Fidel, en la mira
Ramón Zurita Sahagún jueves 17, Jun 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si en la guerra y en el amor todo es válido, en la política y la obtención de resultados de la misma, todo lo amerita, sin pensar en la forma de alcanzar las metas. De ahí que las dos semanas que restan de campañas políticas para que la ciudadanía acuda unos días después a las urnas para la renovación de 12 gobiernos estatales, comienza a desgranar los métodos y tácticas a las que recurren los diversos contendientes.
El escándalo más reciente es el espionaje al que es sometido el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y su intromisión en las campañas de los candidatos de su partido (PRI) según se constata en diversas grabaciones difundidas en las últimas horas.
Se trata de espionaje y de sistemas nada ortodoxos o legales, pero válidos para los que pretenden desenmascarar la forma en que se operan las campañas y se usan los recursos gubernamentales en respaldo de los candidatos de los distintos partidos.
En esta ocasión le tocó al gobernador de Veracruz, como antes se desmanteló un centro de espionaje telefónico adjudicado al hoy huésped del reclusorio de Nayarit, Gregorio Sánchez Martínez y antes otro vinculado al entonces gobernador de Campeche, Jorge Salomón Azar, uno más a Arturo Montiel Rojas, otro a Emilio Chuayffet Chemor y otros tantos que no acabaríamos de enumerarlos unos por uno.
Sin embargo, aunque la discusión se centra en el contenido de las conversaciones que sostiene el mandatario veracruzano con diversos personajes políticos, candidatos y otros, para denunciar la injerencia del gobernador y contar después con argumentos para buscar la nulidad de los comicios o sanciones posteriores, en el aire quedan nuevamente los espías que alquilan sus servicios en esto que forma parte de la guerra sucia y la validez de esas grabaciones y la divulgación de las mismas.
Y es que es sumamente conocido que los actores políticos recurren a todas las armas posibles, las ya conocidas y hasta ensayan con desconocidas para salirse con sus propósitos. De ahí, que se mantengan denuncias sobre el uso de los programas gubernamentales, federales, estatales y municipales, según sea el caso, para la captación de simpatías y eventualmente de votos.
También operan las descalificaciones del contrario y de las autoridades por razones diversas, las acusaciones sin pruebas sobre presuntos fraudes electorales, compra de votos, coacción del sufragio y muchas más.
No hay distingo entre los partidos que operan de la misma forma, según sea el caso, desde la oposición o como partido en el poder.
La guerra está desatada y los adversarios se tiran con todo, a dar, que el contrincante quede aniquilado y que los votantes puedan, según sea el caso, ratificar o rectificar la tendencia del voto.
Es cierto que Veracruz se mantiene como la joya de la corona electoral del cuatro de julio y que las tendencias apuntan al refrendo del PRI, pero también lo es que el gobernador Fidel Herrera Beltrán tiene en juego parte de su futuro político, por lo que es necesario evidenciar los métodos usados para el refrendo y la ampliación de su poder.
Fidel es uno de los tres aspirantes a la candidatura presidencial, muy por debajo del que señalan las preferencias (Enrique Peña Nieto), pero situado en casi todos los sondeos en segundo lugar. También se le señala como un prospecto serio para la dirigencia nacional del PRI y hasta, eventualmente, otros establecen que podría ser el coordinador de la bancada tricolor en una añorada mayoría priísta.
El gobernador de Veracruz es un político en toda la extensión de la palabra y como tal siempre ha sido conceptuado, sobreviviente de los tiempos idos de partido único, acostumbrado al uso del poder, populachero, enérgico cuando hay que serlo, paternalista en sus momentos y que se mantiene cercano a los círculos del poder, político, económico, religioso, etc.
Fidel tiene metas precisas y sabe que para alcanzarlas hay que actuar a fondo, por lo que está considerado dentro del grupo de los rudos de la política, contra los que los partidos opositores apuntan al desgaste y a su pulverización.
Él, Ulises Ruiz Ortiz y Mario Marín Torres se encuentran en la mira de sus adversarios, por lo que conforme se acerque la fecha de la elección se redoblarán las campañas en su contra con razón o sin ella, con tal de mostrar los abusos, dispendios, desvíos de recursos ilegalidades y, en síntesis, actuaciones al margen de la ley.
Si son realidad o no, eso es otra cuestión, la guerra sucia desatada entre los partidos apunta en todos los frentes, sin importar si son los priístas, panistas, perredistas u otros los que las inicien o difundan.
Mucho camino falta por recorre en dos semanas que serán esenciales para el convencimiento del ciudadano de sufragar a favor de una u otra opción el próximo 4 de julio.
*Uno de los grandes retos que enfrenta el alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo Maza, son las vialidades en ese municipio del Estado de México, por lo que estableció el compromiso de que para el mes de mayo del año próximo estarán terminadas las seis vialidades que permitirán el reordenamiento vial en esa área.
Del Mazo Maza es uno de los varios prospectos que se vienen mencionando con posibilidades de competir por la candidatura del partido tricolor al gobierno estatal, cuya elección está fijada para julio del año próximo.
El alcalde mexiquense cuenta con una corta, pero destacada carrera política, donde fungió ya como secretario estatal de Turismo y fue electo el año pasado como alcalde de ese importante municipio.
*Manlio Fabio Beltrones muestra la cohesión de su equipo, insertado en diferentes áreas de la actividad política. Ayer desayunó en conocido restaurante con algunas de sus piezas: Marco Bernal, de la Fundación Colosio; Sami David, coordinador de los diputados federales del sector popular y Humberto Lugo Gil, ex dirigente nacional del PRI y de la CNOP y efímero gobernador de Hidalgo.