenitud de la vida, formándose apenas en las lides militares, pero mostrando arrojo, valentía y el coraje de defender a su país.
Son cien años transcurridos desde aquella penúltima invasión estadounidense a México (La expedición punitiva, fue la más reciente) y la cosas no han cambiado mucho para los veracruzanos que si bien ya no soportan el asedio extranjero, ahora lo hacen con el de sus propios gobernantes.
Nada bien les ha ido a los pobladores de esa entidad en los recientes 20 años, donde han soportado la torpeza de sus gobernantes y hasta el saqueo del erario público.
EL REGRESO
Terminada la Semana Santa y entrados en la Semana de Pascua, los políticos mexicanos deben regresar a sus tareas, así sea contra su voluntad.
Las leyes secundarias de las reformas estructurales duermen el sueño de los justos y deben despertar rápidamente, si es que se piensa en aprobarlas durante este período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, para estar en tiempo y forma.
Se tiene hasta la fecha del 30 abril, para terminar con este rejuego, donde los grupos de legisladores poderosos (PRI, PAN y PRD) muestran cada uno su músculo, para negociar en forma ventajosa.
Para los coordinadores de esas bancadas la tarea no es sencilla, ya que cada uno de ellos deberá mostrar su poder de negociación y eliminar aquellos conceptos que no sean convenientes para su ideología, lo que se advierte sumamente difícil de realizar.
Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, por parte del PRI; Silvano Aureoles y Miguel Barbosa, por el PRD y Luis Alberto Villarreal y Jorge Luis Preciado, por el PAN, deberán enseñar sus grandes habilidades de negociadores y convencer a sus homólogos de que sus propuestas son las mejores.
Otros que regresan a la actividad frenética que traían antes de la suspensión de las mismas por los días de asueto, son los candidatos que buscan la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
Gustavo E. Madero y Ernesto Cordero, continuarán con su periplo por todo el país, para convencer a los militantes de su partido con derecho a voto que son la mejor opción. El tiempo vuela en la carrera por ese cargo, ya que el 18 de mayo es la fecha indicada para que los votantes acudan a las urnas.
Por lo pronto, uno y otro manifiestan su confianza en ganar y muestran supuestas tendencias que los ubican a la cabeza de las preferencias, mientras que otros, ajenos al partido, establecen una lucha dispareja, adelantando la posibilidad de victoria del presidente con licencia.
No son muchos los días que restan para la elección, menos de un mes, y la radicalización de la contienda se advierte cada vez más cercana.