Metro: ¿impunidad para Ebrard?
Francisco Rodríguez viernes 4, Abr 2014Índice político
Francisco Rodríguez
De una y mil formas ciertos comunicadores han pretendido confundir a la opinión pública e, incluso, burlar al gobierno federal en el asunto del gran canal del desagüe que es la Línea 12 del Metro. Pero tales distracciones, por decirlo tiernamente, son arcaicas y ya nada convincentes. Vea usted:
Para empezar, ponen al frente de la comisión investigadora de la ALDF a Jorge Gaviño Ambriz, un asambleísta de Nueva Alianza, marcelista declarado, protegido por éste desde que murió su original benefactor, Juan José Osorio, quien fuera líder de mariachis, tríos y otros músicos capitalinos.
Luego, el ex director del Metro, un tal Bojórquez, quien hoy es encargado de las finanzas en Morena, rompe el silencio y sin que nadie lo esperara en escena, sale a declarar que él y solo él, nadie más que él tiene la culpa de haber rentado los vagones inservibles de la L12, pero que eran los más indicados, porque “se ajustan a los rieles y a los perfiles de los demás vagones”. Declaración no pedida, acusación manifiesta, dicen los abogados desde hace por lo menos 2 mil años, en todos los países y en todos los foros: “desconfía del que se autoincrimine”.
Del otro lado, el vocero del consorcio empresarial (ICA-Carso-Alstom), tartamudo e inaudible, cansa a los entrevistadores, agotando el tiempo en muletillas, gesticulaciones, jadeos y retintines sobre lo” antes mencionado” que, por lo general es insustancial y no viene al caso. Ante ello, los productores de prácticamente todos los programas cortan el audio para que entre la más suculenta publicidad.
Y ahí están las declaraciones de Alfredo Hernández, hoy flamante secretario de Obras —antes fue el que Ebrard tenía para cobrar los moches que no podía concretar Fernando Aboitiz— sentencian que las fallas de la L12 no son por corrupción, son estructurales, pero pasajeras (?).
Ante todo ello, el” boquete” de 500 millones que Marcelo Ebrard no puede justificar ni ante su propia Contraloría, no se atribuye a actos de corrupción, sino de” ajuste” del gasto del Fondo Metropolitano a emergencias de reparaciones en la L12.
Asimismo, se empieza a manejar la versión de que todo es un complot del vengativo Joel Ortega contra Ebrard, por aquello del “News Divine”, cuando todo mundo sabe que Joel sólo tuvo que ver en ese asunto lo mismo que Ebrard en el linchamiento de Tláhuac: ¡sólo miedo, pánico, de actuar!
Ninguna de esas plumas taxi —de alquiler—, empero, habla de la verdadera causa de este charco infecto: las pasiones y sus vendavales. Nadie menciona la preferencia otorgada a un valido para que éste solucionara el problema económico de su vida, por medio de la concesión para rentar, de aquí al 2028, vagones inservibles que podían ser los ataúdes de miles de mexicanos en condición de miseria.
Es un caso que pone en tela de duda la capacidad y credibilidad del perredismo entero para seguir confiándole la mayor aglomeración de mexicanos. ¿No cree usted?
La línea tirada y que siguen fielmente los comunicadores amigos es que no interesa la corrupción pasada, no, para nada. Que lo importante, dicen, es cuando va a empezar a funcionar la Línea 12.
Buscan impunidad para Ebrard.
Y lo dicho. El peor problema de México no es la corrupción. El peor problema es que esta corrupción quede impune, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: “Cuando Dios dice a dar, hasta los costales presta”. El refrán podría aplicársele a la perfección al líder del PRI-DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el famoso zar de los recogedores de desechos, mejor conocido por su remoquete “El Basuritas”, que ha concitado a su alrededor todas las malquerencias del priísmo, por sus evidentes nexos con connotados perredistas que hoy se encuentran bajo la lupa de autoridades civiles y judiciales. Ha sido acusado de todo, con o sin razón, desde fraude, malversación, redes de prostitución, hasta alta traición al partido que encabeza en el DF. Pero, se preguntará usted, amable lector, ¿a qué se debe la” caída libre” de “El Basuritas” que, pa’cabarla ha sido cesado fulminantemente de su cargo? ¿A qué se debe que desde hace días, los coordinadores delegacionales ya acordaban con Chonito Alfaro o con algunos funcionarios, según fuera su catadura? El colmo. Dicen los que saben que “El Basuritas” acordaba con Ebrard desde que era chiquito y que entre los dos personajes, ambiciosos sin límite, tenían preparado un plan para acabar con el PRI, el PAN y el PRD en todas las delegaciones del DF. Luego dicen que “los chivos se huelen”. Descansen en paz. + + + La selección de los siete comisionados del nuevo IFAI es un proceso transparente y abierto a la sociedad, donde el Senado de la República está decidido a consolidar el proceso democrático que México vive, señaló el senador Pablo Escudero, al anunciar que las comisiones dictaminadoras convocaron a una decena de especialistas, académicos y representantes de la sociedad civil, para que participen en un Comité Técnico de Acompañamiento, que dará seguimiento a este proceso de designación. Ayer presentó formalmente su solicitud el doctor en Ciencia Política, Luis Miguel Martínez Anzures.
Me parece que es sano para la política del DF y del país que personas con esos comportamientos sean exhibidas para que ya no abusen del poder y de los recursos que aportamos todos, ahora los partidos que lo han apoyado convenencieramente se deslindan, deporte nacional, muy en particular el siempre oportunista PRD, que publicita la presentación de una denuncia penal, que bien saben no procederá, pero que bien les viene como propaganda para desviar la atención de la opinión pública sobre el triste caso de corrupción en la Línea 12 del Metro, ahora no se acuerdan de un caso similar de uno de sus connotados militantes, antes delegado, ahora asambleísta, que solicitaba favores sexuales a cambio de puestos de trabajo, con salarios pagados con el presupuesto de la Ciudad.