Nava: derrota segura
¬ Gustavo Mora jueves 17, Jun 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
Más disparejo que el partido Alemania- Australia en el Campeonato Mundial de Futbol, está el pleito que quiere cazar el dirigente nacional del Partido Acción Nacional, César Nava, con el Instituto Federal Electoral.
Es más, se nos hace muy ojón para paloma el improvisado Nava para retar a uno que ni siquiera es de su división. Es tanto como ponerse con Sansón a las patadas.
Para empezar, el IFE es una institución seria, bien acreditada y que se ha ganado el título de árbitro en cualquier tipo de elección que haya en este país (desde Tingüindín hasta Salta pa´ trás) Lleva dos elecciones presidenciales calificadas y le ha corregido la plana a varios de los tribunales electorales que funcionan en los estados con aparente autonomía, pero que siguen las consignas que les dictan los gobernadores. Y ahí es donde entra el IFE a poner orden a los institutos, a los partidos, a los candidatos y gobernadores chicharroneros.
El que está pendiente de todo cuanto resuelve el Instituto Federal Electoral es el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial cuyos magistrados entienden equivocadamente que su misión es rechazar todo cuanto aprueben los consejeros.
Pero esos son pleitos de pesos completos y no una función de peso paja como lo es Nava y un semicompleto que no puede amedrentar y presionar a quienes no se dejen intimidar con los presidentazos del débil e inexperto dirigente de Acción Nacional.
Los consejeros del IFE no actúan con sesgo cuando se trata de asuntos del gobierno calderonista. Más bien, aplican el sabio proverbio de: “La ley es dura, pero es la ley”. Y el PRI no puede con sus denuncias cambiar el criterio de quienes están cumpliendo con su deber.
Juan Molinar Horcasitas y el desacreditado Eduardo Bours deben estar felices con la objeción de los ministros de la Corte Guillermo Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero, Juan N. Silva Meza (el que salvó a Echeverría con su criterio sobre el delito del genocidio), Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Fernando Franco González y Sergio A. Valls Hernández, al dictamen de su colega Arturo Zaldívar Lelo de Larrea quien finca responsabilidades al ex Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social y actual Secretario de Comunicaciones y Transportes y al ex gobernador de Sonora, protegidos en el incendio de la Guardería ABC de Hermosillo (Sonora).
Lelo de Larrea cumplió escrupulosamente la comisión que le dieron los que ahora están en desacuerdo con él, basándose en la ley y sin recargarse en juicios morales como lo acusan sus colegas.
El 5 de junio de 2009 se incendió la Guardería ABC del Instituto Mexicano del Seguro Social y perdieron la vida 49 niños, aparte de los 104 infantes que resultaron con lesiones leves y graves, algunas de las cuales perdurarán de por vida.
Zaldívar señala que la Suprema Corte de Justicia de la Nación corre el riesgo innecesario de ser la última esperanza para las víctimas de la arbitrariedad, la negligencia y el abuso del poder. No pensamos que haya quien esté en desacuerdo con eso. Lo que se plantea no es que el máximo tribunal del país se convierta en el gran garrote o en un tribunal como el de la Santa Inquisición. Hay quienes no se atrevieron a oponerse en público y pidieron excusa para no participar cuando el informe se debata en el pleno. De que los hay, los hay… Por más esfuerzos que hacen, los partidos políticos, sus dirigentes, desangelados candidatos a gobernadores, legisladores y paleros, no logran robar reflectores a los partidos del Campeonato Mundial de Futbol. Bendito sea Dios. Y se cumple lo que nos dijo hace muchos años Fernando Gutiérrez Barrios: “Hay que dejar descansar a la gente de tanta estridencia y burradas que dicen a veces (muchas) los políticos que hablan a todas horas y de todos los temas, aunque no los conozcan”.