Fallece Adolfo Suárez, artífice de la transición española
* Especiales, Mundo lunes 24, Mar 2014- Estaba hospitalizado por una infección respiratoria
Adolfo Suárez, primer presidente del gobierno de España durante la transición democrática tras el fin del franquismo, murió ayer a los 81 años en una clínica de Madrid, anunció el portavoz de su familia. Fermín Urbiola declaró a los medios de comunicación: “Adolfo Suárez ha muerto”.
El presidente Mariano Rajoy, decretó tres días de luto en toda España por la muerte de Adolfo Suárez, quien fuera el primer presidente de la democracia española y artífice de la transición.
Suárez fue hospitalizado desde el lunes debido a una infección respiratoria y padecía de la enfermedad de Alzheimer desde hacía más de una década.
El viernes, su hijo Adolfo Suárez Illana, anunció en una rueda de prensa convocada de urgencia, que el estado de salud de su padre se había deteriorado rápidamente y que el desenlace sería “inminente”.
El rey Juan Carlos fue la primera persona informada del deterioro de salud de Adolfo Suárez, hombre con quien compartiera los primeros años de la transición a la democracia.
Suárez había sido encargado en 1976 por el rey de formar el segundo gobierno de su reinado. Juan Carlos había sido coronado el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte de Franco. El mandato de Suárez fue ratificado después por las urnas en las primeras elecciones democráticas, el 15 de junio de 1977 y se convirtió así en una de las figuras más emblemáticas del complicado periodo de transición, luego de una dictadura iniciada en 1939 tras tres años de Guerra Civil.
Durante su gobierno se llevaron a cabo las principales reformas para que España se convirtiera en una democracia, como la legalización de todos los partidos políticos -incluido el Partido Comunista-, la amnistía a los presos políticos y la redacción de la Constitución y su aprobación por referéndum en 1978.
A partir de 1979, año de su segunda victoria electoral, su gobierno entró en declive debido a problemas en su partido, la crisis económica, la agitación militar, el problema de la autonomía de las regiones españolas y los atentados de la organización armada independentista vasca ETA. Estas dificultades, junto con el retiro del apoyo del rey, le llevaron a dimitir por sorpresa en enero de 1981, días antes del intento de golpe de Estado militar del 23 de febrero, que fue aplacado por el monarca.