Se siente insegura 72.4% de la población
Nacional miércoles 9, Abr 2014- En todo el país: INEGI
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que en marzo del presente año 72.4% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, mientras que sólo 27.3% estimó que es seguro.
Explicó que la sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población respecto a la seguridad pública se generan por diversos elementos, como la atestiguación de conductas delictivas y antisociales que ocurren en el entorno de la población.
Asimismo, el temor al delito tiene impacto en las rutinas de la población y en la percepción que se genera sobre el desempeño de la policía, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
Esta nueva encuesta, que sustituye a la Encuesta Continua sobre la Percepción de la Seguridad Pública (ECOSEP), toma en cuenta a personas de 18 años y más que residen en las capitales de los estados o ciudades seleccionadas de 100 mil habitantes y más denominadas ciudades objeto de estudio.
El INEGI apuntó que en marzo, 18.7% de la población de 18 años y más que reside en las ciudades objeto de estudio, consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguiría igual de bien y 15.4% que mejoraría; mientras que 37.3% opinó que seguiría igual de mal y 27.6% que empeoraría.
Para el tercer mes del año, la población de 18 años y más que reside en las ciudades objeto de estudio manifestó que en los últimos tres meses ha escuchado o ha visto en los alrededores de su vivienda situaciones como consumo de alcohol en las calles (69%), robos o asaltos (66.4 %), vandalismo (56.5%) y venta o consumo de drogas (40.2%).
Indicó que en marzo, 65% de la población de 18 años y más que reside en las ciudades objeto de estudio manifestó que en los últimos tres meses, por temor a sufrir algún delito modificó sus hábitos respecto a llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito.
En tanto, 50.8% cambió rutinas de caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche; 47.6% señaló que modificó sus hábitos respecto a permitir que salieran de su vivienda sus hijos menores; y 30.6% cambió rutinas relativas a visitar parientes o amigos.