Curso gratuito sobre cardiopatías en el WTC
Elsa Rodríguez Osorio, Salud miércoles 26, Mar 2014Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Estudio en población mexicana sobre obesidad
- Instalación de bebederos de agua potable en escuelas
La Asociación Nacional de Cardiólogos al Servicio del Estado (ANCISSSTE) celebrará su congreso en el WTC, del 3 al 5 de abril, pero lo más interesante es que por primera vez se realizará, un día antes, un curso precongreso en el mismo auditorio, al que podrá asistir el público en general y en el que reconocidos cardiólogos darán conferencias sobre las enfermedades que más aquejan a los mexicanos y que a la postre desarrollan padecimientos cardiovascular: diabetes mellitus; hipertensión arterial sistémica; colesterol e infarto al corazón; embolia cerebral, pulmonar y arritmia cardiaca. El precongreso se efectuará el 3 de abril de 9:00 a 13:00 horas. Se invita principalmente a pacientes y familiares con estos padecimientos, a quienes, además de informarlos sobre los diversos temas, se harán mediciones de glucosa, presión arterial y colesterol. Además se enseñará a los asistentes a detectar alguna arritmia en su pulso, para identificar mediante pulsaciones irregulares en la mano y cuello. Para inscribirse en el curso, que es gratuito, deben acudir a la página www.ancissste.org, o al teléfono 55756867.
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Por primera vez se buscará estudiar, con base en características demográficas, clínicas, metabólicas y genéticas de pacientes mexicanos, la efectividad de tres fármacos antiobesidad, en un esquema combinado, seguro y de largo plazo, que permita la mejor toma de decisión en cuanto a su uso racional y efectivo. El proyecto estará encabezado por la farmacéutica mexicana Medix y contará con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Cecilia Fernández, de la dirección médica de Medix y responsable del proyecto de investigación, afirma que “será el primer estudio en población mexicana que incluye el análisis de los principales genes participantes en la absorción, distribución, metabolismo y eliminación de los fármacos, lo que permitirá evaluar el componente genético individual, para identificar predictores de la eficacia de estos fármacos en el tratamiento de la obesidad”. Hasta ahora no se han realizado estudios de este tipo para indagar sobre las variantes demográficas, clínicas, metabólicas y genéticas de los mexicanos, y cómo éstas pueden influir en la respuesta al tratamiento de pacientes con obesidad. Los resultados permitirán el establecimiento de mejores opciones terapéuticas con base en características individuales. El estudio comprende de 2014 a 2017.
Además de Conacyt también intervendrán el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y el Instituto Nacional de Medicina Genómica. De acuerdo con Luis Gabriel Torreblanca, director adjunto de Desarrollo Tecnológico e Innovación del Conacyt, dicho programa tiene como objetivo incentivar, a nivel nacional, la inversión de las empresas en actividades y proyectos relacionados con la investigación, desarrollo tecnológico e innovación a través del otorgamiento de estímulos complementarios, de tal forma que estos apoyos tengan el mayor impacto posible sobre la competitividad de la economía nacional.
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Después de que la Cámara de Diputados avaló los cambios realizados por el Senado para que todas las escuelas de educación básica y media básica, tengan bebederos de agua potable, las organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) señalaron que el siguiente paso es lograr “el acceso libre al agua para beber en edificios y espacios públicos, así como centros comerciales a fin de disminuir consumo de bebidas azucaradas y reducir la cifra que 7 de cada 10 mexicanos padezcan obesidad”. Para Ron Sawyer de Sarar Transformación, (organización especialista en tema del manejo de agua) esta decisión es un gran logro que va a permitir garantizar una calidad segura de agua para beber por medio de la instalación de filtros y bebederos en las escuelas de nuestro país. Y añadió que este proceso deberá ir acompañado por la presencia y uso adecuado de sanitarios y la práctica de lavado de las manos, que son las barreras primarias para la prevención de enfermedades gastrointestinales.