Privilegiados
Ramón Zurita Sahagún jueves 27, Mar 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Qué tienen los consejeros del IFE que no tienen los comisionados del IFAI?
¿Por qué los primeros si fueron considerados como posibles integrantes del nuevo organismo electoral y los segundos fueron desechados como prospectos para el organismo autónomo de transparencia?
La realidad es que unos y otros eran fuertemente cuestionados por su labor y se consideraba que las reformas en cada uno de los organismos, la creación de los nuevos y la ampliación en el número de integrantes conllevarían, en ambos casos, baraja nueva.
En las dos instituciones se quedaron cojos, al reducir su número de nueve a cuatro consejeros en el IFE y de cinco a cuatro comisionados en el IFAI y eso no alteró el desarrollo de los trabajos.
Son cuatro de cada lado los sobrevivientes, pero unos sí fueron considerados y los otros, simplemente, rechazados.
En el caso de los consejeros del IFE, dos de ellos (Lorenzo Córdova y María Marván) se negaron, en primera instancia, a llenar su solicitud de aspirantes, para ser considerados por los disputados y otros dos (Marco Antonio Baños y Benito Nacif) decidieron entrarle de lleno con otros 300 a la puja por un lugar.
Los comisionados del IFAI fueron los cuatro los que se presentaron al interrogatorio realizado por los senadores para exponerle su interés por continuar en el cargo, aunque fuese otro organismo con mayores atribuciones.
La diferencia entre unos y otros estriba en que los comisionados del IFAI se mantuvieron en pie de guerra de unos contra otros y dejaron en claro que era casi imposible que continuaran trabajando en forma conjunta.
Fueron tan rudimentarios que algunas de sus justificaciones provocaron carcajadas y preocupación entre los senadores, sobre el nivel que mantenían dentro del organismo los comisionados en funciones.
La comisionada María Elena Pérez-Jaén explicó que por ser la que mejor inglés habla, tenía que cubrir los viajes al extranjero, justificando de esa forma sus continuas ausencias de la sede laboral.
Gerardo Laveaga quiso mantenerse con el privilegio de la presidencia del organismo, con todo y sus frecuentes fallas.
Sigrid Arzt reconoció las diferencias existentes entre ellos y negó las acusaciones que sobre ella pesan sobre el conflicto de interés y el uso de información privilegiada.
El menos mordaz y más apegado a destacar las labores que corresponden al organismo fue Ángel Trinidad Zaldívar, quien fue arrastrado por la oposición de los senadores a los otros tres y por el choque frontal que escenificó con Pérez-Jaén y Laveaga.
Su esfuerzo fue en vano, ya que los senadores decidieron buscar entre los más de ciento cincuenta candidatos a los nuevos integrantes del organismo que sustituirá al famélico IFAI.
Dentro de los solicitantes de un espacio hay personajes que reúnen todas las características y el rigor que deben de tener los nuevos integrantes, entre los que se encuentran Salvador Guerrero, Guillermo Antonio Tenorio, Gregorio Guerrero Pozas, Rosa Inés Blanco, María del Carmen Ávila, Alonso Oñate Laborde, pero también abundan los que traen los colores de su ideología debajo de la camiseta.
Entre éstos destacan Rogelio Gómez Hermosillo, Jorge Chávez Presa y Sergio Valls Esponda, entre otros.
Entre los aspirantes al Instituto Nacional de Elecciones que sustituye al Instituto Federal Electoral, que superaron en registro los 300 aspirantes, se seleccionaron cinco quinielas con 55 aspirantes, entre los que saldrán los 11 nuevos consejeros.
Lo curioso es que las listas las encabezan dos de los cuatro consejeros y otro funcionario que no alcanza ese rango, propuestos para la presidencia del INE.
Marco Antonio Baños y Lorenzo Córdova, uno que anunció su intención por continuar en el cargo y el otro que se mostraba renuente a pasar por un filtro, son considerados para presidir el organismo que ambos ya presidieron en otras circunstancias.
Edmundo Jacobo es el otro miembro del actual IFE que también fue considerado para encabezar las tareas del órgano regulador de los comicios.
Como parte de la equidad de género, dos mujeres fueron propuestas para presidir el organismo María de los Ángeles Llanderal y Leticia Soto, forman parte de ese quinteto selecto.
Lo novedoso de esto es que además de haber sido propuestos para la presidencia del nuevo organismo electoral, cada uno de esos cinco personajes está considerado para formar parte del INE, en caso de no alcanzar la presidencia anhelada.
Es decir cuatro quedarían como conejeros y uno asumiría como presidente, con lo que las vacantes se reducen a seis, en las que compiten otras 50 personas.
Pero también los otros dos conejeros, María Marván y Benito Nacif, superaron el filtro y se espera que se integren al naciente organismo.
BÁRBARA
Será cierto que fue la mismísima Bárbara Botello, alcaldesa de León, la que filtró información sobre la supuesta participación del diputado priísta Manlio Fabio Beltrones en los llamados “moches” de la Cámara de Diputados.
Hay sospechas sobre ello y es que la priísta se encuentra desbocada en sus pretensiones futuras y busca asideras por todos lados.
Botello recuperó la emblemática ciudad cuerera para el PRI, luego de varios trienios en que los panistas no se bajaban del ayuntamiento y les infligían dolorosas derrotas a los candidatos propuestos por el Revolucionario Institucional.
Desde que Carlos Medina Plascencia les ganó por primera vez para el PAN el ayuntamiento de León y luego se convirtió en gobernador interino y sustituto, los priístas no volvieron a ver la suya, hasta la elección del 2012 en que Botello se alzó con el triunfo.
Sin embargo, la alcaldesa de León abrió muchos frentes y el pero puede ser el de confrontarse con el priista que coordina a los diputados federales.