Comicios locales
Ramón Zurita Sahagún miércoles 16, Abr 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El presente año servirá para definiciones políticas, donde los partidos ensayarán sus estrategias para un difícil año electoral como lo es el próximo, en que se decidirán en las urnas nueve gobiernos estatales y los integrantes de la Cámara de Diputados.
Las tácticas de los partidos tendrán que ajustarse a las nuevas reglas políticas, con el estreno de un nuevo árbitro electoral, compuesto por 11 consejeros que conforman el Instituto Nacional Electoral (INE) que sustituyó al ya vetusto Instituto Federal Electoral.
En los comicios federales participarán todos los partidos con registro definitivo y un nuevo actor político, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) partido que tiene como principal activo a Andrés Manuel López Obrador.
Los otros partidos participantes serán Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática, del Trabajo, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza y el ya mencionado Morena.
Todos ellos se encuentran listos para participar en los 300 distritos federales en disputa.
Claro que hasta el momento no se define la forma en que lo harán, si será de manera individual o en conjunto, mediante alianza o coaliciones, para las que ya existirán nuevas reglas a las que deberán sujetarse.
En este proceso electoral pueden darse alianzas consideradas casi sacrílegas, pero que en el pasado ya existieron, siendo satanizadas, pero algunas de ellas dejaron en claro que funcionan, cuando menos para recabar los votos suficientes que les permitan ganar la elección.
Actualmente, existen tres gobernadores que ganaron en sus respectivos estados mediante esas alianzas que alguna vez censurara Manlio Fabio Beltrones, pero que enseñaron la madurez de los ciudadanos que optaron por ella y que envueltos en esa estrategia permitieron derrotar al PRI en los tres casos señalados.
Gabino Cué Monteagudo, Oaxaca; Rafael Moreno Valle, Puebla, y Mario López Valdez, Sinaloa, los tres con origen priísta, pero avalados por una coalición de izquierda y derecha, derrotaron al candidato respectivo presentado por el partido tricolor.
Hasta antes de ellos, la mayor parte de las alianzas establecidas entre derecha e izquierda habían fracasado, con sus excepciones como Nayarit y Chiapas, estados que ganó una alianza amplia que, para variar, encabezaron ex priístas.
Antonio Echevarría Domínguez era un destacado priísta que fungió como secretario de Finanzas durante dos administraciones tricolores y en una más secretario de Gobierno y buscaba la nominación por el PRI.
Consciente que su partido no lo apoyaría encabezó un movimiento llamado Alianza para el Cambio, conformado por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y de la Revolución Socialista y derrotó en las urnas al abanderado priísta Lucas Vallarta Robles.
En Chiapas sucedió algo similar, aunque en esta entidad, la coalición fue más amplia y como dato histórico registra que la integraron ocho partidos que se unieron para vencer al PRI y a su candidato Sami David David.
Pablo Salazar Mendiguchía fue respaldado por PAN, PRD, PT, PVEM, Convergencia, PSN, PCD y PAS, todos contra el partido tricolor, al que finalmente vencieron en las urnas.
Antes de ellos y después de ellos han existido coaliciones que no funcionaron en las urnas, con todo y el respaldo de los partidos de izquierda y derecha, los que se estrellaron ante la indiferencia ciudadana, tal vez por no contar con candidatos atractivos para los electores.
Por esa circunstancia, el Partido Acción Nacional (PAN) prevé acudir a los comicios locales de Coahuila y Nayarit, que se celebrarán el 6 de julio de este año, con sendas alianzas electorales con otras fuerzas políticas.
Según el secretario de Elecciones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) panista, Arturo García, en Nayarit, analizan la posibilidad de una “alianza de facto” con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y representantes de otras fuerzas políticas, en virtud de que ya se venció el tiempo en términos legales para su registro.
Para la otra entidad (Coahuila), en tanto, existe la posibilidad de hacer alianza con el partido estatal Unidad Democrática de Coahuila (UDC), que tiene una presencia local importante y que en experiencias similares anteriores ha logrado resultados exitosos.
García Portillo recordó que en Nayarit se disputarán 18 distritos locales y 20 ayuntamientos, mientras que en Coahuila sólo 16 distritos locales, por lo que se está en proceso de hacer estudios y trabajos de diagnóstico para ser más precisos a la hora de plantear las estrategias.
Refirió que independientemente de la cercanía en la fecha del relevo en la dirigencia nacional del PAN y la celebración de esos comicios, la Secretaría de Elecciones y el actual equipo de trabajo atenderán esos procesos hasta su culminación, así que no se prevé problema alguno. Estos comicios podrían servir de ensayo para lo que se avecina el año próximo, donde las posiciones son de mayor peso político y las alianzas podrían fructificar en victorias en las urnas.
Aunque los comicios son locales en este año, servirán, en caso de establecerse las alianzas, como termómetro para medir la temperatura de los electores en torno a lo que está sucediendo a nivel federal con el regreso del PRI a la Presidencia de la República y confrontarlo con lo que sucede en las entidades en las que habrá elecciones estatales.
Como dato adicional, la oposición al PRI ya gobernó en los principales ayuntamientos de cada uno de esos dos estados en lo que habrá comicios locales y hasta en el caso de Nayarit ya gobernó el estado.