Colosio, el de todos
¬ José Antonio López Sosa martes 25, Mar 2014Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
A 20 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, entonces candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su figura se ha hecho camaleónica gracias a la clase política nacional, principalmente la priísta.
Colosio es una leyenda al gusto del cliente, los viejos (y nuevos) priístas lo asumen como el demócrata, el transformador, el héroe, el que hubiera modernizado al país, el reformador del PRI, en fin, casi una deidad que se fue y con su partida, el glorioso futuro de México nos fue arrebatado.
Del lado de la información, la retórica de decenas de colegas periodistas dedicando opiniones personales y de leyenda sobre Colosio también cayó en el exceso y en la irrealidad.
Luis Donaldo Colosio fue un candidato presidencial, fue elegido por Carlos Salinas de Gortari para ocupar ese puesto, le ganó la simpatía presidencial a Manuel Camacho Solís, hecho que lo llevó a la candidatura. Luis Donaldo Colosio tenía ideas reformadoras, como suelen tenerlas todos los políticos en campaña. Luis Donaldo Colosio se acercó a las clases menos favorecidas y se comprometió con ellas, como lo hacen todos los políticos en campaña. Luis Donaldo Colosio era parte del viejo sistema de democracia simulada con partido dominante (el PRI) igual que la mayoría de sus contemporáneos y los hoy herederos de ese PRI.
Luis Donaldo Colosio fue asesinado de forma artera, nada justifica su asesinato y su carrera política (brillante u opaca) tuvo un final trágico que ningún ser humano merece: la muerte a manos de un asesino.
¿Asesino solitario o complot?, nunca lo sabremos. Muchos mexicanos nos resistimos a creer la versión del gobierno con relación al caso. Tenemos razones de sobra para no confiar en sus informes.
Lo indignante es que sigan desde el PRI sacando raja política de Luis Donaldo Colosio, que lo tengan como mártir y usen su nombre y su supuesto legado, para beneficiarse a sí mismos. No es de bien nacidos no dejar descansar en paz el nombre de una persona —por muy buena o muy mal que hubiere sido— en aras de un interés mezquino.
De acuerdo a la lógica del nuevo PRI, si Colosio viviera estaría de pie y aplaudiendo a cada uno de los priístas en activo y todas las decisiones (buenas y malas) que han tomado.
Luis Donaldo Colosio es prácticamente el Jesucristo del PRI contemporáneo, un político que prácticamente dio su vida por el proyecto de partido. ¡Vaya forma de crear mitos e irrealidades!
Descanse en paz Luis Donaldo Colosio a 20 años de su artero asesinato, pero en realidad que descanse en paz, no en los discursos maltrechos de la élite priísta que prostituye su nombre y mitifica un legado.
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