Escoltas
Ramón Zurita Sahagún miércoles 26, Mar 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dos delitos ocurridos recientemente en estados distantes, uno del otro, muestran que los cuerpos de seguridad contratados para la protección de personas son un fiasco.
La protección que ofrecen esos personajes motejados como “Guarros” sirve solamente para impactar a los ciudadanos comunes que se hacen a un lado cuando los ven circular en sus vehículos, custodiando, supuestamente y amedrentando a quienes se atraviesan en su camino.
Estos personajes contratados como guardias de seguridad privados, en algunos casos, y pertenecientes a corporaciones policiacas en otras, pocos resultados ofrecen en cuanto a garantías de su trabajo.
Se relajan en su labor, en el mejor de los casos, y, tal vez, por eso ocurren los sucesos catalogados como delitos graves.
Los hechos de referencia, ocurridos en Michoacán y Tabasco, nos dejan en claro que nadie se encuentra seguro, con todo y la protección que traigan.
El hasta entonces alcalde de Tanhuato, Michoacán, Gustavo Garibay García, fue acribillado en la puerta de su casa, a pesar de que contaba con protección de cuatro guardias, los que entonces se encontraban enfocados a tareas ajenas a su protección.
Uno de ellos, lavaba la camioneta en que se transportaba el edil, otro más no se presentó a trabajar, otro se cepillaba los dientes y solamente uno intentó defenderlo.
Los guardias eran de su protección privada y en ellos descansaba la confianza del presidente municipal de Tanhuato, quien perdió la vida.
Es cierto que el alcalde se encontraba amenazado de muerte y había pedido protección gubernamental, misma que le fue retirada el año pasado, aunque se le ofreció restituirla, pero se negó, ya que confiaba más en las personas que, finalmente, fallaron en la intención de proteger su integridad física.
La otra situación corresponde al estado de Tabasco, donde Isabel (Chabelita) Granier Melo, hermana del ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo, fue secuestrada la semana pasada.
Ella, como el alcalde asesinado en Michoacán, contaba con seguridad para la protección de su integridad y también falló.
Se desconocen algunos puntos sobre su secuestro, pero la información que dieron algunos testigos del incidente, fue que la escolta no estaba presente cuando sucedió el secuestro.
Chabelita salía de un gimnasio, buscó el vehículo en que se transportaba, sin encontrar respuesta de parte de su chofer y los otros integrantes de su escolta.
Esos son dos casos recientes que muestran la impunidad con que se actúa en la comisión de delitos y que la protección que ofrecen la mayor parte de estos personajes no son garantía de nada.
Pocos son los resultados que se ofrecen por parte de los cuerpos de seguridad, convertidos en escolta, ya que sirven para intimidar a los ciudadanos, pero no para el propósito para el que son contratados.
Eso sí, actúan con prepotencia, altanería, soberbia y cuentan con armamento de alto poder, cuyo uso se encuentra restringido a las fuerzas militares, del que, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera saben accionarlo.
Hoy, hay dos víctimas más, uno asesinado (Gustavo Garibay García) y otra secuestrada (Isabel Granier Melo).
REBELIÓN
Situaciones extrañas se mueven alrededor del paro de policías estatales en Tabasco, donde las exigencias van desde el cese del secretario de Seguridad Pública, general Audomaro Martínez Zapata, pasando por la de todos los mandos.
Esas son las principales peticiones y alrededor de ellas se adicionan las de mejores condiciones de trabajo.
Sin embargo, el gobernador Arturo Núñez Jiménez se mantiene inalterable en su posicionamiento de no ceder a ese chantaje de un movimiento con tintes políticos.
No es la primera ocasión en que en Tabasco se produce un movimiento de este tipo, ya que gobiernos anteriores lo padecieron y en otros los altos mandos policíacos terminaron en prisión.
Sin embargo, en esta ocasión se considera que las implicaciones políticas son varias y que los policías buscan obtener ganancia en el río revuelto provocado por el cambio de partido gobernante.
La situación en cuestiones de seguridad en Tabasco se encuentra controlada (por el momento), con el auxilio que proporcionan las fuerzas armadas y con los elementos de tránsito que cumplen con sus tareas.
Incluso en la capital del estado (Villahermosa) los ciudadanos comentan que es preferible mantenerse así, ya que se reordenó el tráfico, los conductores se muestran corteses y se redujo el número de ilícitos en los días recientes.
El gobernador del estado conminó a los policías comprometidos con el estado y sus ciudadanos, para que regresen a cumplir con sus obligaciones y responsabilidades.
Núñez Jiménez reiteró su voluntad de encontrar las vías que permitan la modernización a fondo de la policía estatal y ofreció buscar, bajo esfuerzos extraordinarios, una serie de acciones tendientes a mejorar las condiciones de los elementos de esas corporaciones.
POCA FORTUNA
Dos personajes sobre los que no existía orden de aprehensión, se presentaron ante las autoridades correspondientes, para responder sobre la comisión de posibles ilícitos.
Los dos resultaron arraigados, en lo que se integraba el expediente correspondiente, mediante el que se pudieran sustentar los delitos cometidos.
Uno, Andrés Rafael Granier Melo, cumplirá en breve un año en prisión, ya que del arraigo pasó a la cárcel, aunque se mantiene hospitalizado por sufrir supuestas enfermedades de gravedad.
El otro, Amado Yáñez Osuna, acaba de ser arraigado por 40 días, pero se presume seguirá la misma ruta del tabasqueño, al terminar su arraigo.
Los dos acudieron con abogados ante la PGR, aunque no sirvieron de nada, ya que fueron arraigados.