El Rock Star, en peligro de extinción
* Especiales, Espectáculos lunes 7, Abr 2014Los acordes de la imagen
Gerardo Jiménez S.
- Placebo supo cómo presentarse al mundo, pero la clave en mucho la ha tenido la perfecta imagen de Brian Molko
El Rock Star es una especie totalmente en peligro de extinción, posiblemente la idea más remota del hombre que carga el peso de una banda con una imagen casi perfecta, la tiene Robert Plant de Led Zeppelin, jeans ajustados, playera abierta, enseñando el pecho, un parado casi femenino con una voz hipnotizante cual sirena encerrada en el cuerpo de un hombre, así se podría definir en pocas palabras al individuo que dio vida a la balada número uno del siglo: Stairway to Heaven.
De esa imagen podemos brincarnos a las influencias que dejó el paso de Plant a través de muchas décadas posteriores, desde David Lee Roth de Van Halen hasta Bret Michaels, de Poison, evidentemente pasando por Sebastian Bach de Skis Row, Jani Lane de Warrant, entre mucho otros, que en definitiva vendían al público un porte andrógino, con melenas largas y cuerpo muy delgados, pero dejando en claro que había un cierto trabajo de gimnasio.
En México en los años 80 y 90 que el rock en español, comenzó a tomar su forma y un sentido muy característico, algunas de las bandas que hoy son denominadas como claves, buscaron en grupos como The Cure la imitación a formas de vestir y peinarse, mientras que otros, buscaron en la identidad de nuestros antepasados una forma de uniformarse con sombreros de mimbre, guayaberas y huaraches.
Claro que en el vestir no está el talento… Pero si tomamos a un estudiante de medicina o de leyes de casi cualquier universidad, desde el primer semestre ya están usando bata o traje de marca, dejando en claro que para ser, primero y antes que nada deben parecer.
Placebo supo como presentarse al mundo, pese a que su primer disco fue en el año de 1996, fue con el sencillo Pure Morning en 1998, cuando fueron certificados platino y David Bowie, como es costumbre supo olfatear el éxito venidero, pero la clave en mucho la ha tenido la perfecta imagen con la cual Brian Molko (vocalista y guitarrista), se reveló en el video del tema antes mencionado.
Vestido completamente de negro, uñas pintadas del mismo color del atuendo, una piel completamente pálida contrastando con ojos claros, bien podría ser una mujer, su tono de voz, algo nasal y aguda dan casi la certeza de que en efecto el cantante principal de este grupo británico es una fémina, pero no. Es Brian Molko, aderezando con un toque extra, el misticismo de Placebo que los ha llevado a vender millones de copias en el mundo.
Reitero, no todo es y debe ser la cuestión física, porque de aseverar esto, estaría apoyando a cientos de grupos pop que apuestan a la belleza por encima del talento.
Vayamos a la cuestión musical y lírica: Sus canciones, no es que sean sencillas, pero el ensamble de baterías con bajo, van totalmente unidas, elevando el poder de los graves, eso quiere decir que la tarola y el instrumento de cuatro cuerdas casi van de la mano, salvo en algunos momentos que Stefan Oldal realiza algunas figuras, entre los tiempos de la batería, dando entrada a una guitarra eléctrica casi siempre con distorsión y eco, teniendo como resultado un sonido algo agudo que ayudará a la voz de Molko a tener más énfasis.
Ahora vayamos a las letras, las cuales casi todas fueron escritas por Brian, hogares destruidos, relaciones catastróficas, mundos imaginarios, soledades y depresión son elementos básicos que se hacen constantemente repetitivos y seamos sinceros. Con tanto jovencito inadaptado en el mundo, creo que Placebo les cae como anillo al dedo, como banda sonora de la cotidianeidad.
En efecto pese a la displicencia del grupo y cierta arrogancia, creo que muchos grupos en el mundo podrían aprender de estas claves fundamentales, ya que el Rock Star está muriendo y se encuentra en peligro de extinción.