Exitosa presentación de Lupillo Rivera en la Feria de Texcoco
Espectáculos martes 15, Abr 2014- La tercera canción fue perfecto marco para que un fanático entregara el anillo de compromiso a su pareja
Cuando en pleno concierto se entrega un anillo de compromiso, se escuchan canciones por más de dos horas, se regala dinero a niños, se complace con fotografías a los seguidores, se canta al unísono, se avienta ropa interior y se sale complacido, es que se trató de una exitosa presentación de Lupillo Rivera.
Sí, El Toro del Corrido, ahora El rey de los borrachos, como se titula su más reciente sencillo de promoción, deleitó a cientos de fanáticos durante su actuación en la Feria de Texcoco, haciéndolos cantar y, en momentos, bailar.
El concierto inició con La que se fue, para dar paso a Qué tal si te compro, pero la tercera canción fue perfecto marco para que un fanático entregara el anillo de compromiso a su pareja, sin antes Lupillo Rivera interpretar Esclavo y amo, ante la algarabía de toda la gente. Continuó con Eslabón por eslabón, Los pájaros y Cómo olvidar, para enseguida hacer una llamada a su mamá por el celular “quien está cumpliendo 68 años de edad y a quien quiero cantarle Las Mañanitas”, dijo un emocionado Lupillo Rivera.
Luego vinieron grandes éxitos como Prefiero la calle, Despreciado y Acá entre nos, pero cuando interpretó Fondo, fondo, fondo, tres niños bajaron al redondel y bailaron al ritmo de banda, llevándose como premio varios billetes de cien pesos, gesto muy aplaudido por la concurrencia. Siguió con Sin fortuna, Las nieves de enero, La interesada, El moreño, 20 mujeres, pero no pudo faltar el hecho de recordar a su hermana, así que se puso una gorra con el nombre de Jenni Rivera para interpretar Yo te extrañaré.
Llegó la parte final con la interpretación de Tragos amargos, al mismo tiempo de que regaló su corbata, y continuar con El barzón, Son tus perjúmenes mujer, Mi gusto es, Paloma negra, El rey, Baraja de oro, Árboles de la barranca y, no pudo faltar, El rey de los borrachos, su más reciente sencillo. Entre canción y canción jugueteó con ropa interior que le fue arrojada.
Pero el sombrero también se tenía que quedar en Texcoco, así que aventó su tejana, pero también se quedó el corazón de Lupillo Rivera en ese lugar, ante tantas muestras de cariño de su gente, de su público.