Cercan al DF
Ramón Zurita Sahagún jueves 3, Abr 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Contrario a lo que piensan algunos, el Distrito Federal solamente limita territorialmente con el Estado de México y el de Morelos, ya que el primero forma un semicírculo alrededor de la entidad en que se ubica la capital del país.
Esos dos estados limítrofes se encuentran asediados por los grupos delincuenciales y la violencia en su máxima expresión, manteniendo en jaque las 16 delegaciones que conforman el Distrito Federal.
Se le achaca al efecto cucaracha producido en Michoacán las explosiones de violencia ocurridas en estas dos entidades, aunque la realidad es que tanto el Estado de México como Morelos tienen sus propios fenómenos que vienen arrastrando desde hace tiempo.
En el Estado de México ya se tomaron algunas medidas por parte del gobierno federal, para atender las necesidades de la población en materia de seguridad, principalmente en los municipios conurbados con la ciudad de México; en Morelos se pide urgentemente la atención del gobierno federal, aunque el gobierno estatal desestima esa ayuda.
El pasado martes, la población de Morelos salió a las calles para pedir al gobernador Graco Ramírez renuncie con carácter de irrevocable a la administración estatal, ante la incapacidad mostrada para detener la ola de violencia.
La protesta ocurrida en Cuernavaca, al vencimiento de los 18 meses que el propio gobernador se había puesto de plazo para frenar la violencia y convertir a Morelos en un estado seguro, fue desestimada por el gobierno estatal, considerando que obedecía a una revancha movida por parte de priístas y panistas que perdieron el poder.
Graco ganó le elección al gobierno estatal en julio de 2012, venciendo al partido tricolor que había iniciado como favorito en las encuestas y al PAN que gobernaba la entidad desde 12 años antes.
El triunfo del candidato de la izquierda se basó en su oferta electoral, donde se consideraban sus promesas de detener la violencia y convertir a Morelos en un estado seguro. Dieciocho meses después de asumir el gobierno estatal, la promesa fue incumplida, aunque el propio Graco salió a comparar con cifras la baja en delitos de todo tipo, lo que redunda en la confianza ciudadana.
Según el gobernador de Morelos, el avance es considerable, ya que se cuenta con mando único en casi el 80 por ciento de donde se concentra la población, además de otras medidas.
Para el Estado de México se considera que la intervención del gobierno federal coadyuvará para frenar la violencia disparada en los tiempos recientes y que de esa forma se evitará se propague la inseguridad que existe en algunos municipios.
A todo esto, el Distrito Federal, catalogado por sus autoridades como una entidad segura, alejada de los problemas que aquejan a otras entidades, especialmente a las vecinas, comienza a sufrir algunos problemas.
Según el gobierno capitalino, en el Distrito Federal no existen los cárteles de la droga y la inseguridad solamente se presenta en forma intermitente, sin que la población se sienta amenazada.
Con todo y ello se propusieron algunas medidas para garantizar la seguridad de los habitantes de la ciudad más poblada del país, como el escudo centro, donde participan las entidades situada en esa región de la geografía mexicana.
De esos estados que forman parte del proyecto, varios de ellos viven problemas de inseguridad.
Sin embargo, algo que llama poderosamente la atención es el que los estados gobernados por la izquierda sean de los que más problemas de violencia enfrentan.
En ese rubro se encuentran Guerrero y Morelos, donde los esfuerzos de Ángel Aguirre Rivero y Graco Ramírez Garrido Abreu se han estrellado ante el efecto que producen los actos delincuenciales.
Claro que en ese rubro, Michoacán se lleva las palmas, aunque la intervención del gobierno federal y la decisión de enfrentar al principal grupo delincuencial han servido para bajar los índices de violencia.
Pero también Sinaloa, un estado en que el gobernador Mario López Valdez llegó con el respaldo de izquierda y derecha, enfrenta problemas graves de inseguridad y violencia, paliados con la captura de Joaquín (“El Chapo”) Guzmán Loera.
El Distrito Federal, gobernador por otro mandatario surgido de la izquierda, Miguel Ángel Mancera, se había mantenido ajeno a los problemas de otras entidades en esos rubros, aunque el círculo se va cerrando y no sería raro que la contaminación proveniente de otras entidades y la suya propia hicieran que se disparara la violencia que ha tenido sus expresiones a cuentagotas.
Tabasco es otro estado gobernado por la izquierda, donde Arturo Núñez Jiménez pudo contener la rebelión policíaca sin graves daños.
Mantuvo a su secretario de Seguridad Pública, consiguió que los elementos de la dependencia regresaran a sus labores y evitó que los delitos se dispararan.
INE
Siguen el conflicto en torno a la selección de los nuevos consejeros del INE, los que ya tienen su sitio asegurado son los cuatro consejeros del IFE sobrevivientes: Marco Antonio Baños, Lorenzo Córdova, María Marván y Benito Nacif.
Los cuatro han conseguido el consenso de los diputados de todos los partidos y aseguraron su lugar, aunque en los siete restantes hay ciertas dudas, por el jaloneo que mantienen los partidos por meter en la lista a sus recomendados.
Los priístas que mantienen la mayoría en la Cámara de Diputados pretenden colocar a cuatro de sus piezas y al presidente del organismo electoral, dejando seis sitios vacantes para que se los repartan entre panistas y perredistas, principalmente.