Critica New York Times récord de deportaciones de Barack Obama
* Especiales, Mundo martes 8, Abr 2014- El gobierno estadunidense recibe fuertes críticas por la falta de avances en el Congreso
Pese a que el gobierno de Barack Obama asegura que ha ordenado priorizar la deportación de indocumentados con antecedentes criminales graves, la mayor parte de la cifra récord de expulsados bajo su mandato sólo había cometido infracciones menores, afirma The New York Times.
De acuerdo con el rotativo, dos tercios de los casi 2 millones de casos de deportación registrados desde que Obama llegó a la Casa Blanca en 2009 “involucran a personas que habían cometido infracciones menores, incluidas infracciones de tráfico o que no tenían antecedente penal alguno”.
Luego de un análisis de datos oficiales internos del gobierno, el diario asegura que sólo 20 por ciento de los deportados, unos 394 mil, eran personas que habían cometido delitos graves, entre otros tráfico de drogas.
De acuerdo con el rotativo, los casos de deportaciones que más han aumentado son los de indocumentados interceptados tras haber cometido una infracción de tráfico: ese tipo de casos se han más que cuadruplicado desde los 43 mil registrados durante los últimos cinco años del gobierno de George W. Bush a los 193 mil en el lustro que Obama lleva en la Casa Blanca.
El Times agrega un considerable aumento -188 mil, o tres veces más que durante la era Bush- de las condenas por ingresar o volver a entrar en el país de forma ilegal, lo que implica que son devueltos a sus países de origen con la carga adicional de dejar Estados Unidos con antecedentes penales que en caso de volver a ser interceptados entrando de nuevo de forma ilegal podría hacerles acabar en la cárcel.
El gobierno de Obama ha recibido fuertes críticas por la falta de avances en el Congreso hacia una reforma migratoria y las cifras récord de deportaciones ordenadas por el equipo de un presidente que en dos ciclos electorales prometió una solución para los más de 11 millones de indocumentados que viven en el país.
Según la prensa estadounidense, los líderes en materia de reforma migratoria le han creado a Obama el apodo de “deportador en jefe”. Por ahora, se abre el plazo de tres meses que Obama ha pedido a los grupos de presión para realizar una revisión “humana” de las deportaciones, orden que dio a su secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, a mediados de marzo.
Según han declarado a medios locales, algunos de los activistas que han participado en las reuniones sobre el tema en la Casa Blanca, éste les habría prometido que si no se logran avances en el Congreso -donde la mayoría republicana de la cámara baja impide votar una propuesta de ley migratoria como ya hizo el senado hace casi un año- podría ordenar algún tipo de “alivio administrativo”.
De confirmarse esta promesa, supondría un cambio de rumbo en la Casa Blanca. Obama hizo un muy aplaudido gesto en 2012 (poco antes de las elecciones) cuando ordenó mediante decreto una “acción diferida” para detener temporalmente las deportaciones de jóvenes indocumentados que se habrían beneficiado de una fracasada ley migratoria que les habría permitido iniciar su legalización, la denominada “DreamAct”.
Desde entonces, y pese a las crecientes demandas y presiones, se ha negado a volver a hacer uso de sus poderes ejecutivos en esta materia, alegando una y otra vez que una solución duradera debe pasar por el Congreso.