Movimiento
Ramón Zurita Sahagún viernes 28, Mar 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Quedó evidenciada la difícil circunstancia que enfrentará el 18 de mayo Ernesto Cordero Arroyo en su intentona por presidir el Partido Acción Nacional.
La gran concentración lograda por Gustavo E. Madero Muñoz dejó en claro el respaldo con que cuenta el dirigente nacional con licencia, para repetir en la conducción del partido blanquiazul.
Se reunieron en Puebla militantes y cuadros dirigentes de varios estados, para mostrar el músculo de lo que consideran será un tránsito asfaltado, con algunos baches, pero nada sinuoso para que su candidato repita como dirigente nacional.
Algo extraordinario tendría que pasar para que los momios a favor de Madero Muñoz cambiaran y la balanza se inclinara a favor de Cordero Arroyo.
Es entonces cuando muchos se preguntan qué fue lo que animó al ex secretario de Hacienda para entrar en la disputa por la dirigencia del partido. Es cierto que Ernesto Cordero aglutina a su alrededor a los restos del calderonismo que intentan subsistir, aunque cada vez se ven más relegados.
También lo es que mantiene el control mayoritario entre los senadores miembros del partido blanquiazul. Sin embargo, Cordero Arroyo tiene una gran debilidad y es que falta de carisma.
Claro que su adversario, Madero Muñoz, no ganaría un concurso de simpatía y es más visto como un personaje pequeño y gris. A pesar de ello, el dirigente panista con licencia ha logrado alcanzar algunas de sus metas, como es la presidencia del partido y el liderazgo senatorial.
La disputa por la presidencia del PAN, muestra dos alfiles que pugnan por la secretaría general del partido, uno que avanza a pasos agigantados en su crecimiento político y el otro que va en pleno declive. El primero es Ricardo Anaya, quien va en mancuerna con Gustavo Madero y despuntó como un político joven con futuro promisorio y que en caso de alcanzar la secretaría general del partido se enfilaría a la candidatura blanquiazul al gobierno de Querétaro.
Los priístas saben que la plaza de Querétaro es un de las más complicadas, toda vez que el resultado que arroja la administración de José Eduardo Calzada Rovirosa dista mucho de ser exitoso.
Es un bombón para quien sea candidato de Acción Nacional y aunque hay otros aspirantes bien posicionados, la frescura que ofrece Anaya es un atractivo para la ciudadanía que desea ver caras nuevas en los cargos de importancia del gobierno estatal.
La fórmula senatorial de Francisco Domínguez Servién y Marcela Torres Peimbert pueden ser los escollos internos que tendría que vencer Anaya para posicionarse como candidato gubernamental.
Domínguez ya fue alcalde de la capital del estado y diputado federal de mayoría y su posicionamiento en la entidad es bastante bueno.
Torres Peimbert ganó como segunda en la fórmula mayoritaria de su partido y también ya fue diputada y cuenta con reconocimientos en todo el estado, por su labor al frente del DIF, cuando su ahora exesposo Francisco Garrido gobernó la entidad.
El compañero de fórmula de Cordero Arroyo es Juan Manuel Oliva Ramírez, un ex gobernador de Guanajuato, vinculado a “El Yunque” y con sospechas sobre su manejo en el gobierno estatal.
Oliva Ramírez dejó el gobierno de Guanajuato con pretensiones de disputar la candidatura presidencial de su partido, aunque se quedó corto en la intentona y decidió hacerse de lado.
Fue situado como secretario adjunto en la dirigencia nacional panista, para que encontrase un camino por el cual transitar hacia un mejor futuro, pero no lo consiguió.
Se autopostuló como aspirante a suceder a Gustavo Madero, buscó alianzas que nunca se concretaron y, finalmente, con sus escasos activos pactó con Cordero Arroyo, para ir juntos en busca del primero y segundo lugares en el mando partidista.
Yendo en fórmula Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva intentan reducir la ventaja que les sacó desde un principio Gustavo Madero y a la distancia se aprecia difícil que puedan remontarla.
Los panistas tienen dos meses para razonar su voto en la realización de este primer ejercicio abierto hacia la militancia, donde podrán votar sin ningún tipo de coacción.
Con ese tiempo por delante y con 32 entidades a visitar (algunas de ellas ya recibieron a los candidatos), los dos aspirantes a la presidencia tendrán que realizar un esfuerzo sobrehumano para convencer a quienes ya tienen razonado su sufragio y se encuentran convencidos de emitirlo a favor de uno de ellos.
Será sumamente difícil que ese voto de convencimiento sobre sus preferencias en las dos fórmulas participantes pueda ser revertido.
El Senado de la República definió la realización de foros de audiencia pública entre los días miércoles 2 y viernes 4 de abril para tratar el tema de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones.
La agenda confeccionada para el tema comprende las fechas del 7 al 11 del mismo mes de abril, para que los grupos parlamentarios representados en el Senado discutan el mismo asunto y a partir del 22 de abril, se entregue el dictamen correspondiente a la mesa directiva y se discuta y vote en el pleno entre los días 23 y 25 de abril, a cinco días de terminar el período ordinario de sesiones.
El presidente de la Comisión de Comunicaciones del Senado, el panista Javier Lozano Alarcón mostró optimismo en que alcance el consenso necesario para su aprobación, aunque descartó se pueda alcanzar unanimidad en la votación.